Efesé

El descenso, una batalla ganada para el Cartagena

Esto es importante. Salvo hecatombe mayúscula, el conjunto albinegro va a romper su techo y jugará por cuarto año seguido en el fútbol profesional, está por ver si en Segunda o en Primera División. El Cartagena tuvo su tope tras el ascenso en Alcoy, cuando formó parte de LaLiga de 2009 a 2012. La campaña actual también es la tercera, con la diferencia de que el proyecto cada vez va a más: en la 2020/21 se logró la salvación, en la 2021/22 se alcanzó la novena posición; y este curso el sueño del 'playoff' sigue intacto.

A 7 de marzo, el Efesé ha aprobado con nota el examen más importante del curso: mantener la categoría. Curiosamente, el conjunto albinegro ha logrado su objetivo número uno en la temporada más complicada de todas, condicionada por la lluvia de millones del fondo CVC a la liga española. En este contexto, las diferencias económicas son enormes: los ricos son más ricos y la clasificación queda partida entre unos y otros.

En esta nueva selva, el Efesé partía como cola de ratón: con uno de los presupuestos más bajos de Segunda División y la reconstrucción de una plantilla, el pasado verano, sin los pilares Gallar, Rubén Castro, Bodiger y Dauda. Treinta jornadas después, la permanencia es ya prácticamente una realidad en el Cartagena. Parece imposible que el equipo, en un momento muy bueno, lo pierda todo hasta mayo y los clubes de abajo den el estirón. La comisión deportiva ya analiza jugadores para la próxima temporada; y la plantilla, como ya ocurrió el año pasado, debe pactar una prima en el hipotético caso de ascender a Primera.

Ahora mismo, catorce de los veintidós equipos de Segunda se cambiarían por el Cartagena. Cuatro de ellos (Lugo, Ibiza, Málaga y Ponferradina) tienen un pie y medio en Primera RFEF; otros cinco (Oviedo, Zaragoza, Andorra, Sporting y Racing) van con la soga al cuello; y los restantes están en tierra de nadie y sin picante competitivo en las doce jornadas que quedan por delante.

Ahora, la recta final de la temporada es una batalla para muchos equipos que quieren eludir el descenso. En ese paquete están clubes ricos como el Málaga, que tiene 11,5 millones de euros de límite salarial; otros sin rumbo como el Zaragoza, con 10,1; y los dos asturianos, lejos un año más del 'playoff', primero el Oviedo (9,7) y luego el Sporting (8,5). Son casi 40 millones de euros invertidos en no estar ni en la parte media de la clasificación. Esta una guerra ajena para el Cartagena, que a pesar de tener el cuarto límite más bajo de todos (6,4) vive completamente alejado de la que, en teoría, debería ser su batalla.

El conjunto albinegro cumple hoy 555 días sin pisar los puestos de descenso a Primera RFEF. Son 80 semanas, concretamente las transcurridas desde el 30 de agosto de 2021. Ese día, el Efesé abandonó la zona roja al vencer al Zaragoza en Lo Romareda, en la jornada 3 de la temporada 2021/22. Desde entonces, los muchachos de Luis Carrión ni pisan ni están cerca de esa zona caliente.

En la primera temporada, el Cartagena logró la salvación matemática en la jornada 40; y la pasada se adelantó a la 37, cuando los albinegros golearon al Girona en el Cartagonova (3-0) y el Amorebieta, que marcaba la zona de descenso, pinchó en su visita a San Sebastián (2-1). A estas alturas del año, el Efesé tenía un colchón de 14 puntos y la Real Sociedad B aún soñaba con un imposible, a solo 4 de la permanencia.

Esta vez, el panorama es difícilmente cambiante. El equipo que marca la zona de descenso, la Ponferradina, tiene a 6 la salvación. A 10 se le ha ido al Málaga, mientras que el Ibiza y el Lugo la tienen a 12. Muy mal tienen que hacerlo el resto de implicados (Oviedo, Zaragoza, Andorra, Sporting y Racing) para caerse al pozo. El listón está muy bajo pese al empujón de CVC.

El Cartagena, alcance o no los 'playoff', terminará el curso con todo un récord: alcanzando los 636 días sin estar cerca siquiera de quemarse. Aunque no es su obligación, por presupuesto, tiene a tiro la lucha por la sexta plaza; o en superar, al menos, la novena del año pasado.