Bodegas Alceño potencia el valor de la vitivinicultura de la Región de Murcia

La historia de Bodegas Alceño suma ya más de dos siglos de historia. La calidad de sus referencias es una cualidad que ha estado presente desde 1870, año de la apertura de la bodega, y que aumentó aún más a partir de 2011, cuando esta fue adquirida por la familia Bastida. Desde entonces, sus elaboraciones han ido sumando éxitos gracias a una plantilla de profesionales altamente implicada y a la considerable apuesta de sus nuevos dueños por todas aquellas innovaciones que ponen en valor dos aspectos fundamentales en el trabajo diario de Bodegas Alceño: la viticultura y el medio ambiente.

En el ámbito de la vid, Bodegas Alceño cuenta con viñedos gestionados por familias de viticultores, de tercera y cuarta generación, a los que se intenta, junto con el equipo técnico de la bodega, «conseguir su mayor complejidad en búsqueda de esos viñedos más viejos, de menor rendimiento, pero que producen un nivel de calidad de la uva bastante alto», explican desde la dirección.

Tras esa recolección, se hace en el campo una selección de las uvas y estas pasan a la producción, donde cuenta con un sistema de depósitos importado de Burdeos «que hace que los vinos tengan un carácter diferente, un elemento clave en todas nuestras referencias», destacan, al tiempo que resaltan ese valor único como «difícil de explicar, pero el consumidor cuando lo prueba sabe que lo que está bebiendo es un Alceño». A esto se ha unido recientemente un cambio en la línea de producción, con nuevos sistemas de embotellado, «que aseguran que se mantenga la trazabilidad en todo momento y consiguen que llegue al consumidor en condiciones óptimas», explican. En el ámbito del medio ambiente, para el próximo año tienen planteada la instalación de placas solares fotovoltaicas con las que nutrir a la bodega de energía solar «para tener energía renovable suficiente», indican.

Toda esta amalgama de buenas prácticas ha posibilitado que los vinos de Bodegas Alceño gocen de gran aceptación dentro y fuera de las fronteras españolas. Además del apoyo de los consumidores, que pueden adquirir todas las gamas de Alceño en más de 40 países, recientemente varias de sus referencias, elaboradas principalmente con Monastrell –la uva por excelencia de Jumilla-, Syrah, Tempranillo y Garnacha tintorera, han sido galardonadas en los prestigiosos premios que otorga el catador James Suckling.

En este sentido, Alceño Premium 50 Barricas, un vino procedente del coupage de las uvas seleccionadas Syrah y Monastrell, depositado en barricas de roble americano, ha sido galardonado con 91 puntos, mientras que a Alceño 12 Meses Monastrel se le han otorgado 92. Además, las referencias de Alceño han recibido medallas de oro por parte de la Iberian Wine Academy (IWA) y también han sido galardonadas en el reciente Certamen de Vinos de Calidad de la DOP Jumilla, donde la bodega obtuvo cuatro medallas: oro en categoría 'Vinos dulces' por Alceño Dulce 2017; plata en 'Vinos rosados' por Alceño Rosado 2021; plata en 'Tintos jóvenes sin contacto con madera 2020-2021' por Alceño Tinto 2021; y plata en 'Tintos elaborados con madera añadas 2019 y anteriores', por Alceño Organic 2019.

Estos buenos resultados son una de las motivaciones que llevan a la Familia Bastida a seguir trabajando con el mismo ímpetu. Entre sus objetivos para este año destaca aumentar su presencia internacional, «para dar a conocer Alceño en todos los rincones del mundo. No tenemos grandes ambiciones. Queremos ir poco a poco y hacer las cosas bien», resumen.

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