Abanicos para la campaña
El público de los mítines no parece preocupado por cómo pasar desapercibido ante las cámaras o los curiosos que pasan por la calle, la plaza ... o el parque de turno. Al contrario. Si por algo se caracterizan los asistentes a estas citas -candidatos, cargos públicos y asesores aparte- es por ser militantes o simpatizantes del partido y, si es preciso, hacer ostentación de ello.
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A eso les animan los políticos, como Feijóo en Valencia arengando al auditorio a cantarle a Pedro Sánchez el 'Vamos a contar mentiras', cerrando varias frases con un «tralará». La parafernalia es recurrente: música, globos, banderitas o abanicos con lemas como este del PSOE: «Lo que piensas importa». Sean discursos, canciones o propaganda, ante la cita electoral conviene ir con cautela. El abanico (de tela o cartón, propio o ajeno) sirve para agitarlo, protegerse del sol... y no deslumbrarse.
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