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Rafael Hernández, Pepe Moll, José Luis Vivancos y Carmen Campillo abordaron la trazabilidad del sector, en la mesa moderada por Manuel Buitrago. Vicente Vicéns / AGM

El sector del transporte reclama ayuda al Gobierno en el reto de la transición ecológica

Sus profesionales piden una normativa que se ajuste a la realidad de su actividad, que regule los altos costes que asumen y haga posible el paso a una movilidad más sostenible

Lydia Martín

Molina de Segura

Jueves, 23 de noviembre 2023, 23:47

El papel que desempeña el sector del transporte en el progreso económico de la Región de Murcia es indudable. Su relevancia se plasma en su liderazgo en España y parte de Europa en el transporte de mercancías, una posición referente que ha conseguido gracias al mimo que pone para que cada producto llegue en tiempo y forma al lugar de destino, con una calidad que refleja el trabajo de una larga cadena de profesionales que abarca desde el productor hasta el propio transportista, con el consumidor final como destinatario. Un proceso en el que las empresas de logística y transporte han tenido que enfrentarse a numerosos retos que parten de las normativas europeas, y que presenta nuevos interrogantes que requieren de la unión de sus protagonistas para configurar sus GPS hacia el futuro.

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Con este fin, el VI Foro del Transporte de Molina de Segura, organizado por el diario LA VERDAD, con el patrocinio de Vrio y Serviman y la colaboración de Campillo Palmera, Ayuntamiento de Molina de Segura y Froet, analizó ayer en el Auditorio Virginia Martínez del Mudem la situación de este sector en continua renovación, centrándose en sus fortalezas y debilidades, retos y desafíos, con el fin de «poner un punto de encuentro de sus problemas y ver conclusiones y soluciones», tal y como adelantó el alcalde de Molina de Segura, José Ángel Alfonso. Un análisis importante si se tiene en cuenta que en la Región operan cerca de 7.000 empresas relacionadas con el transporte, con más de 12.500 vehículos pesados y 25.000 ligeros, además de dar empleo a cerca de 100.000 personas, según informó el senador autonómico José Ramón Díez de Revenga.

Los principales retos apuntan a dos vertientes que parecen independientes, pero que influyen la una sobre la otra: la transición ecológica, la sostenibilidad y el aumento de costes. En el primer caso, el reto responde a la presión europea de reducir al 55% las emisiones antes de 2030 y al 90% antes de 2050. «El sector no está atravesando el mejor momento porque hay muchos frentes a los que acudir y vemos que las soluciones políticas no se corresponden con la realidad», indicó durante la primera mesa redonda Manuel Perezcarro, secretario general de Froet, que hizo alusión a la falta de infraestructuras como el «principal 'handicap'» para que las flotas puedan abastecerse de energía eléctrica o hidrógeno.

Los ponentes incidieron en la necesidad de dar «visibilidad» a su labor y reclamaron «coherencia en la legislación»

Este 'desfase' entre el ritmo al que las empresas del sector pueden implantar tecnología y el que exige la Unión Europea preocupa a los profesionales del sector, por ser una evolución «acompañada de un precio», tal y como indicó María del Rosario Cuenca, CEO de Transportes La Paloma, haciendo referencia al coste que supone adquirir estos nuevos vehículos. «Han empezado a hablar de los vehículos eléctricos antes de tiempo, porque los costes son muy superiores a los de combustión y en camiones hay poca influencia», añadió Martín García, director general del Grupo Serviman, que ciñó la movilidad eléctrica a la distribución corta, teniendo en cuenta la falta de normativa sobre la instalación de puntos de carga en carreteras.

Es por esto que el secretario general de Froet tildó de «impensable» el camión eléctrico por el momento, ya que la velocidad de carga actual «no da respuesta a las necesidades del sector». Por eso, pidió al Gobierno de España «que tenga más calma a la hora de exigir y que la políticas vayan acompasadas con la evolución de la tecnología y ayuda suficiente para implantar tecnología». Como solución planteó vehículos de combustión que puedan ser alimentados por los nuevos combustibles, como el hidrógeno, para reducir la inversión, además de ampliar la red de recarga de vehículos.

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Acuerdo sobre combustible

Al reto de la transición ecológica se suma el problema del aumento del precio del carburante, ya que «el 30% del gasto del transportista es el combustible», tal y como indicó Anthony Renton, fundador y CEO de Vrio. «Las empresas no pueden controlar los precios, que se deben muchas veces el baile político de los países productores o la economía mundial, que no pasa por su mejor momento», añadió, animando a luchar para buscar la manera de «llegar a un acuerdo tope de combustible con el Gobierno para tener más estabilidad».

Trasladar el aumento de costes a los precios sigue siendo una de las principales inquietudes del sector en la actualidad

No se trata solo de combustible, sino de los peajes o impuestos de circulación, tal y como matizó García. «El transportista por sí mismo está encorsetado y tiene poco margen de maniobra para salir adelante, porque las cuestiones vienen impuestas, como el precio del combustible. Por eso es importante que se den unas condiciones generales que hagan fácil para la empresa de transporte desarrollar su actividad», añadió Perezcarro, que criticó la «burocracia innecesaria y exigencias que requieren de cargas administrativas que no aportan productividad a la empresa».

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Falta de relevo generacional

La escasez de conductores sigue siendo una de las grandes preocupaciones del sector del transporte, ante «una generación que no ve su vida compatible con este negocio», señaló María del Rosario Cuenca, advirtiendo del problema que supone esto especialmente para la continuidad de las pequeñas empresas. En este aspecto, Anthony Renton apostó por hacer el sector más atractivo.

El secretario general de Froet puso sobre la mesa las fusiones de empresas para hacer frente a los cambios de demanda del transporte, para que en vez de dedicar recursos a comprar más camiones o establecer nuevas bases logísticas, compren empresas que prestan servicios complementarios a los suyos. «Lo hacen para diversificar su propio negocio, porque el principal problema es la atomización», matizó, defendiendo esta vía para «no depender siempre de otro operador que merme sus beneficios a causa de la subcontratación». «La única defensa que tienen las pequeñas empresas y autónomos es agruparse en cooperativas para tener unos servicios más económicos y una capacidad de comercialización mayor para ofrecer sus servicios a clientes más grandes», recalcó.

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Dignificar la venta y el coste

Durante la segunda mesa redonda de la jornada, la socia y directora de RR HH de Campillo Palmera, Carmen Campillo, reivindicó la necesidad de que se le dé más visibilidad al sector. «Tenemos la sensación de que solo servimos para pagar impuestos y sanciones y queremos que nos den la importancia que tenemos y que exista una coherencia en la normativa de legislación», apuntó. A esto se añade el hecho de «dignificar la venta» dándole valor al trabajo que realizan, favoreciendo la relación entre cliente y transportista que permita ajustar costes ante la reducción de márgenes del sector, tal y como indicó Rafael Hernández Cánovas, director de proyectos y desarrollo de negocio de Transnaba. «Es una relación de confianza, porque cuando le das valor, puedes trasladarlo al cliente», añadió. La dificultad, según Campillo, es trasladar el coste real, con las subidas que están experimentando, al cliente final. «Ese aumento de costes tenemos que trasladarlo al precio, optimizando todo lo que se pueda para que no aumente demasiado y haciendo que el cliente lo entienda», añadió.

Esta concienciación de los usuarios va desde los grandes transportes hasta la paquetería, ya que, tal y como recalcó José Luis Vivancos, Station manager de DHL, las exigencias se extienden a las entregas, seguimientos, trazabilidad y rastreo, lo que también implica «unas rutas más eficientes, con mayor recorrido y menor consumo». «Lo que el cliente nos demanda es el seguimiento para saber dónde está su paquete», secundó Pepe Moll, controller financiero de La Espada.

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  1. El alcalde de Molina de Segura bajará el canon de circulación

El alcalde de Molina de Segura, José Ángel Alfonso Hernández, puso en valor el protagonismo del municipio en el transporte de mercancías, como sede de las empresas más relevantes del sector, con una Ciudad del Transporte «que se ha quedado pequeña y habrá que ampliar». En su intervención, mostró su compromiso para hacer un estudio en el próximo año y anunciar que Molina de Segura sea «el municipio de España con el impuesto de circulación más económico».

  1. Un futuro con todas las tecnologías disponibles

En su ponencia 'La descarbonización del sector del transporte', el director general de Disfrimur, Juan Jesús Sánchez, compartió el modelo de transporte sostenible de la empresa, que le lleva a trabajar con gas natural, diésel, GNC y GNL y vehículos eléctricos, ampliando al biometano e hidrógeno, ya que su meta es que en todas sus bases tengan disposición de usar estos combustibles. Para Sánchez, «el futuro inmediato del transporte por carretera es tener todas las tecnologías disponibles», y que sea el cliente quien decida el tipo de desplazamiento en función de su trabajo, necesidades y la normativa vigente en cada país, «eligiendo la alternativa más eficiente y sostenible». «Todos los que estamos en la cadena tenemos que contribuir a esta descarbonización», añadió, incidiendo en la uniformidad en las normas y regulaciones europeas, nacionales y autonómicas.

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  1. Mantener el liderazgo ante las exigencias de la UE

Ante la transición ecológica y la sostenibilidad se plantean dos opciones: resistirse o alinearse. «Lo inteligente es invitar a todas las empresas de la Región a alinearse con esas políticas de transición ecológica para aprovecharlo como una oportunidad para crecer y evolucionar», afirmó en su ponencia el senador del PP José Ramón Díez de Revenga, quien animó a convertirlo en una oportunidad. Incidió en la necesidad de identificar los retos, analizarlos, ser conscientes de ellos y adaptarse para «seguir siendo líderes» ante las exigencias de Europa y de los propios clientes. Confió en la capacidad de la Región para líderar la innovación e investigación, para materializarlo en el sector de forma rápida: «Si nos alineamos con las políticas de la Unión Europea y nos mentalizamos de que lo podemos convertir en una oportunidad, seremos punteros tecnológicamente, y exportaremos estas tecnologías como ya hemos hecho con las agrícolas para seguir siendo líderes», añadió.

El ferrocarril como aliado

La clausura del VI Foro de Transporte corrió a cargo del Consejero de Fomento e infraestructuras de la Comunidad, José Manuel Pancorbo de la Torre, que alabó el «trabajo bien hecho» del sector, al que motivó a valorar la alternativa ferroviaria, siguiendo el enfoque europeo de ver el transporte ferroviario como aliado a través del desarrollo del Corredor Mediterráneo, siendo Francia la conexión con Europa por esta vía en el caso de España, apuntó.

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En este sentido, Perezcarro incidió en la necesidad de mejoras para «resolver las desventajas» de este transporte multimodal, especialmente en productos perecederos, ya que, tal y como añadió Martín García, los trasbordos dificultan que «la mercancía llegue antes en tren que en camión». «Compatibilizar es fácil si la ruta lo permite y la infraestructura existe, porque tiene un potencial enorme», indicó el CEO de Vrio, Anthony renton, que aludió como contrapunto la rigidez del enfoque multimodal y la problemática de que se ajuste a la realidad de los transportistas, «que necesitan flexibilidad porque a veces las rutas cambian».

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