Las inversiones en nuevas industrias caen en la Región al nivel más bajo desde 2005

El tejido industrial de la Región captó el año pasado 74,6 millones de euros para nuevos proyectos, un 38,8% menos. Es la cifra más baja desde 2005, de acuerdo con los registros de la Consejería de Empresa. Desde entonces el dato más bajo se había dado en 2016, con 86,7 millones. Por su parte, el capital destinado a ampliar y modernizar instalaciones existentes se quedó durante 2021 en una suma de 108,4 millones, lo que supuso un descenso del 24,6%. En este caso solo en 2014 se registró una cantidad inferior durante los últimos doce años, con 83,4 millones. Ambas caídas del año pasado forman parte de los tributos de la pandemia a costa de la economía murciana.

El total de 183 millones de inversión industrial recabados en Murcia durante 2021 son una sombra de los 4.435 logrados en 2012 (904 en nuevas instalaciones y 3.531 en las ya existentes). En aquel entonces tal inyección contribuyó a reactivar la actividad tras la crisis financiera de 2007. Así, el Valle de Escombreras se erigía en uno de los mayores complejos petroquímicos del mundo, nacían empresas de ropa y calzado, la industria de materiales de construcción se desperezaba, las fábricas se automatizaban y proliferaban las plantas solares.

Las iniciativas de reconversión digital y robotización –la llamada 'Industria 4.0'– permitieron que en 2019 comenzará otro impulso inversor, con 469,5 millones, de los que 329,4 fueron para nuevas plantas de producción. Pero el coronavirus lo frenó de forma abrupta. Bajo los confinamientos la Región recibió 260 millones durante 2020 (–44,5%), de los que al menos 116,3 se dedicaron a nuevos proyectos. Pero constituían la inercia de iniciativas que fueron planteadas, diseñadas y aprobadas antes de la pandemia.

De la inversión global registrada en 2021, la mayor parte se destinó a adquisición de máquinas, líneas de producción, sensores, automatismos, robots y sistemas informáticos; esto es, un total de 113,6 millones (–33,6%). Las compras y construcciones de naves recibieron una inyección de 69,4 millones (–21,9%). Malo para los 54 polígonos de la Región, con docenas de parcelas sin edificar.

Por sectores, el de alimentación fue el que destacó en el reparto de capitales, con 63,1 millones, pero con un retroceso del 44%. La afluencia de fondos de capital riesgo se centró en la toma de control de empresas familiares, no en expansiones. En segunda posición en cuanto a recepción de inversiones figuran las compañías química. Es la única actividad que dio la campanada el año pasado, con 50,4 millones que supusieron un incremento del 671%. Ambos sectores se llevaron así el 63% de toda la inversión industrial.

A mayor distancia se sitúan la energía fotovoltaica, con 22,3 millones (–66,3%); los centros logísticos, con 12,6 millones (–26,5%); la metalurgia, con 9,5 millones (–31,4%) y la fabricación de plásticos, con 7,9 millones (–43,3%), entre otros.

Pero el peor dato reside en la industria relacionada con nuevas tecnologías –electrónica, componentes informáticos, telecomunicaciones, equipo eléctrico, etc.–, puesto que solo captó 1,9 millones (+4,4%), cuando debería liderar la reconversión económica.

El viraje efectuado por las inversiones en nuevas industrias también se nota en los municipios. Tras la preeminencia de los polígonos de Cartagena, Lorca, Alhama, Alcantarilla, Molina de Segura y Lorquí durante el último lustro, los de Las Torres de Cotillas (20 millones), Cieza (13,2 millones), Fuente Álamo (8 millones), Murcia (6 millones) y Mula (4,9 millones) se han convertido en 'imanes' de dinero nuevo.

Enero no dio muestras de mejoría. La instalación de maquinaria y equipos en naves industriales de la Región registró una caída del 28,3% interanual. Es la actividad económica que más descendió durante el primer mes del año.

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