La innovación industrial de la Región recupera su ritmo tras el impacto de la Covid

Dicho organismo informa de que el año pasado recibió 97 solicitudes de 'modelos de utilidad' desde la Región, a las que se sumaron 26 durante el primer trimestre de este año. Se trata de mejoras sustanciales de máquinas y dispositivos ya existentes que generan ventajas competitivas. Esto los diferencia de los diseños industriales, centrados en la estética de artículos fabricados, y de las patentes, en las que se prima la actividad inventiva sobre procesos o productos que no existían anteriormente.

La certificación de 'modelo de utilidad' por parte de la OEPM impide que empresas rivales puedan replicar esas nuevas máquinas o aparatos durante al menos diez años. A partir de ahí hay que pagar tasas anuales. En la práctica son 'minipatentes' muy fáciles de registrar. La gestión dura entre 8 y 9 meses frente a los 21 de una patente convencional.

Muchas de las innovaciones se centran en robótica, automatización, procesado de alimentos y muebles. Puede ser un robot fumigador para invernaderos, un vehículo autónomo para recintos industriales, una máquina para fileteado de carne, un aparato de soldadura más eficiente, una calibradora de frutas más precisa o un dispositivo que permita que un sofá se adapte automáticamente a cualquier movimiento. Hay 528 protecciones en vigor en la Región.

La tasa de solicitud de un 'modelo de utilidad' es de 102,39 euros; 87,03 si la gestión y pago se efectúan de forma electrónica. En caso de recurrir a una agencia de propiedad industrial, a este importe hay que sumar los honorarios, que oscilan entre 900 y 3.000 euros, en función de la complejidad de la materia. Incluyen la elaboración de la memoria descriptiva por técnicos especializados, planos y figuras si es preciso, así como la cumplimentación de la solicitud y su seguimiento.

Otra cosa son las patentes, los inventos 100% novedosos para los que hay mayores exigencias por parte de la OEPM, lo que supone mayores costes en cuanto a asesoramiento. Empresas, universidades y emprendedores de la Región solicitaron el año pasado a la OEPM el registro de 52. Son 6 menos que en 2020, aunque 9 más que en 2019. Pero lo preocupante es que durante el primer trimestre del presente ejercicio solo se presentaron 6 peticiones, la mitad que hace un año. Como referencia, cuando se inició la última recuperación económica, en el ejercicio de 2016, hubo 88 solicitudes, el récord. Con todo, la Región cuenta con 616 patentes protegidas (el periodo es de 20 años), más del triple que a principios de siglo (168). Dos tercios proceden de empresas y emprendedores; el resto se reparte entre facultades y centros tecnológicos.

La mayoría de las patentes murcianas están vinculadas con las industrias agroalimentaria, química y farmacéutica. Igualmente, proliferan las relacionadas con sanidad, energía, tecnología ambiental, maquinaria y mobiliario.

Y luego está la estética para diferenciarse de la competencia. Las empresas murcianas remitieron a la OEPM tan solo 60 diseños industriales desde enero de 2021 hasta el pasado marzo (cada expediente puede incluir una decena de nuevos productos). Se trata de una contracción importante respecto al nivel prepandemia. Son 40 menos que en los quince meses que precedieron al primer estado de alarma.

El diseño industrial concierne a la apariencia de un producto –o parte de él– que hace que visualmente sea diferente de otro sin tener en cuenta sus características técnicas y funcionales. Registrarlo es rápido, entre 3 y 6 meses. Se otorga por 5 años contados desde la fecha de la petición y puede renovarse por uno o más períodos sucesivos de 5 años hasta un total de 25 años.

¿Para qué son las instancias presentadas desde la Región? En su mayoría son muebles, textiles, elementos del hogar y productos tecnológicos. El sector agroalimentario está presente en lo que se refiere a envasado y empaquetado, así como las formas de alimentos elaborados en serie (galletas y golosinas, por ejemplo). Igualmente destacan cosmética y química de consumo (como ambientadores, por ejemplo).

Existen 14.946 diseños protegidos en Murcia bajo derechos de propiedad industrial, solo por detrás de Madrid, Barcelona, Alicante y Valencia. Sin embargo, es una cifra que se mueve poco bajo la actual crisis, puesto que los fabricantes parecen ir a lo seguro.