El lúpulo se planta firme en el Noroeste
Estrella de Levante desarrolla este cultivo de forma experimental en varias zonas con el reto de alcanzar 25 hectáreas de superficie en 2025
El Noroeste murciano se apresura a convertirse en una tierra ligada a la producción de cerveza. Estrella de Levante llevó a cabo ayer una jornada en torno a los resultados obtenidos en el proyecto de cultivo de lúpulo que la empresa murciana impulsa desde 2018 en esta comarca. Su director general, Pedro Marín, y el alcalde de Caravaca, José Francisco García, acompañados por el director general de Medio Ambiente de la Comunidad, Francisco Marín, visitaron una de las fincas de cultivo experimental situada en el municipio caravaqueño, cuya cosecha ya se encuentra en fase de producción; también lo hicieron a las instalaciones del polígono industrial de Cavila habilitadas para procesar el lúpulo.
Tras los ensayos realizados en el Centro de Demostración Agraria Las Nogueras, en la pedanía de Los Prados, varios agricultores se han sumando a esta iniciativa con plantaciones en fincas. De esa forma, en el año 2025 se esperan alcanzar las 25 hectáreas de producción del fruto empleado para la elaboración de cerveza.
«Al igual que los cultivos experimentales con trufa, este proyecto de investigación supone una alternativa para la agricultura de la zona con nuevas posibilidades de desarrollo para el medio rural», indicó el regidor. «Ha sido una alegría comprobar las espectaculares plantaciones del lúpulo; los resultados son óptimos para su producción a gran escala y este apoyo al sector de la agricultura, con la investigación aplicada al desarrollo de nuevos cultivos alternativos a los tradicionales, es una forma de generar oportunidades para el medio rural, contribuyendo a fijar su población», añadió.
El director general de la industria cervecera declaró que «el objetivo es seguir trabajando para que, en un futuro próximo, Estrella de Levante emplee en su totalidad materias primas de proximidad, convirtiéndose así en una cerveza 'kilómetro cero', algo que muy pocos pueden hacer en este ámbito». De esta manera, la marca cervecera continúa trabajando en su compromiso por el cuidado del medio ambiente, reduciendo así la emisión de gases contaminantes del transporte y controlando los recursos empleados en todo el proceso de elaboración; desde el campo hasta la mesa.
Tres años de investigación
En 2018, Estrella de Levante comenzó este proyecto en una primera fase experimental y dos años más tarde ya comenzó a dar resultados óptimos para su producción a gran escala. A partir de 2020, varios agricultores de la zona se sumaron a la iniciativa que, a día de hoy, ya cuenta con cinco hectáreas de cultivo distribuidas en tres fincas -dos en Caravaca de la Cruz y una en Moratalla-.
