Las sectoriales de Fecoam reclaman medidas específicas
OPINIÓN ·
Solicitan que se aborde la recuperación del Mar Menor actuando en todos los ámbitos implicadosFecoam
Miércoles, 13 de julio 2022, 00:15
La Federación de Cooperativas Agrarias de Murcia (Fecoam) y todas sus sectoriales de actividad, aceite, albaricoque y ciruela verde, cítricos, flores, frutos secos, ganadería y piensos, hortalizas, melocotón y otras frutas, suministros, varios, vino, Agricultura Ecológica y tomate, conscientes de la situación del Mar Menor y comprometidos con la búsqueda de soluciones sostenibles para su recuperación, manifestamos que:
–El sector agrícola y ganadero del Campo de Cartagena está firmemente comprometido a cumplir con todo lo necesario para contribuir a la recuperación y protección del Mar Menor.
Sin embargo, la criminalización sistemática a la que se nos vemos sometidos agricultores y ganaderos es, sin lugar a duda, un linchamiento mediático y político sin precedentes, que, desde el primer episodio de 'sopa verde' hace ya 6 años, nos sitúa como el chivo expiatorio de todos los males acaecidos en la laguna.
Creemos firmemente que es altamente irresponsable y erróneo simplificar el mensaje en un problema multicausal como el que tenemos delante. Si queremos salvar el entorno natural del Mar Menor, es necesario comenzar por admitir que la causa de su degradación es multifactorial y que se deben exigir responsabilidades y acciones a todos los demás factores que está demostrado que interfieren en la degradación de un espacio natural único, al igual que se ha hecho con el sector agroalimentario, siendo además el Mar Menor un entorno que a los agricultores y ganaderos de la Región nos duele y preocupa tanto como al resto de la sociedad murciana.
–Esa multifactorialidad queda demostrada y es reconocida en el propio presupuesto presentado por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, el cual, en su último Plan Marco de Actuaciones Prioritarias para la Recuperación del Mar Menor (febrero 2022), distribuye una dotación de 382 millones de euros principalmente al sellado de las minas (110 millones), a la mejora de la red de saneamiento y alcantarillado (51 millones), a la mejora del sistema contra las inundaciones (101 millones) y finalmente (y minoritariamente) a la agricultura y ganadería, a las que destina tan solo un 6% del total de 382 millones. Sin embargo, en el estado del arte justificador de dicho plan, se señala fundamentalmente como único responsable de esta degradación al sector agrícola y ganadero, al cual se nombra en 43 ocasiones, algo que no es coherente y que lamentamos profundamente desde el sector.
–Consideramos que para recuperar el Mar Menor es necesario y urgente: intervenir en la rambla del Albujón para reducir el elevadísimo nivel freático del acuífero cuaternario, algo de lo que de momento no se han hecho cargo las administraciones públicas, que con su inacción sistemática podemos afirmar que cada día contaminan y matan un poco más al Mar Menor. Al ser tan alto el nivel freático (el más alto de la serie histórica) se produce un afloramiento del agua a la superficie, generando un caudal de agua subterránea que discurre con aspecto de falso río por la superficie de la rambla y da lugar a arrastres de aguas procedentes de la deficiente red de alcantarillado, de los fallos de las EDAR, y que por consiguiente van cargadas de nitrógeno, fosfatos, amonio y materia orgánica, elementos imprescindibles para el crecimiento de fitoplancton, lo que da lugar a crisis distróficas y a la consecuente falta de oxígeno.
–Mar Menor y agricultura son perfectamente compatibles, y existe una solución de economía circular perfecta para combinar la recuperación de la laguna y la agricultura sostenible de precisión. Se trata de la extracción del agua del acuífero cuaternario mediante pozos legalizados y controlados (se da la particularidad de que el Mar Menor es la única laguna costera que cuenta con una batería de pozos en su perímetro, algo que no ocurre en la mayoría de lagunas costeras del mundo) pozos que gestionados con arreglo a criterios hidrogeológicos, agronómicos y ecológicos, reducirían el nivel freático y permitiría utilizar esa agua, mediante un sistema de hidrología circular que permitiría diluir la concentración de sales y nitratos de esa agua salobre procedente del acuífero con otras aguas de mejor calidad procedentes en este caso del trasvase y la desalación.
Con lo cual, los agricultores ahorraríamos en la utilización de nitratos (ya que en la Región de Murcia se aplica la calculadora de nitrógeno), al mismo tiempo que se rebajaría el nivel freático, se daría lugar a una renovación del agua reduciendo notablemente la concentración histórica de nitratos existente, en lo que podríamos denominar un sistema de economía circular perfecto y a un coste cero. Este sistema mejoraría de manera notable el estado del Mar Menor a corto plazo y daría tiempo a las administraciones a acometer cuantas infraestructuras sean necesarias para la renovación de las redes de saneamiento.
–Es también imprescindible reparar toda la red de saneamiento. Actualmente se conoce la existencia de vertidos de aguas fecales sin tratar, de urbanizaciones con pozos ciegos y de depuradoras que cuando se ven saturadas vierten directamente al Mar Menor. Por todo ello, es urgente y necesario que las administraciones competentes actúen cuanto antes para salvar al Mar Menor.
–El sector agroalimentario del Campo de Cartagena reclama diálogo constructivo y coordinación entre las administraciones implicadas para ejecutar cuantas actuaciones son imprescindibles si de verdad se quiere solucionar un problema que no solo degrada el medio ambiente sino que la no solución y el mantener al Mar Menor instalado en el abandono institucional y la utilización política de unos y otros, nos degrada a todos como sociedad, y en cuya recuperación reside el futuro de todos los murcianos.
–Otro de los aspectos a tener en cuenta es la elevada profesionalidad y competitividad de nuestro sector en la producción de alimentos basándonos en la máxima seguridad alimentaria, el bienestar animal, la protección del medio ambiente y la seguridad para los trabajadores. Todo ello, nos sitúa en lo más alto de la distribución de productos agroalimentarios.
–Por último, manifestamos que la gran cantidad de medidas y requisitos exigidos a nuestro sector, sin aval técnico ni científico, hace peligrar el futuro de la agricultura y la ganadería regional, y produce una disminución de la competitividad del sector con respecto a otras regiones y países. Asimismo, esta situación perjudica de manera directa a la creación de riqueza y al crecimiento económico regional.