Diez nombres que marcarán el año de la ilusión albinegra

Confesó Rubén Castro al acabar la pasada campaña que creía que sus 19 goles le iban a dar al Cartagena para «algo más que lograr la permanencia». Se quedó aquí el canario, no obstante, desoyendo suculentes ofertas. Y está decidido a continuar haciendo historia a sus 40 años. Ya lleva 12 goles, ha adelantado que seguirá jugando una temporada más si supera los 19 del pasado ejercicio y su efectividad (12 tantos en 21 remates) no tiene parangón en categoría. Si se mantiene en estos números es obvio que el Cartagena puede soñar con una plaza en el 'playoff' de ascenso. RC7 es una garantía de éxito. Solo Stuani, con 14 dianas, está por delante de él en Segunda.

Cuando Luis Carrión estuvo en la cuerda floja tras la sonrojante derrota en Las Palmas, los futbolistas acudieron a su rescate y golearon al Ibiza, en un partido en el que Mo Dauda y Rubén Castro dedicaron los dos primeros goles a su entrenador. El catalán, un técnico que convence a los suyos desde la palabra y la naturalidad, se ha ganado el respeto del vestuario con su mano de seda. No usa artificios y va siempre de cara. El 25 de enero cumplirá un año en el banquillo albinegro y ya suma 42 partidos de liga al frente de la nave (16 victorias, 11 empates y 15 derrotas). En el 'campeonato' de 2021 hubiera sumado 59 puntos, un botín estupendo. La clave para 2022 es que no aparezca el desgaste y que sus futbolistas sigan creyendo en él.

Al margen de Rubén Castro, el extremo catalán Álex Gallar es el jugador más talentoso de la plantilla. Cuando él está a su mejor nivel, el Cartagena suele ganar el partido. En sus buenas tardes es una delicia verlo jugar. Hace mejores a todos sus compañeros y acaba siendo imparable para la defensa rival. El problema del atacante cedido por el Huesca es su irregularidad. Cuando no está bien se le nota mucho. Solo lleva dos goles y su producción de tantos y asistencias tiene que mejorar tras el parón navideño. Si Gallar aparece más en 2022 habrá motivos para soñar. Seguro.

En el dubitativo inicio liguero del Cartagena tuvo mucho que ver la ausencia del argentino Pablo De Blasis, quien no hizo pretemporada y se perdió los cinco primeros partidos (derrotas claras frente al Almería, Huesca y Oviedo y apuradísimas victorias contra el Zaragoza y la Real Sociedad B). Volvió De Blasis y al Cartagena se le hizo de día. Y mejor le fue cuando Carrión por fin pudo colocarlo por detrás de Rubén Castro. Si él está cerca del balón y puede ejercer de escudero de los delanteros, el Efesé se convierte en un equipo muy peligroso.

El mazarronero Pedro Alcalá y el gandiense Pablo Vázquez despidieron este 2021 dando una exhibición en el eje de la defensa frente al Mirandés. La noticia fue muy esperanzadora, ya que la mayor parte de los problemas en el Efesé durante la primera vuelta han tenido que ver con el pobre rendimiento de sus centrales. Si ambos se consolidan y repiten actuaciones como la del otro día, las cosas van a mejorar muchísimo.

El club intentó desprenderse el pasado verano del medio Pablo Clavería y del lateral diestro David Simón. No contaba con ellos, pero ninguna oferta de clubes de 1ª RFEF les convencía y se quedaron. Carrión los ha recuperado para la causa y ambos han cumplido con creces cuando han tenido que jugar. Su ejemplo debe servir de cara a 2022 para los jugadores que menos minutos han tenido en la primera vuelta.

2022 será el año en el que por fin verá la luz el proyecto de la ciudad deportiva del FC Cartagena. En las primeras semanas de enero habrá novedades y la gran decisión la tiene que tomar el presidente, Paco Belmonte. O se cierra un acuerdo con La Manga Club para explotar en exclusiva alguno de sus campos o se adquiere un terreno en propiedad, en Cartagena o La Unión, y se parte de cero. La inversión superará el millón de euros y acabará con un déficit histórico del fútbol local.

El Cartagena realizó el pasado verano una operación muy relevante. Se puso al día con el Consejo Superior de Deportes (CSD), que obligaba a todos los clubes que compitieron el pasado año en Segunda a alcanzar un capital social mínimo de 4,3 millones de euros. Así, el Efesé hizo una ampliación de capital de 462.000 euros. El aumento se suscribió al completo con un valor nominal de la acción de 500 euros. Ahora, con la llegada de los primeros 2,4 millones del proyecto LaLiga Impulso, Rebeca García, directora general, tiene diseñado ya su 'Plan de Desarrollo de Club'. Con el dinero de CVC se renovará la fachada del Cartagonova y se montarán una clínica y un restaurante en el estadio.

El Cartagena B se ha proclamado campeón de invierno en el grupo 13 de 3ª RFEF y los chicos de Pepe Aguilar practican un fútbol que maravilla, impropio de la quinta categoría. El reto es rematar la faena en 2022 y lograr el ascenso que el curso pasado se escapó de una manera un tanto cruel en El Pitín. El filial albinegro es ahora mismo referente absoluto en el fútbol modesto regional y es el máximo exponente de una cantera que comienza a dar sus frutos. Un escalón más abajo el objetivo es que el juvenil A se mantenga en División de Honor.

El FC Cartagena CB está cumpliendo con nota en su debut en la LEB Plata. Y hay voces que piden ya el ascenso. El técnico albinegro, el veterano Gustavo Aranzana, sabe que los milagros no existen y pide paciencia. También debe madurar el proyecto del balonmano y las chicas del voleibol necesitan un reseteo para 2022. Lo tienen crudo para volver por la vía rápida a la Liga Iberdrola. El club busca un crecimiento sostenido de sus secciones y, por eso, ha incorporado al Rítmica Cartagena. La idea es ir despacio, poco a poco.