El talento como motor de expansión de Caudal

El Grupo Caudal, empresa especializada en soluciones de riego, es un claro ejemplo de compañía en pleno crecimiento que apuesta por la búsqueda del talento, promoviendo el desarrollo personal y profesional de su equipo en un entorno dinámico y en evolución.

El mejor ejemplo es el testimonio de tres de sus profesionales, Carmen González, Isabel Gómez y María del Mar Granados, quienes celebran la evolución y el éxito de la compañía al mismo tiempo que resaltan cómo se ha convertido en un espacio de crecimiento para sus empleados y un referente en tecnología dentro del sector.

Carmen González se unió a la compañía en 2023 y representa el enfoque clave de Caudal por aunar talento joven, innovación y mejora continua. Como técnica especializada, forma parte del Departamento de Producto, un área recientemente creada dentro de la empresa con el objetivo de canalizar las necesidades del sector agrícola y optimizar el proceso productivo.

En lo que se refiere al desarrollo de la empresa dentro de la industria, Carmen asegura que «el sector agrícola es altamente técnico y preciso, y la innovación y automatización son claves para su progreso». Además, comenta que ha sabido adaptarse a la última tecnología, buscando la oportunidad para seguir mejorando la eficiencia en la producción y la gestión de sus recursos.

Respecto al desafío de la incorporación de talento, destaca que es uno de los objetivos principales dentro de la organización y que, además, Caudal demuestra que «el liderazgo femenino es una realidad y una fortaleza dentro de su estructura» con la figura de María José en la alta dirección.

En este sentido, Isabel Gómez, que ocupa desde hace unos meses un puesto como administrativa en el Departamento de Bricolaje, aborda el tema del liderazgo en el sector agrícola subrayando que todavía queda «camino por recorrer en términos de equidad de género y visibilidad de las mujeres en puestos directivos».

«A pesar de los avances, seguimos luchando por una representación justa y más visibilidad para las mujeres en todos los niveles de la industria. En María José, mi jefa, veo un claro ejemplo de que las mujeres podemos ocupar puestos de gran responsabilidad» añade.

María del Mar Granados es la que más recorrido tiene dentro de la compañía ya que comenzó su historia en Caudal como auxiliar de laboratorio hace más de dos décadas, en 2004, siendo este su primer empleo en el sector.

Desde entonces, su crecimiento profesional ha ido de la mano con el de la empresa, aprendiendo desde cero y convirtiéndose en una pieza clave en el laboratorio de control de calidad. «Todo lo aprendí aquí, de los compañeros que me enseñaron paso a paso y me formaron», afirma María del Mar.

Hoy, su labor es crucial en los ensayos de materias primas y productos fabricados. Además, María del Mar es testigo del crecimiento exponencial de la compañía desde su entrada, y prueba de ello es la expansión del equipo del laboratorio, que ha pasado de dos personas a seis, y la incorporación de nuevas maquinarias que han permitido mejorar la capacidad y precisión del control de calidad.

Por su parte, y desde su corta experiencia, Isabel siente que le han valorado positivamente desde el primer día: «En poco tiempo he podido desarrollarme profesionalmente, ya que inicialmente entré para ser un apoyo y actualmente soy la encargada de gestionar una parte importante del departamento de Bricolaje», apunta.

Pero más allá del crecimiento profesional, estas tres mujeres destacan el buen ambiente de trabajo en Caudal. «Es como una gran familia», comentan, insistiendo en la importancia de un entorno laboral colaborativo para su desarrollo.

Asimismo, coinciden en que uno de los pilares fundamentales de Caudal es la sostenibilidad. Carmen resalta la importancia de la economía circular dentro de Caudal, buscando una producción más eficiente y respetuosa con el medioambiente. «Estamos adoptando prácticas que nos permitan optimizar el uso de los recursos y promover una gestión responsable en todos los niveles», comenta.

Para Isabel, representa un «modelo de empresa comprometida con la calidad, la eficiencia y el respeto por el medio ambiente», lo que la posiciona como un «referente en la Región».

La diversidad no es solo una meta, sino una realidad tangible dentro de la compañía. Desde el laboratorio de control de calidad hasta la gestión de producto y el departamento de bricolaje, cada una de estas mujeres ha encontrado oportunidades para desarrollarse en un entorno donde el trabajo en equipo, la sostenibilidad y el liderazgo inclusivo marcan la diferencia.

Sin embargo, como señala Isabel, aún queda trabajo por hacer en la industria. «Los avances que hemos logrado como mujeres en el sector agrícola son solo el comienzo. Debemos seguir apostando por iniciativas que nos permitan ocupar posiciones de liderazgo y tomar decisiones clave».