El sector agroalimentario busca diversificar mercados ante la nueva amenaza arancelaria

La Región de Murcia sigue cumpliendo con las expectativas de su fama acreditada como despensa de Europa. Las exportaciones agroalimentarias regionales alcanzaron la cuarta mayor cifra en términos absolutos por comunidades autónomas el pasado ejercicio, con más de 6.700 millones de euros y presencia en casi 170 países. Alcanza esta posición de preferencia gracias a la fortaleza, dinamismo y motor de crecimiento de este amplio sector, que afronta incertidumbres como la previsión de recortar el agua del Trasvase Tajo-Segura para el regadío del Levante a la mitad a partir de 2027 y la guerra arancelaria por parte de la Administración de Estados Unidos (EE UU).

Para despejar estos nubarrones y otros desafíos, exponer ideas en común y visualizar un futuro ilusionante, ayer se celebró la séptima Jornada Agroalimentaria con un panel de expertos del mundo de la empresa, la banca y el asociacionismo para ahondar en los retos y oportunidades del comercio exterior e internacionalización del sector agroalimentario. El encuentro, moderado por el periodista Manuel Buitrago, tuvo lugar en el Hotel Nelva de Murcia.

Paula Nieto, directora territorial del ICEX en Murcia, puso en valor el papel destacado de la Región de Murcia en el superávit de la balanza comercial agroalimentaria española registrado en 2024, que marcó un récord histórico con 18.449 millones de euros: «El 25% proviene de la balanza agroalimentaria regional». «A cada sector hay que darle la importancia que tiene», subrayó.

«Animo a las empresas a salir fuera, merece la pena intentarlo», profirió Leonardo Pérez, responsable del Departamento de Comercio Exterior de la Cámara de Comercio de Murcia, afirmando que el organismo contempla más de 80 actuaciones orientadas a fomentar la internacionalización de las empresas a lo largo de 2025. Además, expuso que las exportaciones de la industria alimentaria de la Región de Murcia (excluyendo los frescos y el vino) han crecido, entre 2019 y 2024, por encima del 100% en mercados como Marruecos, con un incremento del 245%, República Dominicana (435%), México (267%) y Filipinas (145%).

Una visión que compartió Nieto, partidaria de buscar nuevos nichos de mercado e incluso observar los pasos de los competidores. En este sentido, recomendó fijarse en Singapur, que ha experimentado un crecimiento significativo, y encontrar una alternativa a China para compensar la pérdida de carne porcina.

La diversificación de mercados de cierta relevancia, como Marruecos, Corea del Sur y China, fue la propuesta de Borja Fernández, responsable del Área de Internacionalización y Política Internacional de la Federación Española de Industrias de la Alimentación y Bebidas (FIAB), para evitar los efectos negativos de los aranceles de EE UU impuestos por Donald Trump. «Porque no hay que poner todos los huevos en la misma cesta», justificó, antes de comparar el crecimiento del 4,6% de las exportaciones de alimentos y bebidas a este país de enero a marzo de este año frente al 25% registrado en el mismo periodo de 2024: «Estos vaivenes lastran el crecimiento». Aun así, aconsejó a las compañías con presencia en EE UU continuar, con el objetivo de «no perder la posición en los lineales».

Igualmente, remarcó que este mercado es «insustituible» por varios motivos: cantidad de población y nivel de aceptación de los productos españoles. «El consumidor estadounidense nos conoce y valora», apostilló, señalando que EE UU representa el cuarto destino, tras Francia, Italia y Portugal, para las exportaciones de productos manufacturados de España.

Alertó Francisco Javier Pascual, responsable de Comercio Exterior y Tesorería de CaixaBank en la Comunidad Valenciana y la Región de Murcia, del fraude que también rodea a las exportaciones, con casos reportados «cada mes o mes y pico». De ahí la importancia de contar con equipos especialistas en las operaciones internacionales para reducir los riesgos comerciales y gestionar los cobros y pagos, entre otros procesos. «Pedidnos asesoramiento, estaremos encantados de atenderles» expresó. También compartió uno de los asuntos que más ocupa y preocupa a la industria: garantizarse el cobro de las exportaciones, para lo que existen alternativas que van más allá del cobro por transferencia y anticipado, cuyas condiciones son las más extendidas. Entre ellas, mencionó los seguros de caución, «que permiten dar cuello al cliente y te aseguras un porcentaje alto en caso de impago», y las garantías bancarias, para asegurar el pago de operaciones distintas.

César Vicente, CEO de Tana, empresa dedicada a la producción y exportación de cítricos, reclamó a la Unión Europea una mayor protección del sector agrícola frente a terceros países: «La solución viene de su mano». Así, propuso buscar el modo de diferenciar los productos comunitarios con algún etiquetado o distintivo, o establecer una especie de arancel a las importaciones procedentes de terceros países que no cumplan con los mismos controles sanitarios obligatorios. «El único reto real es la competitividad», aseveró.

Pascual incidió en que la industria agroalimentaria regional tiene a su disposición a tres especialistas en comercio exterior de CaixaBank para asesorarle sobre cómo internacionalizar su actividad, desde nuevos países y mercados a los que dirigir sus exportaciones hasta cómo orientar mejor sus proyectos internacionales. Por su parte, Pérez reiteró que en la Región de Murcia «se apoya bastante y bien» el sector agroalimentario en su salida al comercio exterior, donde España goza de una imagen «muy buena y positiva». Para muestra, narró que un importador de Arabia Saudí le exige a una empresa murciana que en la etiqueta aparezca la bandera española, para «que se reconozca que el producto es español; hay que aprovechar esta oportunidad».

«La Región de Murcia es una tierra que ha sabido ganarse un nombre propio en los mercados internacionales, convirtiéndose en una de las principales zonas exportadoras de España en términos per cápita», evidenció Víctor Rodríguez, director de LA VERDAD, en la apertura de la VII Jornada Agroalimentaria, resaltando que «los productos agroalimentarios regionales no solo compiten en calidad, sino también en sostenibilidad, innovación y trazabilidad».

El director de AgroBank en la Comunidad Valenciana y la Región de Murcia, Carlos Campos, puso en valor la celebración de eventos de esta naturaleza para destacar «las cosas que se están haciendo bien». Durante su intervención, explicó que esta línea de negocio de CaixaBank tiene como misión impulsar la transformación del sector agroalimentario, enfocándose en tres grandes ejes: financiero, tecnológico y social. Sobre el primero, contó que AgroBank facilitó al conjunto de la cadena agroalimentaria regional cerca de 3.000 millones de euros en 2024.

Aseguró la consejera de Agua, Agricultura, Ganadería y Pesca, Sara Rubira, que el sector agroalimentario hace bandera de la Región de Murcia cuando comercializa sus productos en los 169 países donde tiene presencia. «Somos la tercera provincia más exportadora de España», presumió, tras exponer que «la industria alimentaria supone más del 15% del sector industrial y sus exportaciones crecieron más de un 7% en 2024 con respecto al año anterior, superando los 3.300 millones de euros contemplando toda la industria».

Sobre la amenaza arancelaria de EE UU, la titular del ramo se dirigió a los empresarios para tranquilizarles acerca de las posibles repercusiones para la economía regional, indicando que el Gobierno regional está trabajando en la apertura de nuevos destinos, como China, México y África Oriental. «No estáis solos en este viaje, os apoyaremos cuando participéis en acciones comerciales y asistáis a ferias», prometió. Al respecto, adelantó que están preparando acciones comerciales relacionadas con el vino en Reino Unido: «Confiamos en que van a ser un éxito».

La VII Jornada Agroalimentaria está organizada por LA VERDAD y cuenta con el patrocinio de Región de Murcia y CaixaBank.

El director de la Región de Murcia de Price Waterhouse Cooper, Javier Celdrán, disertó sobre los análisis, los desafíos y las palancas para la competitividad del sector agroalimentario, al que considera un eslabón clave en materia de exportación y, por ende, de la economía española. Inició su ponencia desvelando una serie de macrotendencias para esta industria, como las tensiones en la política comercial -«Estados Unidos está dando una colleja grande a Europa con los aranceles», dijo-; los cambios en la demanda y hábitos de consumo, entre ellos el de cocinar menos en casa; la incertidumbre energética, logística y de suministro, y los avances tecnológicos y digitalización, con la irrupción de herramientas como la inteligencia artificial y la sensorización.

También expuso los retos que conciernen al sector regional, como el endémico estrés hídrico y cambio climático («la solución no son las desaladoras», matizó); la falta de tamaño empresarial y automatización del sector; la escasez de mano de obra; los modelos de negocio centrados en la producción, y la baja diferenciación de producto, para lo que propuso apostar más por el comercio digital.

«Es el momento de pasar a la acción, de que nos arremanguemos», pidió Celdrán, para seguir siendo la huerta de Europa y la fábrica del mundo. A su juicio, conseguir este propósito pasa por activar diferentes palancas de competitividad, entre ellas la concentración empresarial; la propuesta de valor diferencial para generar una demanda premium; la mejora de los márgenes, revisando las áreas de negocio para sanar las bolsas de rentabilidad; la constitución de un equipo de alto rendimiento, generando entornos laborales amables con objetivos que incentiven al talento, y la búsqueda de 'océanos azules', es decir, mercados que aún no han sido explotados.

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