Reverte embarga las taquillas para cobrar su deuda

En junio, en el acto de conciliación, Reverte llegó a un acuerdo con Javier Marco, presidente del Efesé, y perdonó el año de contrato que le restaba con la entidad albinegra. A cambio, el club albinegro se comprometía a pagarle los aproximadamente 20.000 euros que le debe en seis meses, entre julio y diciembre de este 2014. Los plazos se acordaron y se firmaron en el propio juzgado.

Cuando el club no le pagó el primer mes, Reverte habló con Marco, quien le dijo que no estaba en condiciones de asegurarle que iba a cobrar. Tras esa conversación, Reverte se fue al juzgado y solicitó el embargo de las taquillas, para asegurarse así que iba a ingresar el dinero que el Cartagena le debe. A pesar de este movimiento, el lorquino lo tiene crudo.

Porque los hombres de Sporto Gol Man 2020, que esperaban el movimiento de Reverte, están «tranquilos». ¿Por qué? Al estar el club en un proceso de preconcurso de acreedores, todos los embargos que han llegado después del 1 de agosto (como es el caso de éste) quedan sin efecto. Y todos los acreedores tendrán que sentarse a negociar sus deudas con los dueños del club y los futuros administradores concursales, siempre y cuando el juez de Lo Mercantil acabe aceptando la entrada del Cartagena en concurso voluntario de acreedores. Eso se sabrá dentro de unos meses.

Ribas, a punto

En otro orden de asuntos, un portavoz del club avanzó anoche a 'La Verdad' que el mánager general Julio César Ribas podría aterrizar en Madrid entre mañana y pasado, y llegar incluso a tiempo para ver, posiblemente desde la tribuna del estadio, el partido del domingo ante el filial del Almería. El uruguayo, que sido dado de alta como apoderado de la mercantil Sporto Gol Man, ha conseguido un permiso de trabajo en España que tiene una validez de un año. Además, Ribas trae consigo diferentes títulos y certificados que pretende validar en el Colegio de Entrenadores, con el fin de que puedan concederle el certificado UEFA Pro Licence en los próximos meses.