Manuel Pineda (Sumar): «Los fondos de inversión dejarán la tierra inservible»

-¿Cómo ve la situación de la extrema derecha en Europa?

-Empezó en Hungría y Polonia, y ya la tenemos en gobiernos como el de Italia, en países nórdicos como Finlandia o Suecia, o los Países Bajos... Y se prevé que al final de este año haya ministros de extrema derecha en 17 de los 27 estados miembros. Es un tema gravísimo. Mi opinión es que esto llega cuando desde la política no damos solución a los problemas de la gente, con una generación que va a vivir peor que la de sus padres y que ve cómo se desmantelan los servicios públicos. Cuando el ciudadano está desesperado, es más fácil que compre estos discursos. Tenemos que hacer una reflexión sobre esto y cuestionar un sistema que genera sufrimiento en la mayoría de la sociedad.

-¿Qué aportarán al respecto?

-Nuestro objetivo es impulsar políticas desde la Unión Europea a través de los fondos para crear crear más y mejor empleo con un tejido industrial sostenible. Pero las condiciones de vida de los trabajadores y trabajadoras no dependen solo de tener un empleo, también depende de tener unos servicios públicos de calidad, la sanidad, la educación, la vivienda... Por ejemplo, queremos impulsar una directiva europea que obligue a los Estados a que el 20% de las viviendas sean sociales, como ya ocurre en Holanda o Dinamarca. Eso no puede depender de la voluntad de cada Gobierno, como demuestra que en España estamos en el 3%.

-En materia agraria, proponen modificar las ayudas de la PAC.

-Apostamos por una PAC que proteja más al agricultor que al propietario. Antes los propietarios eran familias históricas, y ahora ya están también los fondos de inversión y las multinacionales que explotan la tierra sin medir las consecuencias, porque dentro de 20 años no van a estar aquí. Aquí se quedará la gente, que va tener una tierra que no sirva para nada. Hemos conseguido cosas, como limitar a 100.000 euros las percepciones, pero parcelan las compañías para saltárselo. Nosotros apoyamos una PAC más social, que fomente la agricultura tradicional. También que se cree la figura del agricultor profesional, y que se acabe con los tratados de libre comercio que permiten la competencia desleal de productores de países fuera de la UE.

-Conoce bien la situación en Gaza. ¿Por qué camino apuestan para una paz estable en la zona?

-He vivido allí tres años y sé bien lo que ocurre. Si Estados Unidos quisiera, esto se acaba mañana mismo. Lo que está haciendo Israel es posible porque cuenta con el patrocinio de EE UU y la complicidad de la UE. Nosotros proponemos un alto el fuego inmediato, como ha pedido ya la ONU, y la entrada de ayuda humanitaria sin restricciones. Necesitamos que la comunidad internacional deje de hacer declaraciones y tome acciones concretas. Tenemos que poner en marcha un embargo en la compra y venta de armas y romper todos los acuerdos comerciales con ellos. Además, pedimos a nuestro Gobierno que se sume a las iniciativas ante la Corte Internacional de Justicia y la Corte Penal Internacional para juzgar los crímenes cometidos. Si no pagan por ellos, podemos dar por muerto el derecho internacional.

-Se oponen a las medidas del pacto migratorio recientemente aprobado en la Unión Europea.

Sí, porque es un pacto migratorio racista, que no respeta los derechos humanos, que, en la práctica, se carga el derecho de asilo y permite algo parecido a lo que aquí conocemos como devoluciones en caliente. Nosotros proponemos lo contrario. Nosotros presentamos una alternativa para evitar que el mar Mediterráneo se convierta en una fosa común, que es facilitar las vías seguras. Las vías seguras significan que los migrantes puedan ir a un consulado de Estados miembros de la Unión Europea, en este caso de España, solicitar un visado aquí, y no tengan que venir poniéndose en manos de mafias. Intentamos que desde la Unión Europea, en vez de apostar por Frontex, que es una agencia de matones que tiene como objetivo que no llegue ningún inmigrante, se poye a las organizaciones que trabajan para salvar vidas, como Open Arms. Pero hay otras muchas en otros países. También creemos que hay que evitar la presión migratoria. ¿Qué quiere decir esto? Cuando llegan los migrantes de África, por ejemplo aquí, a las costas levantinas haya un reparto y una reubicación en la UE que, en base a la población y a las capacidades que tengan cada Estado, reciba la parte que le toque para evitar que esa presión se acumule en las zonas de llegada.