Óscar Urralburu: «Dimitir en este momento sería una gran irresponsabilidad»

-El domingo se dejaron 48.000 votos, un descalabro sin paliativos...

-El análisis de los datos es muy duro. Los resultados son desastrosos, en toda España se han perdido cuatro millones de votos, un 60% de apoyos con respecto a las elecciones de 2015. Tenemos que hacer una profunda reflexión, analizar los datos de lo acontecido y ver qué ha ocurrido para no tener una mayor participación en el voto progresista, y qué ha ocurrido para que quien confió en nosotros en 2015 nos haya abandonado. La transferencia masiva de votos de Podemos en España y en la Región al PSOE ha sido masiva. La gente a la que ilusionamos en 2015, o se ha quedado en casa o ha votado manteniendo la tendencia del 28 de abril, de las elecciones generales, donde se votó a carro ganador, al Partido Socialista. Ha pasado en prácticamente todas las comunidades autónomas que tenían elecciones. Tenemos que hacer un análisis de conjunto, a nivel de partido.

-Las causas comunes de la caída están claras, pero algo habrán influido su gestión y la campaña que han desplegado en la Región...

-Nuestro trabajo en estos años ha sido honrado y sincero. Las campañas, considero, tienen una influencia muy relativa en el voto final, sobre todo en esta, tan condicionada por el redondeo al alza de la transferencia de votos al PSOE.

-¿Se ha planteado dimitir?

-Estamos en un partido en el que cualquier inscrito puede plantear una revocatoria o convocar una asamblea, pero ahora estamos en el punto de valorar qué se ha hecho mal y no generar más problemas, sino intentar solucionarlos. No tiene ningún sentido plantear problemas. En este momento, sería una irresponsabilidad dimitir.

-¿Cuánto les ha penalizado la fragmentación con Izquierda Unida?

-La decisión se tomó y no tiene sentido volver sobre ella. Quizá hubiera dado un diputado más, pero sacar tres de los seis que teníamos en 2015 a nivel regional, no exime de la responsabilidad de esos malos resultados.

-Los precarios resultados, dos diputados, ni siquiera les dejan capacidad de influir en la formación del Gobierno...

-Es un varapalo gordo después de un trabajo muy serio en la Asamblea y sin parangón. Nuestro trabajo en estos años ha sido honrado y sincero. No tengo ninguna duda de ello y repetiría cada paso si hoy estuviésemos en 2015. El orgullo del trabajo parlamentario es incuestionable. A veces ocurre en la vida y en el trabajo, hay una desconexión entre el trabajo que se realiza y la oportunidad de quien recibe las cosas. Evidentemente, nos hubiera gustado lograr más votos para garantizar estar en condiciones de asegurar que hubiera un gobierno de cambio. Además, se da la circunstancia de que PSOE y Ciudadanos suman, y también el 'trifachito'. Un PSOE secuestrado por Ciudadanos es más de lo mismo.

-Los dos escaños no les dan para disponer de un grupo parlamentario propio...

-Según el nuevo reglamento de la Asamblea Regional, nos constituiremos como grupo mixto. Ejerceremos la oposición con el mismo esfuerzo y trabajo.

-¿Qué análisis de los datos ha realizado el Consejo de Coordinación de la formación?

-Viendo los datos ya con detalle, hemos constatado que la bajada es generalizada. Ha pasado en prácticamente todas las comunidades autónomas que tenían elecciones. Tenemos que hacer un análisis de conjunto, a nivel de partido, para saber por qué la gente que nos votó en todo el país, la gente que confió en nosotros, con ilusión, no lo ha vuelto a hacer, pero queda muy claro de que ha habido una continuidad en la transferencia de votos al PSOE que se reveló el 28 de abril. Paradójicamente, los resultados son muy similares, independientemente de cómo nos hayamos presentado.