Cajamar aborda en Fruit Attraction el modelo agroalimentario en 2030

El presidente de Cajamar puso de ejemplo a las cooperativas y empresas agroalimentarias por la labor que vienen realizando en los últimos años para promover la modernización de sus estructuras, instalaciones y funcionamiento, por su capacidad para innovar y competir, asegurando que el gran reto del sector pasa ahora por asegurar la rentabilidad. En este sentido, a la vista de que siempre habrá países que podrán comercializar productos agroalimentarios más baratos que los españoles -porque sus costes de producción son menores-, Eduardo Baamonde asegura que «la diferenciación es la clave estratégica más importante para nuestras frutas y hortalizas. Diferenciarnos en la variedad de productos, en su presentación, en su calidad y en la logística. Y en ello, Murcia está siendo un ejemplo desde hace tiempo», afirmó.

Además de los encuentros profesionales, reuniones de trabajo y visitas a los expositores de las distintas empresas, Cajamar ha promovido un ciclo de mesas redondas y talleres, denominados Foro Futuro 2030, en los que medio centenar de expertos, investigadores y empresarios han expuesto su visión sobre las nuevas tendencias de consumo, desde la perspectiva de la Agenda 2030 y teniendo la sostenibilidad y la alimentación saludable como ejes centrales.

A través de estos encuentros y diálogos, los expertos de la banca cooperativa Cajamar y reconocidos especialistas representantes de empresas del sector compartieron casos prácticos de sostenibilidad y alimentos saludables, así como conocimientos sobre el aprovechamiento de los recursos hídricos, la biotecnología vegetal, la nutrición y la salud, partiendo de la evolución experimentada y las tendencias que se vislumbran para la próxima década.

En la primera mesa se trató de responder a la pregunta ¿cómo será el consumidor de 2030?, vislumbrar los valores y las preferencias de los consumidores de productos hortofrutícolas: los nuevos alimentos, sus propiedades, la innovación en las frutas y verduras. Y también se debatió sobre industria y distribución, y el agua como oportunidad, siempre desde el punto de vista de la sostenibilidad.

El segundo día, los investigadores y expertos abordaron asimismo el futuro del sector agroalimentario a partir del incremento de una productividad sostenible, las oportunidades biotecnológicas que ofrece la tecnología aplicada para la obtención de alimentos, así como las posibilidades que brindan las energías renovables.

La última jornada estuvo centrada en la dieta mediterránea, el bienestar y la salud, se comentaron los últimos estudios sobre experiencias de consumo en nuevos productos de frutas y se analizaron servicios y productos alimenticios que aportan alto valor por su innovación y valor nutricional.