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Salva Castiñeyras
Cartagena
Miércoles, 16 de abril 2025, 01:01
El cartagenerismo sigue viviendo días de luto en lo futbolístico. Y es que como se suele decir, no por esperado deja de doler. El descenso ... del Efesé era algo con lo que todo el mundo contaba desde prácticamente el arranque de 2025, viviendo día tras día un agónico intento de salir a flote sin tener el menor resultado. Ahora, se hace imposible no echar la vista atrás para añorar los buenos momentos vividos en el fútbol profesional y también incluso un poco más allá, reviviendo cómo eran los años previos al ascenso en Málaga. Pero en medio de la tormenta, hay voces que recuerdan lo que fue, analizan lo que es y sueñan con lo que podría ser. Cuatro figuras más que conocidas por todo el cartagenerismo como son Elady Zorrilla, Isaac Aketxe, Paco López y Antoñito ofrecen a LA VERDAD su visión sobre una caída que, aunque dolorosa, no borra la esperanza de resurgir en el futuro.
Pasan los años, pero hay jugadores que no se marchan nunca del todo. Y el jienense Elady Zorrilla es uno de ellos. Fue la gran estrella y máximo goleador en Segunda B, capitán y símbolo albinegro, su nombre sigue ligado al Cartagonova como parte de su esencia. Desde la distancia, ahora jugando en el Burgos, pero con una parte de su corazón aún anclado en Cartagena, Elady ha seguido la debacle con una mezcla de incredulidad y tristeza. «Con el equipo que se hizo no esperaba ver al Cartagena tan abajo. No sé si para pelear por ascender, pero desde luego no para esto», confiesa.
Para Elady, el problema trasciende lo deportivo. «Me da mucha pena... Tengo cariño por mucha gente que sigue ahí, como Manolo (Breis). Es duro ver el campo con 2.000 personas cuando antes metíamos mínimo 8.000 con una chispa», lamenta. Él, que conoce el peso del escudo y la pasión de la grada, apunta a una fractura profunda: «La gente se ha desenganchado del proyecto. Ha dejado de creer. No sé si es solo deportivo o también institucional, pero algo se ha roto, Cartagena necesita otras energías, un proyecto nuevo, con ilusión. Necesita un cambio ya de ya. Porque la gente, si no, el año que viene, no va a creer en el proyecto».
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Si tuviera que revivir un momento, elige la remontada de 2019 contra el Castilla. «Fue una locura. Yo lo tenía clarísimo, tal y como dije en una entrevista esa semana: 'No es que crea en la remontada, es que el Castilla va a sufrir muchísimo en el Cartagonova'. Por la importancia que tenía en el equipo, por lo que significaba... fue mágico», recuerda. Su amor por el Efesé sigue vivo: «Si algún día da un vuelco la situación, al único equipo de Primera RFEF al que iría sería al Cartagena. Me gustaría un último baile».
No todos los héroes viven el final feliz, pero su huella permanece. Isaac Aketxe fue clave en el Cartagena de Segunda B, con más de diez goles por temporada y un compromiso imborrable. «He visto todos los partidos esta temporada. Es una pena, porque con esta plantilla no esperaba este final. Es surrealista», confiesa. Lo resume en una palabra: dinámica. «El equipo se metió en una mala racha y no fue capaz de salir. En Segunda, eso te condena. Por mucho que intentes cambiar el rumbo, a veces no hay forma», explica. Añade: «No ha sido por falta de ganas, seguro. A veces, simplemente, el fútbol es así de cruel». Aunque se marchó antes del ascenso de 2020, lo sintió como propio. «Me fui el año que subieron, pero me alegré como si estuviera allí. Había mucho trabajo detrás, y yo fui parte de eso», dice con orgullo.
Le duele la desconexión con la afición. «La gente se ha desilusionado. Y es normal. Pero hay que recordar de dónde venimos. Cuando yo llegué, el club arrastraba problemas. Paco (Belmonte) y Manolo (Breis) levantaron esto desde abajo. Sin ellos, el Cartagena no habría vuelto a lo que fue», defiende. Para el futuro, apuesta por el sentimiento: «El Cartagena necesita a su gente. La Primera RFEF es durísima. Pero si algo aprendí, es que cuando el Cartagonova ruge, da igual quién esté enfrente».
Si pudiera repetir un partido, elige el 'playoff' de 2018 contra el Majadahonda, el minuto 97 lo tiene clavado. «Jugaríamos ese partido cien veces y ganaríamos noventa y nueve. Pero ese día no tocaba. Fue durísimo, de lo más injusto que he vivido», dice, con la herida aún abierta.
Elady Zorrilla
Exfutbolista albinegro
Algunos nombres son parte del alma del Cartagonova. Paco López, portero mítico del Efesé, brilló en el ascenso de 1982 y vivió la etapa más larga en Segunda. También sufrió el descenso de 1988, un dolor que hoy revive. «Lo he vivido con tristeza, pero se veía venir. Ha habido dejadez por parte de los dirigentes, no han estado a la altura de la categoría. Los resultados están ahí», sentencia. Y añade: «Lamentablemente yo ya viví el descenso del Cartagena en el 88 y creo que es desagradable porque al fin y al cabo es un deporte pero también es un trabajo y eso se queda clavado para toda la vida».
Con más de 300 partidos, apunta al problema: «Evidentemente, la planificación de los fichajes de los jugadores no ha sido la idónea porque tampoco han dado la talla en la categoría y luego pues hay que vivirlo dentro de los vestuarios para saber lo que realmente pasa». El estadio vacío le duele: «Tristeza, porque al fin y al cabo el fútbol mueve masas, mueve sentimientos y cuando las cosas se ponen complicadas y duras pues todo el mundo está triste». Sobre el futuro, es cauto: «De momento, terminar la temporada y ver la planificación y cómo ha quedado el club. Hasta no saber la realidad de la entidad, no se puede hacer otra cosa, nada más que esperar». Reconoce que el fútbol es un negocio, pero insiste: «Simplemente todo tiene que ser una conjunción de dirigentes y jugadores y lógicamente tener un poco de suerte, como todo en la vida».
Paco López
Exguardameta albinegro
Hay futbolistas que vuelven, como si el destino les debiera algo. Antoñito llegó en 2013, en plena reconstrucción en Segunda B, y regresó en 2021 para salvar al Efesé en Segunda. «Desde que me fui la primera vez, siempre he seguido al club», dice. Esta temporada le ha parecido «muy difícil, muy rara». Pone el foco en lo humano: «Cuando estás en una dinámica tan difícil, el futbolista no da lo mejor de sí, porque al final son personas, también lo pasan mal y yo creo que al final el jugador sufre y no da lo mejor de sí para cambiar estas situaciones».
El Cartagonova medio vacío le golpea: «Da pena, porque siempre decimos que hay 6.000, 7.000 fieles para lo bueno y para lo malo. Tienen derecho a quejarse de esa manera». Pero ve esperanza: «Yo creo que desde ya los jugadores que quieran firmar en Primera RFEF para subir van a llamar a la puerta de Cartagena porque es un gallito. Tiene un buen estadio, buena ciudad deportiva, buena masa social y buena ciudad». Confía en la afición: «Cuando llegue la pretemporada, esos 5.000 ó 6.000 estarán con nuevas ilusiones. No van a fallar», apunta Antoñito, que es optimista de cara al futuro.
Si tuviera que repetir un momento, el exfutbolista albinegro elige la Copa del Rey contra el Barça: «Esa ilusión, todo lo que rodeaba la ciudad, empezar ganando... sería ese partido». Cierra con un gesto al club que defendió en el verde: «Apoyo a que la gente no vea así a Paco (Belmonte) y a Manolo (Breis), que han sufrido mucho este año. Toca levantarse, poner otra vez una piedra nueva y un proyecto nuevo. En Cartagena son muy de los suyos y se va a ilusionar nuevamente, seguro».
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