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Ramón Serrano sale a hombros, anoche, de la plaza de toros de La Condomina.

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Ramón Serrano sale a hombros, anoche, de la plaza de toros de La Condomina. Alfonso Durán / AGM

Ramón Serrano, debut que ilusiona

El joven novillero de San Javier corta tres orejas y sale a hombros de La Condomina

FRANCISCO OJADOS

MURCIA

Domingo, 17 de septiembre 2017, 10:54

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La novillada con picadores de la Feria de Murcia tuvo como gran protagonista al debutante Ramón Serrano. Cortó tres orejas en la tarde que hacía su presentación con los del castoreño y causó una gratísima impresión. Sin apenas oficio, se ven en el joven de San Javier aptitudes como la disposición, el valor y el buen gusto. Con todo eso y con una facilidad natural para conectar con el público, se adivina en Ramón un futuro torero. Ayer ilusionó a los aficionados.

El alumno de la Escuela de Tauromaquia de la Región de la Región de Murcia tuvo un lote apto para el triunfo, dentro de una novillada guapa e interesante de El Parralejo.

  • PLAZA DE TOROS DE MURCIANovillada con picadores Cuarto festejo de abono de la Feria de Septiembre. Un cuarto de entrada.

  • Ganadería Seis novillos toros de El Parralejo; el quinto lidiado como sobrero. Seria y bonita de hechuras, y de juego muy interesante.

  • Toñete, de azul marino y oro Ovación con saludos tras aviso y oreja tras aviso.

  • Fran Ferrer, de blanco y plata Una oreja y saludos.

  • Ramón Serrano, de azul pavo y azabache Una oreja y dos orejas.

  • Observaciones Novillada de la prensa. Al finalizar el paseíllo, el decano del Colegio Oficial de Periodistas, Juan Antonio de Heras, y Alberto Castillo entregaron recuerdos a los actuantes.

'Habilidoso' se llamó el primer utrero de la carrera de Serrano. Dejó muy buenas sensaciones en el saludo de capa, en el que ya demostró el buen gusto que luego impondría a su faena de muleta. No desaprovechó la oportunidad de realizar el quite, en el que se echó en capote a la espalda, y brindó al público el novillo de su presentación, que tomó con calidad las telas por el pitón derecho. Una colada cuando Ramón inició una tanda al natural dejó la faena en exclusiva para esa mano diestra. Por ahí fluyeron tandas en redondo, de mano baja, con el torero muy encajado. Un pinchazo, al intentar recibir, y otro, al volapié, no le impidieron pasear su primer trofeo. Lo mejor de la tarde llegaría en el sexto. Un novillo con cuajo, bien hecho, que manseó en el caballo. Hubo disposición en el saludo de capa. Con la muleta se asentó pronto, en los medios, para cuajar dos tandas en redondo de toreo a compás ligadas a los de pecho. Luego hubo una tanda al natural sensacional, por temple y apostura. Capaz de resolver y pensar delante de la cara del toro, la última serie fue acogida con clamor, al hilvanar el toreo fundamental con la arrucina y el broche de pecho. Formó un lío. Como la estocada, improvisada al encuentro, derrumbó patas arriba al de El Parralejo hubo incluso quien pidió el rabo para un novillero que impactó en su debut.

Brindis al público

Abrió plaza Toñete. Con oficio y soltura saludó de capa a 'Fogoso', primero de la tarde. Brindó al público. El toro embistió como su nombre. Toro bravo, de medios, que Toñete se empeñó en torear entre rayas. El madrileño es novillero con mucho campo hecho y bien asesorado entre barreras. En las primeras series fue apaciguando la embestida con transmisión del astado. Hubo ligazón en su labor y, escondido en una tanda, dibujó un natural de auténtica entidad. Mató de entera, algo tendida, por lo que tuvo echar mano del descabello. Saludó la ovación. Oficio tuvo el saludo al cuarto, arqueada la pierna, y galanura el quite por gaoneras. Brindó al ganadero el que fue novillo con cuajo, pero también el más deslucido y parado del festejo. Mérito tuvo la faena de Antonio Catalán, que dejó muy bien puesta la muleta en la cara para ligar y acabó por meterse entre los pitones, valiente. Una media algo trasera y tendida no fue suficiente, por lo que de nuevo tuvo que descabellar. Una oreja fue el premio a su tesón.

Completaba terna Fran Ferrer, que no tuvo pereza para echar las rodillas a tierra y alborear a larga cambiada al primero de su lote, al que lanceó a la verónica para rematar con una media bien compuesta. No le sobraron fuerzas al de El Parralejo en una faena de muleta que el de Beniel brindó al respetable. Tuvo nobleza el astado al que Ferrer, afianzadas las plantas, toreó con buen sentido del temple, y firmó un remate que tuvo regusto al cambiar la muleta de mano. El estoque cayó muy bajo, pero al doblar pronto el animal se pidió la oreja.

Un galán fue el quinto, devuelto a los corrales al lastimarse una mano. El sobrero fue todo un señor, a falta de dos kilos para la media tonelada y dos meses para cumplir de toro. Serio, pero bravo. El volumen impresionó a un novillero con muy poca experiencia, por lo que la lidia recayó en el subalterno Carlos Pacheco. Empujó el burel en tres puyazos tremendos. Toro importante, de triunfo. A Fran Ferrer le costó confiarse. Al menos no se descompuso. Mató de pinchazo y media y saludó por su cuenta.

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