El Entierro de la Sardina Infantil pudo con la lluvia

Finalmente, la lluvia no pudo con ellos. Hasta última hora de este miércoles, tal y como avanzó por la mañana el presidente de la Agrupación Sardinera, José Antonio Sánchez, el segundo desfile de la historia del Entierro de la Sardina Infantil estuvo a punto de cancelarse a causa de las inclemencias meteorológicas. Pero, a las 18 horas, dos antes del comienzo del cortejo, los responsables sardineros dieron luz verde al desfile.

«Me parece fenomenal que no se haya suspendido, tenía miedo porque yo quería salir pasara lo que pasara», comentó Alfonso, subido en la carroza del Centro Brujo, donde le escuchaba también Adriana, «muy ilusionada, por poder dar juguetes a los niños», comentó con una radiante sonrisa.

En total, 23 carrozas con 423 niños y niñas, familiares de los socios de las distintas agrupaciones sardineras, cerraron el desfile, que comenzó puntual y bajo una insistente aunque no muy copiosa lluvia a las 20 horas en la céntrica avenida de Gutiérrez Mellado. Desde allí discurrió por el paseo de Alfonso X El Sabio, la plaza Circular, la avenida de la Constitución, plaza de la Fuensanta, Gran Vía, plaza de Martínez Tornel y la Glorieta, donde les esperaba el catafalco infantil, que fue pasto de las llamas tras la lectura del testamento infantil a cargo del Gran Chirrete, Nicolás Nieto, de 14 años y del grupo Hércules, y Doña Sardinilla, Clara Ortiz, de 11 años y del grupo Morfeo.

El público infantil en familia se volcó y no faltó a la cita y, ocupando asientos bien arropado o bajo los paraguas, siguió el desfile a lo largo de todo el recorrido. «Da igual, con tal de que los chiquillos disfruten y ver su cara de felicidad, lo demás no cuenta», comentó Miguel, que contemplaba el desfile dentro de una parada de autobús junto a su hijo de corta edad y otros padres. A Vera, de 8 años, tampoco le importaba «demasiado» estar bajo la lluvia; la expectativa de recibir juguetes lo compensaba.

Entre los grupos de animación que precedían a las carrozas con los juguetes no faltaron las reconocidas y queridas figuras hinchables de Pluto, Goofy, el Pato Donald, Daisy, Minnie y Mickey. Otros personajes infantiles, esta vez de peluche, también desfilaron, como Drilo el Cocodrilo, los protagonistas de la película de Pixar 'Toy Story' o de videojuegos como Mario Bros.

El baile también estuvo presente y, sin un ápice de desánimo por la lluvia, las chicas de la academia +Dance, de Lucía Zambudio de Llano de Brujas, lo dieron todo. Paula Hernández, una de las bailarinas de casi 14 años, comentó que era la primera vez que participaba en un desfile «tan largo» y fuera de su pedanía, y que le hacia «mucha ilusión». No notaba ni el frío ni el agua que caía.

Desde Monteagudo, las Majorettes-Twirling también dieron todo de sí y no dejaron de participar, pese a que la próxima semana tienen un campeonato y sus entrenadoras temían por su salud. «Esperemos que no se nos pongan malas», indicaron.

Batucadas, big bands y charangas tocaron sin descanso para animar el cortejo durante todo el trayecto, que también contó con la presencia de la indispensable figura de los hachoneros, con sus antorchas y sus peculiares y coloridas indumentarias de rayas.

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