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Julio César Ribas, el pasado miércoles en el Sánchez Luengo de El Algar.
Sporto no escucha el clamor

Sporto no escucha el clamor

Los dueños del FC Cartagena mantienen su confianza en Julio Ribas y Simón Ruiz, a pesar de que la grada exige ya un cambio en el banquillo

Francisco J. Moya

Martes, 28 de octubre 2014, 01:28

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Por vez primera en muchos años, todos los periodistas e informadores que cubren la información del FC Cartagena y la gran mayoría de los aficionados que acuden cada domingo al Cartagonova se han puesto de acuerdo en una cosa: Simón Ruiz no puede ser ni un día más el primer entrenador del FC Cartagena y, por consiguiente, el uruguayo Julio César Ribas, que ni siquiera ha podido sentarse en el banquillo albinegro desde que comenzó la Liga, tiene que dar un paso atrás y permitir la contratación de un entrenador con un título válido en España, que no sea un recién llegado y que conozca el grupo IV de Segunda B como la palma de su mano.

El clamor es generalizado en la Cartagena 'futbolera'. El cuerpo técnico albinegro ha naufragado en este inicio de temporada y es evidente que la plantilla no es tan mala como para que el equipo solo haya sido capaz de ganar 3 de los 19 partidos que ha jugado desde el mes de julio, incluyendo en esta lista los ocho amistosos de la pretemporada. En duelos oficiales, el Efesé solo ha sumado los tres puntos ante el colista Cacereño, uno de los peores equipos de los 80 que compiten este año en la división de bronce. En los 'bolos' de verano, solo se impuso a dos rivales de Tercera, el Pinatar y el Águilas.

El cambio urge

Tanto en las redes sociales como en el propio estadio Cartagonova, durante las dos últimas semanas se han intensificado las críticas al juego del equipo y, sobre todo, a la escasa capacidad de Ribas y Simón para sacarle rendimiento a un grupo con bastante potencial para lo que es la categoría en estos momentos. No son solo los números los que evidencian el fracaso del técnico uruguayo en sus primeros diez partidos de Liga al frente del Cartagena (una victoria, ocho empates y una derrota). También está el juego, que solamente fue bueno ante el Sevilla Atlético (0-0) y en la primera parte del duelo ante el Melilla (2-2).

Y, desde luego, también preocupan mucho los problemas de identidad de un equipo que en casi todos sus empates ha estado mucho más cerca de perder que de ganar. En seis ocasiones, ante Marbella, Granada, UCAM, San Roque de Lepe, Almería B y El Palo, el Cartagena se conformó con un punto porque realmente estuvo muy cerca de no sumar ninguno. Sufrió demasiado para no perder ante rivales teóricamente muy inferiores, con menos aspiraciones y con un presupuesto mucho más bajo.

El diagnóstico está bastante claro. Hay tiempo para despegar. La plantilla, con sus limitaciones, es de garantías para una categoría como la Segunda B actual. Y el Cartagena podría luchar por entrar en el 'playoff' de ascenso. Pero, para ello, necesita un revulsivo en el banquillo. Hay que cambiar de caras, de estilo y de discurso. Las ruedas de prensa de Simón Ruiz, aunque no son lo más importante, están desacreditando por completo al preparador cartagenero, y a sus compañeros del cuerpo técnico. Siempre dice lo mismo y la gente ya no se lo toma en serio. Es necesario y urgente fichar a un entrenador. Simón Ruiz es el primero que respiraría aliviado si le vuelven a poner de delegado del equipo y le apartan, de una vez por todas, de un foco mediático que lo está abrasando.

«El vaso medio lleno»

Pero los dueños del Cartagena no escuchan el clamor de la grada. Al contrario, ven muchas más cosas positivas que negativas en el actual Efesé, a pesar de que el equipo está a un punto del descenso directo a Tercera y de que el UCAM, el líder del grupo, suma ya 13 puntos más que los albinegros. En Sporto Gol Man 2020 aseguran que están «muy contentos» con el trabajo de Ribas y de todos sus compañeros en el cuerpo técnico. Lo dijo el dueño del club, Javier Martínez, en la carta que publicó hace unos días en la página web del club. Y lo repiten una y otra vez, en público y en privado, Javier Marco y Florentino Manzano, las dos personas que llevan el día a día de la entidad blanquinegra.

Los que mandan ahora en el club, a la deriva en lo económico y sin rumbo en lo deportivo, creen que los empates de este inicio liguero se van a convertir muy pronto en victorias. Eso sucederá «en las próximas semanas», cuentan. Y se atreven a pronosticar que el Efesé terminará la Liga en puestos de promoción, «y que en junio estará luchando por el ascenso» a Segunda A.

Martínez, Marco y Manzano insisten mucho en que solo un equipo ha sido capaz de ganar al Cartagena hasta el momento en lo que llevamos de Liga. Fue La Hoya Lorca (2-0). Y repiten una y otra vez que prefieren «ver el vaso medio lleno que medio vacío». No habrá cambios. No los contemplan. Ese es el discurso de Sporto Gol Man, al menos de puertas hacia fuera. Eso es lo que hay.

Así las cosas, en Sporto Gol Man 2020 nadie se plantea un escenario de destitución o dimisión de Julio César Ribas. Ni siquiera manejan la opción de que el uruguayo, que no puede ejercer de entrenador porque no tiene la documentación requerida para ello, dé un paso atrás, siga en el club como mánager general (en funciones de director deportivo) y deje paso, por ejemplo, a un técnico de la casa. El elegido sería, evidentemente, el algareño Manolo Palomeque, entrenador del filial. De momento, esta hipótesis nadie la contempla en Sporto Gol Man, a pesar de que sería la única viable para cambiar las cosas sin que Sofinvest International Football, la empresa que ha traído Ribas, dejara de colaborar económicamente con el club cartagenero.

El dinero de Sofinvest

En este sentido, parece que la sociedad que lidera el italiano Sergio Sofia estaría dispuesta a aportar otros 100.000 euros el próximo mes de enero. Pero, para ello, la condición es que Ribas siga siendo la persona que manda en lo deportivo. Si el Cartagena no despega y empieza a ganar partidos con asiduidad, parece complicado que la gente pueda tolerar esta situación. Y será difícil que en Sporto Gol Man puedan sostener a Ribas en su puesto, por mucho que su contrato sea hasta 2018 y que Sofinvest aportara un dinero salvador el pasado mes de junio.

En estos momentos, en Sofinvest se plantean dos escenarios de futuro: comprar el Cartagena, desprenderse de Sporto Gol Man y empezar a controlarlo todo, con lo que incluso Sergio Sofia abandonaría Mónaco y fijaría su residencia en Cartagena (el inversor italiano ya estuvo un par de semanas en agosto en La Manga Club) o marcharse para siempre y dar por perdido el dinero que puso el pasado mes de junio.

En Sofinvest International Football quieren esperar a que termine la temporada, para valorar cómo ha transcurrido todo y ver en qué situación está entonces el FC Cartagena. El próximo mes de junio, será cuando Sofia y Golpe decidan si dan el paso definitivo y compran el club o si, por el contrario, abandonan el barco y buscan un nuevo destino. En este escenario, el sitio que ocupe Ribas en junio parece fundamental.

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