La UE acelera el salto definitivo a las energías verdes con normas y ayudas

«La UE nos da, pero también nos exige», condensa estos propósitos Ángel Molina García, coordinador del Programa Doctorado de Energías Renovables y Eficiencias Energética de la Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT). Y señala que la normativa europea sobre descarbonización de la economía, junto con la financiación de proyectos relacionados con la energía solar fotovoltaica, la eólica y otras verdes, ha tenido un impacto positivo en la Región de Murcia en los últimos años, a nivel económico y medioambiental, y lo tendrá en la nueva legislatura. Uno de los mecanismos claves es la lluvia de millones del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia de la UE, puesto en marcha para relanzar la economía comunitaria tras la pandemia de Covid.

El avance en las energías renovables salta a la vista en los datos del área de Industria y Energía de la Delegación del Gobierno en la Región de Murcia, según los cuales en 2023 un tercio de la producción eléctrica de la Región tuvo su origen en esas fuentes. Creció en casi diez puntos y se situó en el 32,7%, con una presencia destacada de la solar fotovoltaica, que representó más de una cuarta parte en la estructura de generación: un 26,4%.

El Ejecutivo espera que la fotovoltaica supere a las centrales de ciclo combinado en el 'mix' energético en cinco año, ya que están en tramitación decenas de proyectos privados. Eso sí, la cuota de renovables de la Comunidad es inferior en doce puntos a la nacional, gracias al tirón experimentado en otras regiones.

A solo cuatro días paras las elecciones del 9-J, Ángel Molina, catedrático de Ingeniería Eléctrica, señala a LA VERDAD que, debido a las políticas comunitarias, «hay una mayor integración de las energías renovables en la Región, porque hay una serie de hitos legales que cumplir y muchos fondos para el desarrollo de proyectos».

La producción industrial de hidrógeno verde y la mejora de los sensores de comunicación en las instalaciones renovables centran trabajos de investigadores de la UPCT, entre ellos el catedrático de Física-Química José Javier López. Junto a él trabaja Molina, quien afirma que instituciones, empresas y ciudadanos de la Región tienen la «oportunidad» de sacar el mayor provecho del respaldo de la UE a las energías limpias, por ejemplo, a través de las subvenciones canalizadas (y en ocasiones cofinanciadas) por el Gobierno central. Algunas son gestionadas por las comunidades autónomas.

«Necesitamos introducir más la energía fotovoltaica, tanto con paneles solares en viviendas, naves industriales y edificios públicos, como con parques solares y de agrovoltaica», apunta el catedrático. Cita también las comunidades energéticas, entidades jurídicas formadas por socios (por ejemplo, vecinos de un mismo barrio) que generan y consumen su propia energía; y ve necesario que haya más implicación estatal, por medio de Red Eléctrica, para mejorar la infraestructura de transporte; y que la Comunidad agilice el pago de las ayudas y se garantice la ordenación del sector, para evitar conflictos sociales por el impacto de las plantas en el medio ambiente y el paisaje rural.

Por último, destaca la ventaja que aporta el valle industrial de Escombreras, en Cartagena, «un colchón ante las fluctuaciones en la producción de energía renovable» (sujeta a la climatología), al disponer de «3 gigavatios instalados» en plantas de generación de ciclo combinado. Y observa que «el despliegue del coche eléctrico y de los puntos de recarga está siendo más lento de lo que se esperaba». Ve potencial de crecer en biomasa y en eólica, «donde apenas hay parques en Jumilla, Cieza y La Unión y algunos se están quedando obsoletos y necesitan ser renovados». Y cita el 'mix' huerto solar-eólico.

Sobre el hidrógeno verde, cuya «ventaja principal es el almacenamiento del excedente de producción de energía renovable», Molina se muestra cauto, a la espera de «ver cómo se desarrolla». A través del plan 'REPowerEU', la UE busca acelerar la producción y el uso de hidrógeno renovable.

Después de tres años de recorrido, la Asociación Sectorial del Hidrógeno Verde y los Gases Renovables de la Región de Murcia (Ahmur), integrada por 40 socios –entre ellos Andamur, Enagás Renovable, Primafrio, Soltec, Engie y Repsol–, insiste en la meta de convertir Escombreras en un polo de producción y distribución de estas energías a través de la red nacional. También pretende que el Puerto de Cartagena sea referente en su exportación marítima a mercados internacionales.

La gestión de los residuos de la solar, la eólica y otras industrias es otro desafío y otra oportunidad de creación de riqueza y empleo en la Región, pues la UE está embarcada en potenciar la economía circular. Igual sucede con la eficiencia energética, que merece fondos para renovar flotas de autobuses municipales, mejorar el alumbrado público y rehabilitar edificios públicos y privados.

El sector de la construcción reclama menos burocracia para que ese dinero fluya con más rapidez y facilidad hacia la rehabilitación de viviendas. Ello, a su vez, permitiría intervenir sobre uno de los puntos negros de la Región: la pobreza energética, plasmada en cifras como que, según muestra un informe de la Universidad Pontificia Comillas, en 2023 dos de cada cinco murcianos no pudieron permitirse mantener su vivienda a una temperatura adecuada ni en verano ni en invierno. Mejorar el aislamiento de las casas es una de las medidas orientadas a paliar esta situación. Para ello, también hay fondos de Bruselas.

En la Consejería de Medio Ambiente, Universidades, Investigación y Mar Menor, que dirige Juan María Vázquez, indican varios objetivos de la UE llamados a beneficiar a la Región durante el próximo lustro. Uno es «incentivar la descarbonización de la economía a través del fomento de la eficiencia energética en todos los sectores, así como del autoconsumo de energías renovables».

Otro eje debe ser «apoyar la aceleración de las infraestructuras de almacenamiento eléctrico, para poner a disposición de los consumidores energías renovables las 24 horas del día y atraer industrias electrointensivas, como la del hidrógeno verde». Y también se debe «fomentar las inversiones en redes eléctricas, para que no sean un cuello de botella en la transición energética y que la Región deje de ser una isla energética de España».

El Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (Idae) ha destinado a la Región de Murcia fondos del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia de la UE. Según fuentes de la Delegación del Gobierno, que dirige Mariola Guevara, el Idae, del Ministerio para la Transición Ecológica, inyectó 5,4 millones de euros para energías renovables térmicas en industrias y servicios, «de los que a cierre de 2023 se había ejecutado solo un 1%». Y aportó 157.000 euros para la rehabilitación energética de edificios en municipios de menos de 5.000 habitantes.

En cuanto al Plan Moves III, de movilidad eléctrica, la Región recibió 18,8 millones, de los que al finalizar el año pasado «solo había ejecutado el 18%». Para instalaciones de biogás llegaron 3,8 millones para cinco proyectos en Lorca, Molina, Fuente Álamo, Alguazas y Jumilla. Y para comunidades energéticas, el Idae asignó 874.000 euros a un proyecto en Puerto Lumbreras y otro en Murcia y 889.000 euros para tres oficinas de promoción de este tipo de entidades.