Nuevo esperpento y otro naufragio en el Cartagonova

Las protestas de los locales no sirvieron de nada, Ais Reig dio el gol y en la siguiente jugada, tras una incursión de Ríos Reina con centro al segundo palo, pudo llegar el empate. Moi Delgado le quitó el balón de la cabeza a Luis Muñoz cuando el malagueño iba a marcar a placer. Era el minuto 94 y fue la única oportunidad del Cartagena en toda la tarde, al margen de un mano a mano fallado por Ortuño ante Jesús Ruiz que después fue anulado por un supuesto fuera de juego del ariete yeclano.

Todo pasó en el tiempo añadido en un partido cuyos primeros 90 minutos sobraron. Eso habla del lamentable espectáculo que dieron ambos equipos, llenos de miedo y de dudas, incapaces de generar peligro y de acercarse al gol. Con el paso de los minutos daba la sensación de que unos y otros firmaban el reparto de puntos. Están mal los dos y hay una máxima en el fútbol que dice que si no puedes ganar al menos tienes que amarrar el empate. La bandera blanca estaba izada. Pero cuando las cosas van mal suele pasar que tienden a ponerse peor.

Tanto es así que hubo un fallo técnico en la señal ofrecido por Mediapro y no hubo señal de televisión ni conexión con el VAR desde el minuto 15 al 45. Y en el 43 hubo una mano clara de Juric dentro del área, tras un remate de Gastón Valles, que Ais Reig no vio en el campo y nadie pudo ver en Las Rozas. No había tele y no hubo penalti. Pero sí lo hubo. El árbitro había avisado a los dos entrenadores, a través de ambos delegados, que se había perdido la señal con Las Rozas y que el encuentro continuaría a la vieja usanza, sin VAR. Y el Cartagena acabó siendo perjudicado. A perro flaco todo son pulgas. El equipo está mal. Y tampoco tiene suerte. Recibe los golpes que se merece y los que no se merece.

Le falta de todo al Cartagena. La plantilla tiene unas enormes carencias que en partidos como el de este sábado, donde se juntaron hasta cinco ausencias importantes, afloran a la superficie, dibujando un escenario ciertamente preocupante. No es que el equipo estuviera mal porque faltaran Pablo Cuñat, Toni Fuidias, Sipcic, Vukcevic y el Pocho Román. Otras semanas, con estos jugadores disponibles, el Efesé estuvo igual de mal. Pero si es verdad que al faltar fondo de armario se notan más los problemas estructurales del equipo. Que son muchas.

Mención aparte para la baja de última hora del Pocho Román. Fue elegante Jandro en sala de prensa y declaró que se había caído a última hora de la convocatoria por «un contratiempo». Hay algo más. El argentino tuvo una grave indisciplina y faltó al respeto al entrenador, enfadado porque aún no ha sido titular con Jandro y tampoco lo iba a ser este sábado. El técnico asturiano fue futbolista profesional. Y de los buenos. Conoce los códigos de un vestuario y no se arredra. Lo dejó sin vestir, en la grada. El Pocho Román tiene talento, pero todavía no ha hecho nada en el fútbol profesional. Jandro, sí.

El Cartagena arrancó bien la primera parte y también tuvo diez minutos buenos al inicio de la segunda. Guerrero la tuvo nada más empezar el encuentro, tras un buen servicio de Cedric, pero su derechazo se fue desviado. El propio Cedric, en su mejor acción de la tarde, tuvo el gol. Se encontró con el muslo de Naldo. Y ya está. No hubo nada más. Los de casa jugaron con miedo y así no se puede jugar al fútbol. La consecuencia de esto es que encajaron su cuarta derrota en cuatro partidos en casa y repiten el lamentable inicio liguero de hace un año. El Racing de Ferrol, con muy poco, se llevó un botín espectacular. Y eso dice muy poco de un Efesé que se asoma de nuevo al precipicio.