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Viviendas para parejas. ¿Qué condiciones deben reunir?

Viviendas para parejas. ¿Qué condiciones deben reunir?

Vivir en pareja no implica renunciar a la intimidad ni la comodidad, pero sí permite soluciones de distribución que son más difíciles de aplicar cuando se convive con más personas en casa

pisos.com

Lunes, 20 de diciembre 2021, 09:23

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Cada persona es un mundo, y si se habla de parejas, las posibilidades se multiplican. Parejas jóvenes o matrimonios mayores, que trabajen en casa o no, o que esperen o no visitas, van a dar lugar a necesidades muy diferentes que se van a plasmar en las características de su vivienda. Sin embargo, sí que existen algunos factores comunes que se aplican a la casa ideal de cualquier pareja.

Vivir en pareja no significa tener que compartirlo todo ni disponer de menos espacio. Cuando se piensa en una vivienda para dos se tiende a imaginar un inmueble quizá no definitivo para una pareja joven que todavía no ha dado el paso de tener hijos, y que por capacidad económica y carecer de otras necesidades prefiere optar por un inmueble de dimensiones no muy amplias. Sin embargo, cada vez son más las parejas jóvenes que se deciden a no ampliar la familia, pero que no quieren renunciar a una casa confortable, o las de más edad que viven solos porque sus hijos ya se han emancipado, pero que quieren disponer de espacio.

La ubicación del inmueble y la capacidad económica va a condicionar sin ninguna duda las características de la vivienda que la pareja se puede permitir. En grandes ciudades con precios elevados, como pueden ser Donostia-San Sebastián, Barcelona, Madrid o Bilbao, es probable que se opte por un inmueble de superficie no excesivamente amplia. Pero las posibilidades son otras si la localización de la casa no es excesivamente prohibitiva o si se dispone de suficientes ingresos.

En cualquier caso, hay ciertas características con que cualquier vivienda debe contar para garantizar la comodidad e incluso la salud mental: suficiente luminosidad y ventilación, una distribución que garantice la intimidad necesaria también en la convivencia y una superficie y número de habitaciones, acorde con las necesidades particulares.

En estos tiempos, es posible que alguno de los miembros de la pareja trabaje desde casa, o que necesite de un despacho u otra estancia en la que estudiar o poder dedicarse a sus aficiones. Si es ese el caso, sería recomendable buscar una vivienda que disponga de al menos dos dormitorios, sobre todo si se tiene en cuenta que la diferencia de precio entre una casa de uno o dos dormitorios puede no variar excesivamente.

Tanto si se trata de una pareja joven con necesidad de un espacio independiente, o que puede plantearse tener hijos en algún momento, como si hablamos de una pareja de más edad que espera la visita de amigos o familiares, o quiere disponer de un dormitorio para alguno de sus hijos en caso de necesidad, contar con una habitación extra puede ser la solución a todos los problemas si el espacio se distribuye de tal manera que pueda realizar más de una función.

Mayor flexibilidad

Un punto a favor de las viviendas compartidas únicamente por dos es que es más probable no tener que compartir un mismo espacio a la vez, lo que proporciona una mayor flexibilidad sin renunciar a la intimidad. El uso compartido de una habitación extra para varios fines es un ejemplo. Pero también otras estancias de la casa permiten sacar un mayor partido a los espacios.

Soluciones como la división modular de espacios, mediante muebles o paneles móviles, son más fáciles de aplicar cuando no se tiene que compartir la estancia con otra persona la mayor parte del tiempo. Por ejemplo, crear un rincón donde disponer de un despacho, un taller o un espacio de lectura, en el que tener tranquilidad sin la necesidad de que esté separado del resto de la casa por una pared, es más viable en pareja que cuando la familia es más amplia.

Otro ejemplo es optar por una cocina americana, que puede ser más funcional cuando no se compaginan actividades en el mismo espacio. O decidirse por una habitación en altura, al estilo loft, que permitirá también ganar espacio sin renunciar a la intimidad.

Además, este tipo de soluciones modulares permite cambiar con facilidad los usos de los distintos espacios según las necesidades; y, por otro lado, proporciona una mayor sensación de amplitud en viviendas de superficie más reducida, además de poder tener otras ventajas como unas mayores posibilidades de contar con luz natural.

Espacio para el ocio

Una característica que comparten las parejas de cualquier edad es que disponen de mayor tiempo para el ocio que cuando existen niños en casa. Una terraza, un pequeño jardín o un patio, en los que poder relajarse solos o con amigos, son para este tipo de familias tan importantes o más que el espacio útil del inmueble.

Como los hobbies a veces también requieren de espacio, en el que guardar las bicicletas, los esquíes, la tienda de campaña o la máquina de coser, disponer de un trastero o una habitación extra será también bienvenido. Sin olvidar las posibilidades que las comunidades con zonas comunes como pistas deportivas o piscina pueden facilitar a aquellos que disponen de más tiempo para el esparcimiento.

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