El cartagenerismo dice adiós al año menos viajero de todos

El cartagenerismo pone fin oficialmente a la temporada menos viajera de todas, precisamente en un curso donde existían hasta más de medio docena de viajes cómodos para seguir al equipo en directo. Buena parte de la responsabilidad la tiene la situación deportiva, con el equipo matemáticamente descendido hace dieciséis días pero de manera virtual desde hace meses. La imagen del Efesé, cada vez más lejos de una versión potable y competitiva, tampoco acompaña a que al menos la masa social tenga interés en seguir hasta el último aliento.

No hay aficionados en el Cartagonova y ya tampoco lejos de él, por lo tanto. Con la imagen de la curva visitante del Carlos Belmonte completamente vacía, el pasado sábado, se cerraron las posibilidades reales de ver aficionados albinegros en las gradas de otros campos de fútbol. A Albacete solo acudieron poco más de treinta personas, tres cuartos de la mismo que en el anterior viaje a Almería.

En circunstancias normales las colas, la solicitud de entradas al club local y la movilización de autobuses hubiera estado a la orden del día. Últimamente ya ni siquiera el Efesé las solicita; tampoco la Federación de Peñas, definitivamente desconectada de esta temporada: toda la directiva dimitió hasta las elecciones convocadas el 22 de mayo y las redes sociales, que ya estaban desactualizadas, cumplen este martes un mes sin movimiento.

Así está el clima futbolístico en el Efesé y así lo está desde hace meses, porque el 9 de marzo también se contaron fácilmente los valientes que se fueron al Ciudad de Valencia, ante el Levante; tampoco fueron demasiados a Elche, todos ellos desplazamientos históricamente que movilizaron a cientos y hasta miles de personas fieles al Efesé.

Ante esta situación, Guillermo Fernández Romo se ha quedado ya sin palabras y sin discurso en cada rueda de prensa. El entrenador del Cartagena ya solo pide competir con dignidad, dar la cara y ser competitivos. Pero tristemente ni el madrileño conoce la victoria y crece la sensación de que el equipo se despedirá esta temporada sin ganar desde el 9 de diciembre y ya veremos si como el peor colista de todos.

Lo único que se le puede pedir al Cartagena a estas alturas de la temporada es que evite el bochorno de convertirse en el peor equipo de toda la historia de Segunda División. Los albinegros tienen cinco jornadas por delante no ya para competir con unas mínimas garantías, sino para al menos sumar 3 de las últimos 15 puntos en juego para superar al Sevilla Atlético, que en 2009 perdió la categoría con 19 puntos en la clasificación.

El filial hispalense figura como el peor colista de toda la Segunda División y el Efesé tiene en su mano al menos no incluir esa fea mancha en su historial. Los albinegros tienen 17 puntos y con solo 3 se conseguiría superar al Sevilla Atlético. El Cartagena no gana desde el 9 de diciembre y con Guillermo Fernández Romo llegó una racha sin precedentes de nueve derrotas consecutivas, cortada con sendos empates a dos ante el Deportivo y el Castellón, a la que ahora le han seguido otros cuatro días negros frente al Eldense (0-1), el Almería (2-1), el Granada (2-3) y el Albacete (3-1).

Este domingo (Cartagonova, 18.30 horas) hay una oportunidad para remediarlo. No será nada sencillo porque viene el Racing de Santander, que anda en plena pelea por el ascenso directo a Primera División y necesitará sí o sí llevarse el botín y sin especular. En la ida, en El Sardinero, los albinegros dieron la campanada contra todo pronóstico (1-2). Será una cita, dentro de la situación, especial para Romo porque dirigió y ascendió a los cántabros a la categoría de plata.