Garitano, de aprendiz a maestro
Vuelve el viernes al Cartagonova tras ser el pichichi del Efesé en la 93/94; entonces tenía dotes y apuntaba a gran entrenador
Han pasado 27 años y el tiempo parece haberse detenido para Asier Garitano (Bergara, Guipúzcoa, 51 años). Es igual de menudo, bonachón e introvertido ... que ese atacante que se ganó el cariño y el respeto de sus compañeros en el Cartagena FC, en la temporada 1993/94. Ni un síntoma de envejecimiento y acaso «el pelo un poco más corto», recuerdan sus 'exs'. Aquel año Garitano fue el pichichi del equipo con 13 goles, pero también destacaba por su visión, análisis y conocimiento del juego. Ya entonces apuntaba a ser el entrenador de élite que regresa este viernes al Cartagonova, con su Leganés.
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El club, como Cartagena FC, languidecía en sus últimos años antes de aparecer el Cartagonova; los impagos y promesas eran habituales
Aquella temporada no es especialmente recordada por el cartagenerismo, ni mucho menos dejó huella imborrable en Garitano. El club estaba inmerso en una etapa de transición, con un Cartagena FC que languidecía, iba en manos de unos y de otros sin José Luis Belda y los problemas económicos fueron habituales desde el primer día. A la vuelta de la esquina, en julio de 1995, aparecía ya el actual FC Cartagena de Florentino Manzano, como Cartagonova. Y el Cartagena FC acabó retirándose de la competición un año después.
No fue una temporada sencillo para aquel vestuario. A la falta de alegrías deportivas emergió la figura de Garitano, un vasco inusual, tímido e introvertido comparado con su compañero Alejandro 'Jabato' Sagarduy. Como futbolista nunca llegó a la élite, a excepción de cinco temporadas (en el Athletic Club y en el Eibar) en las que jugó en Segunda división. En el Efesé jugó solo ese año. Sus 13 goles fueron la cifra más alta de toda su carrera deportiva, ya encaminada a terminar en los banquillos.
«Tú lo veías tan tímido que parecía no ser capaz de manejar un grupo. Después de los partidos, conforme avanzó la temporada, tenía mucha capacidad, analizaba muy bien el juego e interpretaba muy bien las situaciones. Ya se le veían las maneras», recuerda a LA VERDAD Manuel Palomeque, exjugador y exentrenador albinegro y antiguo compañero de vestuario de Garitano.
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Sus compañeros
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Paco Sánchez. Exjugador del Efesé «Tenía una capacidad muy buena para ver y analizar los errores. También para transmitir»
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Manuel Palomeque. Exjugador del Efesé «Era un jugador muy inteligente, analizaba muy bien el juego y ya se le veían maneras»
Ver y analizar errores
«Actualmente le veo esa manera de dirigir un grupo. En el campo se notaba que veía las cosas de una manera diferente, tenía una capacidad muy buena para ver y analizar los errores. También para transmitir desde dentro». rememora Paco Sánchez, uno de los líderes de ese vestuario y que sufrió en sus propias carnes la deriva del club. Ya en la pretemporada fue apartado.
Garitano era entonces un aprendiz del maestro que acabaría siendo en los banquillos. Ese Cartagena de los Requena, Sagarduy, Brau, Pino, Juan Mata (padre) y compañía experimentó «desgracias y situaciones penosas» de impagos. Pero el grupo humano se hizo fuerte y se convenció de que la solución a todo aquello era luchar y subir. No se logró, ni con Pedreño ni con Muñoz de entrenadores.
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El actual técnico del 'Lega' fue una de las alegrías de un vestuario unido ante la inestabilidad y adversidad
La lectura positiva de aquella temporada fue Garitano. Sus goles hicieron sonreír al vestuario y también su manera de ser. «Nos metíamos con él, de broma, por ser vasco y no parecerlo. Le dábamos caña y él siempre tenía dibujada una sonrisa en la cara. Me alegro mucho por él», recalca Palomeque, actual entrenador de La Unión.
Futbolísticamente, asegura Sánchez, Garitano no era «el típico jugador referente ni un líder dentro del vestuario. Le gustaba asociarse entre líneas y destacó mucho por el gol». Palomeque, que entonces tenía 26 años y veía no muy lejos la retirada por las lesiones [acaba de ser operado de la rodilla, de hecho], vio en Garitano a «un jugador diferente», que lo mismo rendía en la banda, de enganche o de delantero y dejaba muestras de su «gran uno contra uno».
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El jugador vasco se ganó con todas las de la ley salir del Efesé y probar suerte en el Cádiz. Eibar (Segunda), Gavá, Racing de Ferrol, Burgos y Alicante fueron sus últimos equipos antes de retirarse. Como entrenador, Garitano ha tocado la élite gracias al Leganés: en tres años pasó de Segunda B a Primera, para luego entrenar a la Real Sociedad y al Alavés. El exalbinegro regresó a Butarque hace cinco jornadas, consiguiendo pleno de victorias y la mejor racha de la historia del club desde 1974.
Con los pies en el suelo
Palomeque suele mantener el contacto con él. Su éxito en los banquillos no se le ha subido a la cabeza. Para nada. «Sus gestos son los mismos que los de entonces. Han pasado 27 años y físicamente está igual, tiene el mismo cuerpo y ha cambiado poco. Es un fenómeno, esté donde esté hablamos. No por estar en Primera ha cambiado, sigue siendo tan buena persona como antes».
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«Es un tipo extraordinario, muy cercano y siempre dispuesto para lo que hiciera falta. Era reservado pero muy buena gente. Era un futbolista muy inteligente, como lo es ahora como entrenador. Cuando tienes esa visión dentro de un campo se nota», destaca Sánchez. Garitano vuelve, ahora como entrenador. Ya pudo hacerlo antes, en 2012, cuando Paco Gómez lo tanteó tras el descenso. Al final se fue al Alcoyano y llegó Pato.
El técnico del Leganés agradeció a Belmonte su ayuda para que Felipe Moreno confiara en él en 2013
Asier Garitano tiene los pies en el suelo y nunca ha olvidado que viene del barro. Entrenador del Alicante, el Castellón, el Orihuela y el Alcoyano, su carrera en los banquillos dio un giro de 180 grados cuando fichó por el Leganés en el verano de 2013. En tres años puso al club en Primera, en un ascenso histórico que mereció la publicación de dos libros. En uno de ellos, Garitano recuerda la ayuda de Paco Belmonte, para que el dueño Felipe Moreno y la presidenta Victoria Pavón decidieran apostar por él en 2013, cuando era muy poco conocido.
El actual dueño y presidente del Efesé conocía muy bien a Garitano, de cuando entrenaba al Orihuela. Belmonte trabajó como director deportivo en el Leganés, de 2010 a 2012, si bien es cierto que su amistad con Felipe Moreno se remonta a la temporada 2008/09, cuando ocupaba ese cargo en el Atlético Ciudad. Belmonte tenía y tiene buena relación en Butarque, de ahí que en su momento llegara a recomendar a Garitano. El entrenador vasco no lo olvida y así lo recordó en el libro.
Esta es la primera vez desde la temporada 2008/09 que el Leganés visitará el estadio Cartagonova. La relación de Moreno con Belmonte ha hecho que siempre los dos clubes estén conectados. Leganés fue siempre un lugar especial para Belmonte. De hecho, uno de sus perros se llama 'Lega', bautizado así cuando empezó a trabajar allí.
El trasvase de futbolistas pepineros al Cartagena ha sido lo habitual. Álex Martín y William fueron los últimos. Sergio González y Dani Ojeda sonaron con fuerza.
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