Maeso, un jefe de orquesta con mili

Dice que es un tipo frío con el silbato en la boca. Neutral. Imparcial. «Con un gran sentido de la justicia», aseguraba en 2007, en una entrevista al diario HOY, siendo aún un novel de 19 años en el mundo del arbitraje. Consciente de la infinidad de miradas, sueños e ilusiones que hay en juego esta noche en el césped de La Rosaleda, la Federación Española de Fútbol (FEF) ha apostado a caballo ganador al designar al que probablemente sea el colegiado más cualificado de Segunda B. Joven pero viejo rockero en cada uno de los 80 campos de la categoría, Francisco José Hernández Maeso tiene mili de sobra para saber llevar las riendas en un envite de tal tonelaje.

Camino de los 32 años, el árbitro de esta noche nació y vivió un tiempo en Bruselas pero es pacense de adopción. Hernández Maeso pertenece al Colegio de Árbitros de Extremadura y es uno de los colegiados con mayor progresión del fútbol español. Debutó en Segunda B en septiembre de 2010, a la sorprendente edad de 22 años, en un San Roque de Lepe-Écija. Solo necesitó dos años de rodaje en Tercera para instalarse en la tercera categoría del fútbol español y ganarse el respeto en el mundo del arbitraje. La actual temporada es ya su décima en Segunda B, donde ha dirigido 122 partidos de Liga. Año tras año, de hecho, es uno de los firmes candidatos a dar el salto y ascender a Segunda. Lógicamente, pruebas como la de esta noche son de especial notoriedad para él.

Hernández Maeso ha colmado titulares en la prensa deportiva en los últimos años. Sobre todo, por establecer un récord en la categoría: lleva diez años en Segunda B y la de esta noche será la novena fase de ascenso consecutiva en la que arbitrará un partido. Ya dirigió una finalísima de alto voltaje, en 2013, cuando impartió justicia en el Real Jaén-Huracán. El 0-0 en La Victoria sirvió a los jienenses para ascender a Segunda. Hizo lo propio en 2017, al pitar el definitivo Barcelona B-Racing de Santander. En esa ocasión, fue el filial azulgrana el que terminó en Segunda.

La última presencia de Hernández Maeso en un 'playoff' fue la temporada pasada, en la vuelta del Melilla-Villarreal B, en los cuartos de final, que metió a los norteafricanos en la siguiente fase (2-1). Esta temporada, el colegiado pacense ha pitado nueve encuentros de liga regular, con cinco victorias locales, una visitante y tres empates. Su media de tarjetas amarillas hasta el parón por la crisis sanitaria es de 6,4 por partido.

Maeso arbitró al Atlético Baleares en la jornada 3, en la derrota que sufrieron los de Mandiola en el Cerro del Espino, contra el Rayo Majadahonda (2-1). Para ver la última vez que pitó al Cartagena hay que remontarse a marzo de 2018. El equipo, entonces dirigido por Alberto Monteagudo, obtuvo un punto (1-1) en su visita a Las Palmas Atlético, gracias a un gol de Rubén Cruz en el minuto 78. Antes, en el curso 2014/15, impartió justicia en una salida albinegra a San Roque de Lepe, con 2-2 en el marcador. Antes del coronavirus, su último encuentro fue el 23 de febrero, con un 1-1 entre el Atlético de Madrid B y el Pontevedra.

El colegiado nacido en Bruselas siempre ha tenido claros los principios a aplicar en su profesión. Tajante en su rechazo a la violencia, en alguna ocasión ha manifestado su postura sobre los comportamientos en la grada. «La gente no se da cuenta de que es un juego y se lo toma demasiado en serio. Para el público, el árbitro siempre es el culpable, haga lo que haga», dijo en la citada entrevista al diario HOY. También repasó la imparcialidad a la que están sometidos en el terreno de juego. «A nosotros nos da igual quién gane, lo que nos gusta es el deporte. En el momento que se pisa el terreno de juego, todos somos neutrales».

A Hernández Maeso le tocó debutar en Primera de una manera sorprendente. El 1 de octubre de 2016, Mateu Lahoz abandonó el campo lesionado y saltó al Sánchez Pizjuán durante el último cuarto de hora de un Sevilla-Alavés. «No esperaba debutar en Primera tan pronto», confesó, en declaraciones al portal 'Badajoz Deportes'. Uno de sus mejores recuerdos fue arbitrar un Villarreal-Sporting de Lisboa, en un trofeo veraniego disputado en Badajoz.