El sector alimentario copa ya el 43% de la inversión industrial en la Región
La inyección a empresas y cooperativas se disparó un 33% hasta llegar a los 112,7 millones en 2020, uno de los mejores resultados del siglo
El coronavirus arrojó un guante de desafío a la producción murciana de alimentos y bebidas: enorme pico de demanda por parte de hogares españoles y ... europeos, así como estrictas reglas de higiene. ¿Resultado? Una inversión industrial de 112,7 millones de euros, un 33,7% más que en 2019, cifra solo superada tres veces en este siglo. Y lo mejor está por venir, como pronostica la asesoría Garrigues, especializada en operaciones de 'agribusiness'.
La firma Garrigues augura para este ejercicio una de las mayores entradas de capital en la historia de la agroindustria murciana
La inyección de dinero del año pasado hizo que conserveras, plantas de ultracongelados, envasadoras de frutas y hortalizas, factorías de zumos y gazpachos, fábricas de embutidos, queserías, bodegas, almazaras y marcas de 'chuches', entre otras empresas, absorbieran el 43% de toda la inversión dedicada al tejido industrial de la Región durante el pasado ejercicio.
La introducción de tecnología se extendió desde calibradoras de fruta, máquinas de procesado y líneas de envasado hasta brazos robóticos y patelizadoras 'inteligentes'. A ello se sumó la ampliación de factorías y almacenes, más la digitalización de su gestión. Todo ello permitió que el sector cerrara 2020 con una facturación récord de 4.851.1 millones de euros, 634 millones más que en 2019 (+15% interanual), según el Instituto Nacional de Estadística.
DOS REFERENCIAS
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260,1 millones de euros fue el volumen total de inversiones industriales efectuadas en la Región de Murcia con capital nacional durante el pasado ejercicio. De estos, 112,7 (el 43%) fueron para el sector alimentario y 66,3 para generación de energía solar de autoconsumo.
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181,5 millones procedentes de capital extranjero fueron inyectados al tejido económico regional en 2020, casi todo para las industrias alimentaria y química. El 93% del dinero aportado era de origen británico.
Además, el impulso prosigue. El último Índice de Producción Industrial, correspondiente al pasado mayo –cuando concluyó el último estado de alarma–, indica que la actividad no había mermado respecto a la expansión registrada doce meses antes. De hecho, experimentaba un crecimiento mensual del 5,3%.
Operaciones
La experiencia de grandes fondos inversores como ProA, Miura, Nazca, MCH, Magnum, GPF y Sherpa Capital ha demostrado la alta rentabilidad del sector alimentario regional a partir de sus apuestas por Frutas Esther, Moyca, Almond-Naturgreen, Frugarva, Frutas Romu, Omega Spice, Prosur, Frutas Naturales BICI, entre otras empresas.
Garrigues, participante en la mayoría de operaciones de adquisiciones y toma de participaciones dentro de la agroindustria murciana, augura para este ejercicio uno de los mejores resultados de la historia en cuanto a inversiones.
Su responsable del área mercantil, José Manuel Hernando, destaca una particularidad de las acciones que se llevan a cabo: no se rastrean empresas en crisis para despiezarlas. «Todo lo contrario. Se buscan plataformas hortofrutícolas solventes, con buena cartera de clientes y capacidad de distribución para, a continuación, añadir actividades que permitan diversificar productos». Esto es, impulsar corporaciones que incluyan verduras, frutas, conservas, vinos, aceites, quesos... y cubran así la demanda de suministro de las cadenas de supermercados todo el año. Hernando indica que existe una docena de iniciativas en ese sentido. «Murcia ha demostrado ser un referente nacional en este ámbito», añade.
Las operaciones en marcha tardarán entre seis meses y dos años en materializarse. Una vez creada cada corporación con el tamaño deseado, los inversores la venderán en un plazo no superior a ocho años, por lo que el sector asistirá a una concentración empresarial durante la presente década.
Juan Bolea, responsable en asesoría fiscal de Garrigues, resalta que los inversores respetan al máximo a los gestores de las empresas a las que inyectan capital, aunque sean de carácter familiar. «Confían plenamente en su experiencia y eso redunda en una rápida expansión y generación de empleo, que a su vez impulsa a sectores auxiliares», comenta.
Maquinaria
El buen resultado del sector alimentario no obvia el hecho de que el coronavirus frenó de forma abrupta la inyección de capitales al resto de la industria murciana. En total recibió 260.179.362 euros durante 2020, un 44,5% menos respecto al ejercicio anterior, de acuerdo con los datos difundidos por la Dirección General de Energía y Actividad Industrial del Gobierno regional.
De esa cantidad, la mayor parte se destinó a la adquisición de máquinas, sensores, automatismos, robots y sistemas informáticos; esto es, un total 171.237.784 euros (+15,4%). La contracción se dio en la creación de instalaciones, que recibieron una inyección de solo 88.941.578 euros (–70,1%).
Por sectores, el de alimentación fue el que brilló en el reparto de capitales, con 112.751.004 euros, un 33,7% más. Tal volumen solo fue superado en los años 2016 (113,3 millones), 2013 (146,6 millones) y 2011 (549 millones). En el resto de ejercicios del presente siglo no se fue más allá de los 85 millones y en la mayoría de los casos se movió entre 25 y 30 millones anuales.
En segunda posición en cuanto a recepción de inversiones durante el año pasado figura la instalación de paneles fotovoltaicos, sobre todo de autoconsumo en instalaciones industriales. Movió un total de 66.360.609 euros. Le siguen la fabricación de plásticos, con 14.022.556 euros; la metalurgia, con 13.961.331; la industria química, con 6.537.697; la fabricación de muebles, con 3.992.511, y artes gráficas (etiquetados de envases), con 3.285.431 euros.
El viraje efectuado por las inversiones industriales se nota a nivel local. Tras la preeminencia de los polígonos de Alhama, Alcantarilla, Molina y Lorquí del último lustro, los de Murcia (71 millones), Cieza (38,7 millones), Cartagena (27,3 millones) y Lorca (23,5 millones) se han convertido bajo la pandemia en 'imanes' de dinero.
Capital exterior
El coronavirus tampoco ha dejado confinada a la economía regional respecto a los flujos de capital extranjero. El año pasado recibió 181.588.290 euros, un 282% más respecto que 2019. Es la cantidad más alta de los últimos cinco años. Casi todo fue para las industrias química y alimentaria.
Un total de 168,8 millones llegaron de Gran Bretaña, pero los socios comunitarios no se prodigaron: 12,7 millones entre Alemania, Francia, Italia y Holanda.
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