Premio gordo para el Cartagena en la Copa

Sudó el Efesé. Pero cumplió con su objetivo. Tenía que ganar a un rival de inferior categoría y espantar de una vez, al menos en el torneo copero, todos los fantasmas que le rodean cuando se aleja del Cartagonova. Lo cierto es que se le subió a las barbas el Castellón al Cartagena y durante muchos minutos la sensación generalizada en las gradas de Castalia, mucho más desangeladas que de costumbre, era que la eliminatoria se iba a resolver en el tiempo extra o incluso en la tanda de penaltis. Las fuerzas estaban igualadas y ninguno de los dos equipos arriesgaba en unos minutos finales donde pasaban pocas cosas.

Hasta que De Blasis cogió un balón en la zona de tres cuartos y provocó que sucediera una cosa: la más importante. El 1-2 llegó tras un delicioso envío del argentino al segundo palo y una dejada sensacional de Ortuño, quien volvió a hacerlo todo bien en otra noche de pura reivindicación. Se la dejó el yeclano a Cayarga, un extremo bullicioso a quien se le suelen apagar las luces en cuanto se acerca al área chica. Esta vez no fue así. Al revés. Se acomodó el balón, encontró el hueco entre los centrales para disparar y colocó la pelota en un sitio al que el meta local, Iván Martínez, no podía llegar. Gol decisivo. Celebración comedida y final del partido. Un final feliz en toda regla para la expedición cartagenerista, que sueña con más noches así en la Copa del Rey.

Lo que tan bien acabó, empezó mal. Bastante mal. Entró el Cartagena al choque con su caraja habitual de los partidos a domicilio. Y, de nuevo, esa falta de tensión en los compases iniciales le pudo costar carísima al conjunto albinegro, el miércoles de azul celeste. Porque el costamarfileño Koné le comió la tostada dos veces seguidas a un frío David Simón y el primero del Castellón no llegó porque Juanto Ortuño no leyó bien el servicio de su compañero desde la izquierda y, luego, porque el zurdazo de Esquerdo se marchó por encima del larguero. Se lo creían los de casa, tocados tras su derrota del fin de semana ante el Andorra que les llena de dudas en la liga.

No se enteraba de la película el Efesé y el Castellón mordía cómo suelen hacerlo los equipos de inferior categoría en estas primeras rondas coperas. La afición local se las prometía felices cuando Juanto Ortuño, hermano del visitante Alfredo, saltaba más que Andújar y no marcaba porque su testarazo lo repelió como buenamente pudo el francés Prior, quien de nuevo dejó estupendas sensaciones bajo palos.

De ese susto, el tercero que se llevaban los visitantes en solo un cuarto de hora de juego, se pasó a unos minutos donde Clavería y Boateng por fin fueron capaces de quedarse con la pelota y el dominio de la posesión calmó al Cartagena y desanimó al Castellón. Así, un sensacional centro desde la derecha del reaparecido David Simón lo conectó con un cabezazo soberbio Alfredo Ortuño, quien anotaba su tercer tanto en esta competición y el sexto de la temporada. Es imposible producir más en menos tiempo. Merece el '9' albinegro que su entrenador le dé más carrete en la liga.

El 0-1 anestesió por completo al equipo de Sergi Escobar, que ya no encontró nunca más a Juanto Oruño. Tampoco vimos nada de Jesús Carrillo, ese mediapunta talentoso que Munúa quiso pulir en el Efesé y que sigue sin dar el paso que necesita para ser un futbolista completo. En el Castellón tampoco acaba de explotar el jugador de Alcantarilla.

De la Bella y Nacho Gil tuvieron el segundo antes del descanso. Sin embargo, lo que vino tras el paso por los vestuarios fue el empate, en un córner en el que Sibille fue más contundente que Pablo Vázquez y remató con todo. Se rebeló el Cartagena, que pudo ponerse por delante enseguida con una espectacular 'tijereta' de Clavería y un remate de Ortuño que se le fue alto. Lo habían intentado Gallar, en un libre directo, y Gastón Silva, con un trallazo que impactó en un defensa. Y cuando parecía que íbamos a la prórroga, apareció Cayarga para abrochar el triunfo.