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Fábrica de Renault en Valladolid. R. C. /Vídeo: EP

Plan de rescate a la automoción: ayudas para renovar el parque e impulso de modelos alternativos

El Gobierno aprobará un programa que modificará el Impuesto de Matriculación y el de Circulación y contendrá medidas de carácter laboral para evitar el derrumbe del sector

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Domingo, 31 de mayo 2020

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El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha anunciado un «importantísimo programa de reactivación» de la industria automovilística en España después de una semana en la que el sector se ha visto amenazado por decisiones como la de Nissan de cerrar su fábrica de Barcelona. El Ejecutivo aprobará en alguno de los próximos consejos de ministros -sin definir en qué semana- este plan que el sector venía reclamando desde hace meses ante la caída de las ventas, agravadas por la crisis del coronavirus.

El presidente ha reconocido que la automoción, que representa un 12% del PIB y un porcentaje similar del empleo de toda España, es un sector estratégico para el país y ha sido uno de los «más duramente golpeados» por la pandemia. Es un sector «especialmente afectado por la crisis», uno de los «más duramente golpeados» y, por ello, ha apuntado que «contará con programas de estímulo».

El programa del Ejecutivo tendrá seis grandes pilares, uno de los cuales se centrará en la renovación del parque de vehículos, lo que será «un estímulo para que los españoles compremos coches más sostenibles», ha indicado durante su comparecencia para anunciar la petición de un último estado de alarma. El Gobierno tenía previsto aprobar este martes la segunda edición del Plan Moves, para la adquisición de vehículos eléctricos con una ayuda superior a los 5.000 euros. El programa estaría dotado con 65 millones de euros.

Sin embargo, desde las patronales de fabricantes (Anfac), vendedores (Ganvam) y concesionarios (Faconauto) han exigido un plan más abicioso, que llegase a la subvención por la compra de vehículos de combustión (diésel y gasolina), en muchos casos con emisiones muy inferiores a los antiguos modelos de este tipo de motores. Así se renovaría un parque automovilítico que, en el caso de España, tiene una edad media superior a los 12 años, una de las más longevas de Europa.

Por otra parte, el Gobierno quiere introducir mejores en la inversión «para garantizar una mayor competitividad del sector de la automoción». En el fondo subyace la necesidad de que la decena de diez grandes fábricas de coches españolas asuman la fabricación de los nuevos modelos alternativos, sobre todo eléctricos, cuestión sobre la que están decidiendo las matrices en Alemania, Francia o Estados Unidos. Por ahora, hay diez modelos electrificados adjudicados a las plantas nacionales para 2020 y otros seis para 2021. Aunque esta suma todavía no compensaría los más de 2,8 millones de vehículos de combustión que se fabricaron en 2019, de los que un 75% se exportan a otros países.

El programa de apoyo a la automoción también contendrá un nuevo modelo de fiscalidad, según ha anticipado Sánchez. Aunque no ha dado más detalles, los departamentos de Industria, Hacienda y Transición Ecológica llevan meses trabajando en una modificación del Impuesto de Matriculación -el que se paga al comprar un vehículo- y el de Circulación -el que se abona anualmente al ayuntamiento donde está registrado el coche-. La idea pasó inicialmente por unificar ambos tributos y vincular su carga fiscal a las emisiones que realicen.

Además, el Ejecutivo quiere dar un impulso de la I+D+i; y ayudas a la liquidez empresarial del sector, más allá de los avales del ICO que se están comercializando desde abril para atajar la grave situación por la que atraviesan muchas compañías tras el confinamiento.

Y «medidas en el ámbito laboral», según ha apuntado el presidente del Gobierno ante los medios de comunicación. El sector de la automoción se ha destacado en los últimos años, desde la anterior crisis, por los planes de flexibilidad pactados entre empresas y sindicatos, y que han servido de modelo para otros muchos ámbitos empresariales. De hecho, la mayor parte de las fábricas tienen aún en vigor ERTE derivados de la crisis de la Covid-19. Aunque muchas marcas ya están trabajando en más expedientes de regulación temporal para los próximos meses y otros planes de ajuste sin llegar a despidos masivos.

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