Abrasador Cánovas, todo al fuego

Abrasador Cánovas lleva en el nombre su intención gastronómica, ya que este restaurante de Casillas está especializado en todo tipo de carnes que pasan por la parrilla de forma magistral, además de guisos tradicionales para los que prefieren la cuchara. Valoro mucho este tipo de locales porque controlar las brasas es todo un arte. Para quienes vemos un fuego encendido y solo se nos viene a la cabeza una parrillada de sardinas de Mazarrón, unas costillas de cordero segureño o unas patatas asadas envueltas en papel de plata, encontrar restaurantes como Cánovas es todo un descubrimiento.

El local tiene unas mesas pegadas a la barra, en la zona del bar, y un amplio comedor donde caben los habitantes de la pedanía de Casillas al completo. Vecino arriba, vecino abajo.

Llego pronto. Antes incluso de abrir el comedor. Pero en cinco minutos ya se oye el hilo musical, las luces iluminan las mesas y la espuma de mi primera caña ya se desborda por el lateral del vaso. Con el pan en rebanadas tostado y un par de cuencos con tomate rallado y alioli, el camarero ya me tiene en sus manos. Unos matrimonios bien avenidos con cebolletas y surtido de aceitunas y pimiento morrón despiertan mis adormecidas papilas gustativas. De hecho, tengo la tentación de añadirles a los boquerones un poco del alioli como suelo hacer con los mejillones en escabeche, pero en cocina se han quedado cortos de ajo y más que alioli parece mahonesa aromatizada, por lo que lo dejo estar.

En la carta encontramos una buena sección de frituras como el caballito con salsa de mango, caballito mar y tierra, croquetón de ternera, de rabo de toro, de jamón, de gamba, de sepia, de chipirón en su tinta y de pescado. Y, según cuenta la leyenda de la carta, todas caseras menos la de ternera y la de rabo. No lo dudo, pero me llama la atención ponerse a hacer una croqueta de sepia y otra de chipirón en su tinta por la similitud que tienen entre sí ambos ingredientes. Pruebo un estupendo buñuelo de bacalao con salsa -muy suave- de curry y un rebozado crujiente y bien terminado. Muy rico.

Después me decanto por una alcachofa confitada que ha pasado por las brasas y ha sido rociada con un poco de aceite de oliva y unas virutas de un buen jamón. El resultado no puede fallar. La verdad es que venimos reivindicando nuevas formas de comer verduras más allá de la plancha y, desde hace un tiempo a esta parte, la alcachofa a la brasa condimentada se ha convertido en omnipresente en los locales murcianos. La verdad es que tiene muy buen precio, viene cocinada del distribuidor y el resultado a poco que la trates con cariño es fabuloso en la mayoría de los casos.

De carnes, el Abrasadero Cánovas tiene de todo. Entrecot de ternera añoja, lomo bajo con hueso, solomillo, chuletón, tomahawk -la chuleta gigante-, T-Bone, presa ibérica, secreto, cordero y pollo. Pido la parrillada Abrasador y así poder probar diferentes tipos de carne. En este caso, la fuente lleva churrasco de ternera, ternera marinada a las finas hierbas, ibérico a la brasa, dados de lacón y chorizo rojo ibérico. Creo que me equivoco de elección, ya que la mezcla de carnes terminan confundiendo los sabores, pero la carne está en su punto y, además, el camarero sirve una plancha de gas que coloca junto a la mesa por si prefieres darle un golpe de calor más a la carne. Como digo, toda la carne tierna, de buen sabor y abundante, aunque a la próxima pediré un buen filete único y un chorizo como bola extra.

Grata sorpresa este rincón de Casillas que lleva mucho tiempo haciendo las cosas bien con la parrilla como seña de identidad.

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