Un canto para explicar la primavera murciana a propios y extraños

«Eso, señores, también es Murcia». Pocas voces hay más autorizadas que la del cronista oficial de la ciudad, Antonio Botías, para explicar a propios y extraños cómo es la primavera en la capital del Segura. Y eso es lo que hizo este sábado por la noche el también colaborador de la LA VERDAD, desde el escenario del Teatro Romea, como pregonero de las fiestas que hoy arrancan.

Desfilaron por su pluma el amanecer 'morao' del Viernes Santo, el cantó árabe de las acequias y fuentes de patios como el de Santa Clara, la sombra fresca de Platería o la calorina que ciega al turista en Belluga, justo antes de quedarse boquiabierto al girar el Arenal y encontrarse con la majestuosa Catedral. Pero también se asomó a su pregón la bajada desde el Santuario de la Fuensanta, con su descanso en el Quitapesares y el cruce del río, así como la fragancia que brota desde los puestos de la plaza de las Flores o el aperitivo en los bares y terrazas del casco histórico. El olor a pólvora sardinera, el rico retablo de antiguos usos y costumbres remotas que supone el Bando de la Huerta o el aroma de caldo con pelotas picadas a cuchillo, también se pasearon entre una 'miaja' de 'plática murciana'. Porque Murcia no te la acabas nunca.

Estas palabras fueron pronunciadas justo antes del colofón de una gala, la de Exaltación Huertana, en la que se coronó como nuevas Reinas de la Huerta a Alba Franco y Alejadra Belmonte, consumando el traspaso de poderes con la imposición del tocado de azahar. Proclamados el artista Cristóbal Gabarrón y la periodista María Pina como Perráneo y Huertana del Año y tras unas coplas de pleitesía por parte de 'los Cardosos', el 'Himno a Murcia' anunció que la ciudad, de la mano de la Primavera, vuelve a estar en fiestas. «Gloria bendita», que dice Botías.

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