Radiografía del despertar necesario del Cartagena
El Efesé empieza a dejar atrás una crisis eterna gracias a diez días que lo cambiaron todo, aunque aún hay muchas cuestiones por aclarar en el club
Todo ha girado en solo diez días. El inmovilismo, la angustia e incluso el pánico a un descenso administrativo a Segunda RFEF por culpa ... de los impagos a los futbolistas han dado paso a un ambiente distinto en el FC Cartagena, donde todavía hay muchas cuestiones por aclarar y dudas por resolver, pero al menos se atisba un cambio de dirección y un rumbo claro en lo deportivo de cara a la temporada 2025-26. No está nada clara la operación inducida por Felipe Moreno para traspasar el 100% de las acciones del club a Alejandro Arribas. O quizás esté tan clara que no haga falta decir mucho más. Donde antes estaba Duino ahora está Inversiones Arrisanz SL. Más de lo mismo. Pero la sensación compartida por todos es que desde el pasado 16 de julio han empezado a cambiar las cosas en el día a día del club.
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Tras el histórico ridículo perpetrado el curso pasado por el conjunto albinegro, Paco Belmonte y Manuel Sánchez Breis han puesto el proyecto en manos de Javi Rey, un técnico joven y con hambre que, salvando todas las distancias evidentes y a la espera de que la pelota empiece a rodar, es el primero que se asemeja, por mensaje y poder de convicción, a Julián Calero. El gallego, tras la oscura etapa de Abelardo, Jandro Castro y Guillermo Fernández Romo, es un soplo de aire fresco para un club que necesitaba a una persona con hambre y carácter para su banquillo. A partir de Javi Rey, todo puede ir mejorando. Es verdad que no lo tiene muy complicado, ya que es difícil empeorar lo del año pasado.
El despertar era necesario, pero lo cierto es que hace doce días hubo cerca de dos mil personas manifestándose contra Paco Belmonte y su directiva por el centro de la ciudad y esto, viniendo de donde veníamos, ponía las cosas muy feas. A Belmonte, por supuesto. Y también, a Arribas. Sin embargo, la realidad es que el club empieza a dejar atrás una crisis eterna gracias a diez días que lo han cambiado todo en el club para que finalmente poco haya cambiado. Porque lo cierto es que Belmonte sigue al mando y Sánchez Breis sigue fichando. Pero entre el trabajo de unos y el amor por los colores de otros (unos abonados que en el fondo solo quieren que su equipo vuelva pronto a Segunda) se ha llegado a una especie de armisticio que debe ser beneficioso para todas las partes.
16 de julio
El club anuncia la renovación del acuerdo con Avatel para que la compañía de telecomunicaciones siga siendo el principal patrocinador del equipo en la campaña 2025-26.
17 de julio
Alejandro Arribas, Víctor Alonso y Javi Hernández se presentan como caras visibles de la nueva propiedad y anuncian que habrá «una transición ordenada» con Belmonte y Breis.
18 de julio
Se presenta la segunda camiseta, un homenaje a la ciudad de Cartagena, y se confirma que Ribera Salud continuará como segundo patrocinador y aparecerá en la camiseta.
19 de julio
Javi Rey llega a la ciudad y se conoce quiénes le acompañarán en el nuevo cuerpo técnico del primer equipo. También se anuncian los seis amistosos de pretemporada.
20 de julio
El club anuncia el plan de trabajo de la primera semana de pretemporada y aumenta su actividad en redes sociales, después de varios meses de 'encefalograma plano'.
21 de julio
Se ven las primeras colas del verano en la puerta del estadio, de aficionados que acuden a renovar su abono, en la misma mañana en que Javi Rey es presentando y Sánchez Breis reaparece.
22 de julio
Arranca la pretemporada en La Manga Club, Arribas llega a la ciudad y se reúne con Belmonte. Nacho habla para los medios del club, que recuperan la actividad siete meses después.
23 de julio
Luismi Redondo llega, comienzan las presentaciones de futbolistas y las peñas dan una tregua a la directiva y piden a sus miembros que renueven su carné de abonado.
24 de julio
Cesan las colas tras la ampliación del plazo de renovaciones hasta el 4 de agosto y Sánchez Breis dice que «igual hasta el descenso nos ha podido venir bien».
25 de julio
La Federación valida por fin la inscripción del club en 1ªRFEF, tramitada el día 17, y el club presenta su primera camiseta, con Alberto García como protagonista.
La presentación de Alejandro Arribas como nuevo propietario no despejó dudas. La puesta en escena, desde luego, no fue la mejor. El lenguaje gestual de Arribas y sus dos acompañantes, Víctor Alonso y Javi Hernández, no correspondió al de gente que entra en un sitio nuevo con ilusión y ganas de comerse el mundo. Después reapareció Manuel Sánchez Breis, desaparecido durante medio año y recuperado para la tarea de presentar jugadores y dar las explicaciones que Paco Belmonte no quiere (o no puede) dar. Y mezcló mensajes de leve autocrítica con otros de encendida reivindicación que posiblemente no tocaban, sobre todo en este momento en el que el perfil bajo es condición indispensable para que la tregua sea duradera.
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Cesan las hostilidades
El mensaje de Javi Rey ha ayudado. Y mucho. Porque en su presentación el técnico gallego fue emocional, se centró en lo deportivo, mostró toda la ambición que al Efesé le ha faltado desde que se marchó Calero y le dio a la gente algo a lo que agarrarse. Algo en lo que creer en un contexto difícil, de desconfianza y enorme desafección. En plena distensión, con la segunda camiseta vendiéndose a buen ritmo en la tienda oficial del club, se vieron las primeras colas en mucho tiempo en la puerta de las oficinas, ante el inminente cierre del plazo de renovación de abonos.
Y entonces cesaron las hostilidades oficialmente. Fue cuando el presidente de las peñas albinegras, Eduardo Noguera, se reunió con Arribas y Belmonte y los tres firmaron la paz. El mejor juicio es el que no se celebra. Pusieron fin al pleito y llegaron a un acuerdo que puso fin a meses de desencuentro entre los peñistas y la directiva. Así, el plazo para renovar los abonos quedó ampliado hasta el 4 de agosto y Noguera y los suyos enterraron su solicitud inicial de no abonarse. Entienden que hay que darle una oportunidad a los nuevos propietarios (y de paso, también a los antiguos) y lo que hay que hacer ahora es abonarse «masivamente» para apoyar «el nuevo proyecto» y ayudar «al equipo a pelear por el ascenso».
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Una plantilla nueva
El Cartagena cierra este sábado su primera semana de entrenamientos en La Manga Club y el armazón principal de la plantilla ya está completado. Han llegado algunos jugadores interesantes de la categoría, como Luismi Redondo, Carlos Calderón y Álex Fidalgo, más otros con experiencia y oficio, como Imanol Baz, Larrea, Fran Vélez, Rubén Serrano, Nacho Sánchez y el meta Lucho García. La continuidad de los veteranos Nacho y Ortuño es, además, una noticia positiva. El equipo no es favorito (ni mucho menos) al ascenso. Basta con echar un vistazo a los fichajes de rivales como el Real Murcia, el Hércules, el Nástic, el Eldense o el Ibiza para entender que el Efesé, a pesar de ser un recién descendido, no está a ese nivel de inversión ni de ambición. No lo está.
Pero eso ahora mismo no es lo más relevante. Viniendo de donde viene el Cartagena, de una guerra sin final, una crisis económica galopante y un abandono institucional sin precedentes, el simple hecho de que el club recupere cierta normalidad y a diario pasen las cosas que suelen pasar en los equipos de fútbol ya es un bálsamo. Había que escapar del infierno y el Cartagena, en diez días cruciales, lo ha abandonado.
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