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Usuarios de un banco aguardan para sacar dinero de cajeros automáticos. Susana Vera / Reuters
Hogares y firmas murcianas liquidan el 41% de su deuda creada en la crisis

Hogares y firmas murcianas liquidan el 41% de su deuda creada en la crisis

El crédito al sector privado se sitúa ya por debajo de los 30.000 millones, al mismo nivel que hace casi trece años

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Lunes, 30 de abril 2018, 00:43

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El intenso desapalancamiento de la sociedad murciana se plasma en los últimos datos del Banco de España. Al inicio del presente ejercicio, el endeudamiento de familias y firmas de la Región era de 29.486 millones de euros, 2.713 menos que doce meses antes. Hay que remontarse hasta primeros de 2005 para encontrar un nivel más bajo. El crédito acumulado en el sector privado en la crisis ha disminuido más de un 40% entre los últimos cinco años. Durante ese lapso de tiempo, los tipos de interés más bajos de la historia no han distraído de la necesidad de quitarse deudas de encima por parte de los clientes de bancos. A ello han contribuido especialmente la atonía del sector de la construcción y la reinversión de beneficios por parte de las grandes empresas.

Tras el 'boom' de préstamos iniciado en marzo de 2005 -cuando la burbuja inmobiliaria alcanzaba su cénit-, familias, pymes y compañías murcianas se encontraron con que en diciembre de 2008 sus deudas con bancos y cajas de ahorros se habían duplicado con creces en poco más de tres años: de 23.658 millones a 50.184 millones. La recesión hizo que dicha losa apenas se aligerara a medio plazo. Así, en los cuatro años siguientes tan solo se contrajo en 6.002 millones, un 12%. Mientras tanto, se sucedieron cientos de desahucios, embargos, concursos de acreedores y quiebras. A partir de finales de 2012, con el inicio de la mejoría económica, la contracción de las deudas se aceleró hasta bajar actualmente un 41,2% con respecto del máximo al que se llegó entonces.

Dos cifras

  • 29.486 millones de euros sumaba la deuda del sector privado de la Región a primeros de año, a los que se sumaban 695 millones prestados a las administraciones públicas.

  • 50.184 millones acumulaban familias y empresas murcianas en el peor momento de la crisis financiera, en diciembre de 2008.

Con 29.486 millones de deuda actual, familias y corporaciones asumen el 97,7% del crédito vivo en la Región, que asciende a un total de 30.181 millones. El resto corresponde a la Administración. Consistorios, entidades públicas y organismos de la Comunidad acumulaban 695 millones de deuda con los bancos a comienzos de 2017. El máximo histórico lo alcanzaron a mediados de 2012, con 2.210 millones. Las medidas de austeridad han permitido reducir la cantidad en casi un 70%. Más de la mitad de esa contracción se logró en los dos últimos ejercicios.

Tendencias financieras

El resto de las familias españolas también siguen minimizando su apalancamiento, según el Banco de España. Su deuda se situó al cierre de 2017 en 704.391 millones, 8.437 menos que un año antes. Se trata de la menor cifra desde mayo de 2006, poco antes del estallido de la crisis financiera.

Con todo, el nuevo crédito para consumo suma ya más que lo que las familias devuelven por préstamos concedidos para este fin con anterioridad. Así, la deuda acumulada por este tipo de compras y por lo que el Banco de España define como 'otros fines' (que incluye créditos a autónomos) ha vuelto a crecer en los últimos tres años: de 162.000 a 175.791 millones (en 2017 se incrementó un 4,6%). En la compra de vivienda sucede lo contrario. La amortización de hipotecas suma más que las nuevas y el saldo vivo de los préstamos acumulados por las familias sigue a la baja: 528.600 millones, un 2,4% menos que en 2016.

Los bancos han decidido apostar por la financiación al consumo ante su rentabilidad ajustada al riesgo, en un entorno de intereses muy bajos a medio plazo. En este caso, el tipo medio se mantiene entre el 7% y el 8%. La revolución del 'fintech' y la competencia de entidades financieras 'virtuales' hacen que este mercado se vuelva esencial. Por contra, el interés medio del nuevo crédito hipotecario, más vinculado a la evolución del euríbor (ahora en tasas negativas), bajó en 2017 al 1,83%.

Los cambios en el sistema financiero no solo han transformado radicalmente el número y la identidad de los bancos que hoy compiten en España, también ha habido un cambio drástico en la concesión de préstamos. Según informa el Banco de España, se ha producido un 'sorpasso' entre el crédito concedido a las grandes empresas (tradicionalmente más vigoroso) y el de las pymes, que está a punto de ocupar el primer puesto. Por ejemplo, los nuevos préstamos de menos de 250.000 euros -los más frecuentes para pymes- sumaron 143.354 millones en 2017, mientras que los nuevos créditos por más de un millón de euros rondaron los 155.000 millones.

Reinversiones

Los tipos de interés oficiales al 0% y las compras de deuda efectuadas por el BCE han reducido al mínimo los costes de financiación en los mercados de capitales. De ahí la avalancha de emisiones corporativas y las numerosas ampliaciones de capital y salidas a Bolsa cerradas en los últimos ejercicios por las grandes firmas.

Sin embargo, aquellas que son familiares (la gran mayoría en el caso de la Región) se están autofinanciando con beneficios y su nivel de inversión estaría siendo contenido a la espera de cómo evolucione la situación económica y política a corto plazo.

Al alza de la financiación bancaria a las pymes han contribuido dos factores. El primero que, tras los años de crisis y gracias a la recuperación económica, la demanda es más solvente. De hecho, y de acuerdo con datos de BBVA Research, la morosidad del crédito a empresas ha caído desde 2008 un 237%, y solo en el último año casi un 17%.

Por otro lado, y ante la debilidad de los ingresos de la cartera hipotecaria por el impacto de los bajos intereses, la banca se ha lanzado a conceder financiación a pymes. Es un segmento rentable, ya que asegura unos tipos más altos, así como la prestación de más servicios y productos por los que cobrarles y, por tanto, una mayor vinculación con la entidad. En el mundo de las finanzas, el que no corre, vuela.

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