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Cordero presiona a un rival en el partido del pasado domingo. edu botella / agm
Una solución coral para olvidar a Chavero

Una solución coral para olvidar a Chavero

Vitolo emerge como pivote fijo y Munúa da carrete a Cordero y Rui Moreira para fortalecer un centro del campo en el que aún se espera a Julio Gracia y Queijeiro

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Martes, 2 de octubre 2018, 02:58

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Decidió irse al recién ascendido Ibiza, que le subía el sueldo y, camino de los 35 años, le ofrecía tres temporadas de contrato. Se marchó Alejandro Chavero al 'nuevo rico' de Segunda B y parecía que el suelo se abría bajo los pies de la Efesemanía. Porque el catalán, al que muchos creían camino del retiro cuando abandonó la Ponferradina y fichó por el Efesé, ofreció un rendimiento espectacular con la camiseta albinegra, logrando minimizar el impacto de la huida del genial Quique Rivero a su Racing de Santander. Es más, Chavero mejoró a Rivero, lo que tuvo su mérito. Mejor, imposible. Hasta que Chavero, en sintonía con lo que ha sido su insondable carrera futbolística, se lió la manta a la cabeza y forzó su salida del campeón para irse a un recién llegado.

Ahora, consumidas las seis primeras jornadas de Liga, se empieza a confirmar una convicción compartida por casi todos los aficionados, al Efesé y a cualquier otro club de la categoría: al Cartagena no ha venido nadie para sustituir a Chavero, porque no hay otro como él en Segunda B. Pero esta afirmación debe ir acompañada de una segunda: el Cartagena no echa de menos a Chavero porque Belmonte y Sánchez Breis han apostado por una solución coral para tapar su fuga al Ibiza. Y, de momento, funciona.

No hay un '8' fijo, aunque lo que más veces ha hecho Gustavo Munúa, entrenador del Efesé, es dar esa responsabilidad a Cordero, quien tan bien mezcló el curso pasado con Chavero. Ya no es '6', sino '8'. Pero se puede seguir diciendo lo mismo del medio lebrijano, de 31 años. Si Cordero funciona, el Cartagena funciona. El domingo ante el blandito Almería B, además, se estrenó como goleador con la elástica del Efesé con un formidable zurdazo. Sorprendió a todos, incluyendo a sus compañeros, que reaccionaron bromeando con él en la celebración del tanto cerca de tribuna.

Julio Gracia brilló en su debut en Huelva como exterior izquierdo, pero desde entonces no ha vuelto a la alineación

Y es que Cordero siempre ha sido un futbolista muy fiable, pero con muy poco gol. Se desmelenó en la temporada 10-11, haciendo seis tantos en Segunda con el Xerez. Pero en las últimas siete campañas solo había marcado tres goles, uno con el Xerez, otro con el AEK de Atenas y el último, hasta el que anotó el domingo, con el Nástic. Lo había hecho en un partido ante el Numancia jugado en febrero de 2017.

Hay rotaciones

Gol al margen, el nivel de Cordero sigue siendo el mismo (muy bueno) del pasado ejercicio, en el que eso sí le faltó continuidad por culpa de sus constantes problemas físicos. Ahora, un poco más adelantado, brilla más y toca la pelota más veces en campo contrario. Porque tiene unos metros por detrás a un seguro de vida como Vitolo, fijo en el puesto de pivote defensivo desde el primer día. El tinerfeño es el jugador que necesitaba el Efesé tras dos temporadas en las que Alberto Monteagudo tuvo que improvisar, primero con Gonzalo Verdú y luego con el propio Cordero, por culpa de la irregularidad y la baja forma del canterano Sergio Jiménez.

Cordero y Vitolo son la pareja más habitual en el medio, pero Munúa también ha introducido rotaciones en el doble pivote. El luso Rui Moreira, por ejemplo, fue titular por sorpresa en Jumilla y firmó una actuación la mar de convincente. También gustó en la pretemporada el gallego Queijeiro, quien tuvo la mala suerte de lesionarse en la primera jornada ante el filial del Granada. Pero Munúa cree mucho en él y optó por mantenerle la ficha. Debe estar recuperado a mediados de noviembre y seguro que tendrá minutos.

Y a todo esto, aún no hemos visto en la posición de organizador a Julio Gracia. El chico que vino cedido por el Betis se estrenó en Huelva siendo el mejor de su equipo, aunque jugando en la banda izquierda. Y, sin embargo, ha sido suplente en los tres siguientes partidos y no ha tenido minutos ante Jumilla y Almería B. Es un futbolista exquisito y lo normal es que Munúa le dé otra oportunidad más pronto que tarde.

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