Déjà vu albinegro en un momento muy delicado
Efesé+ ·
Por trayectoria, perfil y edad, Jandro debió llegar en junio; finalmente viene como revulsivo, igual que pasó con CaleroEl listón estaba alto y las expectativas eran bajas. Julián Calero dejó un legado gigante y a su sustituto, un Abelardo que llegaba a Cartagena ... en el momento más bajo de su carrera como entrenador y tras demasiado tiempo sin sentarse en un banquillo, le iba a costar mucho acercarse al nivel del técnico parleño. Es cierto que lo más inteligente hubiera sido copiar el modelo de Calero, dar galones a los veteranos que salvaron del desastre al Efesé el pasado curso y e ir sumando a la causa poco a poco a los jugadores que han llegado este verano. Pero Abelardo no ha tomado este camino. Lo hizo todo al revés. Y así ha terminado, fulminado antes del fin de semana de Carthagineses y Romanos. Todo un récord negativo.
Teniendo en cuenta que ni el propio Abelardo sabía qué plantilla tenía a su disposición y que nunca ha tenido claro qué sello quería darle (o podía darle) a su equipo, el técnico gijonés debería haber tirado de experiencia y oficio. Bastaba con ser práctico. Es lo que la situación requería y si de algo puede presumir el Pitu es de llevar más de tres décadas en la élite del fútbol. Sin embargo, fue de bandazo en bandazo. Cuatro pivotes en el once en Burgos. Un esquema súper ofensivo ante el Zaragoza. Una victoria de chiripa en Elda en el peor partido de los seis que ha jugado el equipo hasta ahora. Un quiero y no puedo contra el Levante, donde puso dos delanteros y regaló el centro del campo al conjunto granota...
Creo que Jandro triunfará en el Efesé, como lo hizo Calero pero a la manera de Carrión
El Pitu puso el autobús en Oviedo, cuando se vio con el agua al cuello. Murió intentando imitar a Calero. Demasiado tarde. Demasiadas dudas. Demasiados bandazos. En la sala de prensa del Tartiere se ajustó su propia soga, no por enfrentarse a un periodista de una manera lamentable sino por quitar valor a su propia plantilla de una forma absurda. Es la más barata de Segunda, pero no es la peor. Y aunque lo fuera, lo último que puede hacer un entrenador es minusvalorarla en público. Abelardo llegó al duelo con el Cádiz con un pie y medio fuera del club. Paco Belmonte pudo ratificarlo 48 horas antes del partido y no lo hizo. Y el final, cantado y esperado, era el que se veía venir desde hace un mes.
Peligrosa costumbre
Al acabar el partido del Pepico Amat, ganado de puro milagro al Eldense, quedó claro que Abelardo duraría poco sentado en el banquillo del Cartagena. Era algo evidente. Tanto, como lo sucedido hace justo un año con Víctor Sánchez del Amo. Costaba creer, eso sí, que el club hubiera cometido el mismo error que hace doce meses a la hora de elegir entrenador. Pero se ha confirmado, al 100%, un déjà vu albinegro que evidentemente no puede volver a repetirse. Si todas las temporadas empiezan tan torcidas llegará una en la que será imposible reaccionar y enderezar el rumbo.
El sustituto estaba tan cantado como cantada estaba la destitución de Abelardo. Llega Jandro Castro, quien ya estuvo a punto de firmar en junio. Era la primera opción de Belmonte y Breis cuando Calero decidió irse al Levante. Pero llegó el ofrecimiento de Abelardo y en el club entendieron que un entrenador con nombre y prestigio tranquilizaría a la gente tras una temporada tan turbulenta como la pasada. Se equivocaron, claro. Por trayectoria, perfil y edad, Jandro Castro era el más adecuado. Y el mejor ejemplo de ello es que ahora, una vez fulminado el Pitu, Belmonte y Breis no han valorado ninguna otra alternativa y han tenido clarísimo desde el minuto 1 que tenía que venir el extécnico del Amorebieta. Otra déjà vu, ya que el verano pasado también sucedió que Calero era la primera opción, pero el club apostó por Sánchez del Amo.
Con todo, son cuatro entrenadores en un año, lo que evidencia los problemas que está teniendo el Cartagena a nivel deportivo desde la marcha de Luis Carrión. El proyecto de Belmonte y Breis siempre se caracterizó por dar mucha confianza a los entrenadores. Ahí están los ejemplos de Monteagudo, Munúa y Carrión. Han llegado los apuros económicos, el límite salarial se ha desplomado (de los 6,4 a los 4,1) y los resultados se resienten. Hay que hilar muy fino, pero creo que la apuesta por Jandro es acertada.
No es un motivador como Calero. Su mensaje es distinto y nadie se excitará más de lo cuenta escuchándolo. Pero el entrenador de Mieres es un líder silencioso. Es un tipo currante y poco dado a las excusas. Ni alardes ni frases pretenciosamente estimulantes. Será práctico y reconstruirá el equipo desde la defensa. No orillará a los veteranos y yo creo que sacará al Cartagena del pozo y triunfará aquí, como lo hizo Calero pero a la manera de Carrión.
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