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Santos Pargaña se encara con Luis Hernández en un polémico Sporting-Zaragoza de hace tres años.
Santos Pargaña, escándalo garantizado

Santos Pargaña, escándalo garantizado

El árbitro que perjudicó el domingo al Efesé en La Roda ya montó antes líos similares en Los Cármenes y El Molinón

Francisco J. Moya

Martes, 7 de febrero 2017, 00:44

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El árbitro sevillano Antonio Santos Pargaña, de 36 años y protagonista absoluto del polémico La Roda-Cartagena del pasado domingo, es un asiduo a los líos y escándalos arbitrales. El más gordo lo tuvo con el entrenador José Ramón Sandoval durante la disputa de un Sporting-Zaragoza el 5 de enero de 2014, en Segunda A. Santos Pargaña pitaba en El Molinón unos meses antes de que se consumase su descenso a Segunda B. Solo duró una temporada, la 13-14, en el fútbol profesional.

Fue un partido especialmente movido. Santos Pargaña expulsó a cinco componentes del equipo local: a tres jugadores (el Sporting acabó con ocho sobre el césped), a su preparador físico Nacho Sancho y a su entonces entrenador José Ramón Sandoval, que también fue agredido en el túnel de vestuarios. Una agresión que el propio Sandoval denunció en rueda de prensa a los pocos minutos de finalizar el partido pero que el árbitro no recogió en acta.

En la crónica del diario 'La Nueva España' la actuación arbitral se resumió así. «En un fútbol como el español, que presume de gozar del mayor espectáculo del mundo, resulta difícil contemplar cómo un árbitro termina con el que podría haberse convertido en el mejor partido en Segunda de toda la temporada. Y así lo fue hasta que Santos Pargaña se encargó de acabar con él. Riguroso desde el minuto cinco, en el que Iván Hernández vio la primera amarilla, inició un ciclo de tarjetas, nueve, que se resume en cinco expulsiones. Las de Luis Hernández, el mencionado Iván y Nacho Cases, además de las de Sandoval y su preparador físico, Nacho Sancho. Todas, al Sporting. Y eso que los rojiblancos cometieron doce faltas».

A Sandoval, que fue expulsado en el minuto 87 de aquel encuentro por «protestar de forma ostensible y de manera airada» una de las decisiones arbitrales, aquello no se le olvidará en la vida. Se presentó en rueda de prensa con el ojo morado porque fue «insultado y agredido por una persona del Zaragoza en el túnel de vestuarios al término de la primera parte», según sus propias palabras. Ángel Rodríguez, entonces segundo técnico del Zaragoza, llamó «cocinero de mierda»al preparador madrileño y fue con él con quien se encaró a la finalización del primer tiempo.

El caso es que dicha agresión no se reflejó en el acta, especialmente jugosa porque además de las cinco expulsiones explicaba que «en el minuto 82 se lanzó desde la grada de preferencia una botella de agua con la mitad del contenido de 50 cl con el tapón cerrado, cayendo a pocos metros del asistente nº2» y que además los recogepelotas de El Molinón tuvieron que ser expulsados por no cumplir bien con sus obligaciones.

Trifulca con Cordero

Santos Pargaña ha tenido una trayectoria peculiar. En 2010 lo bajaron a Tercera tras dos temporadas arbitrando en Segunda B. Pero en 2013, por sorpresa, fue ascendido a Segunda A. Solo duró nueve meses. Tras los indicentes de aquel Sporting-Zaragoza, Nono, como llaman sus amigos a este comercial sevillano, tuvo que cerrar sus cuentas en Facebook y Twitter ante el aluvión de críticas e insultos que recibió. Ese partido le marcó. De vuelta a Segunda B, eso sí, ha montado otros líos similares al de este pasado domingo en La Roda, donde dejó con nueve al Efesé, perdonó una clara expulsión al local Eloy, dejó sin señalar un claro penalti por derribo a Germán y además echó del banquillo a Alberto Monteagudo y a su segundo, Juanlu Bernal.

Nada nuevo para Santos Pargaña. En esta misma temporada, expulsó a tres jugadores del Extremadura en el campo del Mérida (5-1 ganaron los locales). La pasada campaña, tras un Granada B-Linares muy polémico, escribió en el acta que el cartagenero Juan Carlos Cordero agredió al delantero del Linares Juanfran, un hecho que fue desmentido de forma categórica por el entonces director deportivo del Granada. Todo se originó después de que Santos Pargaña ordenara repetir el saque de una falta en el minuto 95 y en ese lance señaló un extraño penalti a favor del Linares. Y los visitantes empataron en esa acción, lo que provocó la indignación de los jugadores del Granada B.

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