Diez de cada cien euros que exporta España en alimentos salen de la Región

De este volumen comercial, el 10% corresponde a la Región de Murcia, según los últimos datos, del año 2020, de la Subsecretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca y de Aduanas. De esta forma, las empresas murcianas de producción vegetal y animal exportaron más de 5.600 millones de euros en un ejercicio muy marcado por la pandemia. Al año siguiente se produjo un incremento global del 11,2%, lo que habrá situado el balance regional en unos 6.000 millones de euros.

El Ministerio subraya que la Región es la cuarta comunidad en volumen de exportación de alimentos, con un claro liderazgo en la venta de animales vivos (a través del Puerto de Cartagena), y de azúcares y artículos de confitería. En legumbres y hortalizas, representa el 22,2% del total; mientras que en frutas alcanza el 15%. En conservas vegetales y zumos es del 18%. En frutas y verduras, el porcentaje es muy superior si se compara con las regiones productoras.

Si se toma en consideración la producción total, vegetal y animal, la Región representa el 5,4% nacional. Y, si se emplea como parámetro la cifra de negocio de la industria alimentaria, Murcia contribuye con un 5%. En este último apartado, sobresalen la industria cárnica, con 1.386 millones en el año 2020 y una cuota del 5,1% nacional; las conservas y preparados de frutas y hortalizas (1.316 millones); las especias, salsas y condimentos (364 millones, con una cuota muy alta del 29%); y el cacao, chocolate y confitería (309 millones). El Ministerio de Agricultura y Alimentación no refleja la cuota de negocio de los platos y comidas preparados que se realizan en la Región, aludiendo al «secreto estadístico».

Los analistas de CaixaBank Research avisan de las «perspectivas inciertas» para este año, donde la guerra en Ucrania ha eclipsado el clima optimista de la economía. Detallan que se heredan las presiones inflacionistas al alza y la escalada de los costes de producción (principalmente energía, fertilizantes y piensos, aunque afecta a toda la cadena). Indican que la invasión rusa es el mayor condicionante de la evolución económica a corto plazo. Sin embargo, el impacto de las exportaciones agroalimentarias en el mercado soviético serán limitadas, ya que arrastran el veto del Kremlin desde 2014. Sí se nota el efecto contrario, en tanto que Rusia y Ucrania son grandes exportadores de trigo y girasol.

Las exportaciones agroalimentarias españolas tienen una cuota mundial de casi el 4% y están en séptima posición. Han generado un superávit exterior del 1,5% del PIB, en el que el agro regional tiene una importante cuota de protagonismo.

CaixaBank ve dos «notables excepciones en esta tónica positiva», que afectan directamente a la Región: las exportaciones de cítricos disminuyeron un 2,4% debido a la fuerte importación de productos sudafricanos; mientras que la carne de cerdo bajó un 2,6% por la menor demanda de China, que está recuperando su producción tras superar la peste porcina.

La Región de Murcia se encuentra a la cabeza en las técnicas de riego localizado que ofrecen la mayor eficacia en el uso del agua, claramente por delante de la Comunidad Valenciana y Andalucía y a gran distancia del resto, según el informe de CaixaBank Research. Solo en un pequeño porcentaje se riega por gravedad, principalmente en las zonas de huerta. Se ha producido un «notable esfuerzo en la modernización», indican los analistas. Unido a esto, Murcia es la región con mayor porcentaje de riego en proporción a su superficie (un 16,2%). Asimismo, el regadío representa el 39,2% del cultivo total.

CaixaBank destaca por otro lado que el cambio climático requiere un ingente esfuerzo para adaptar el regadío español a las nuevas circunstancias, ya que se presenta un escenario de mayor escasez de agua. Apunta al respecto que las inversiones previstas a través de los fondos 'Next Generation' serán un gran apoyo para modernizar los regadíos, con el objetivo de promover el ahorro y la eficiencia energética. Prevé que los niveles de estrés hídrico aumenten en el sur peninsular y en los archipiélagos, como indican otros estudios.

El gasto en supermercados y grandes superficies de alimentación creció el año pasado hasta un 34,8%, en comparación con el ejercicio anterior a la pandemia. Asimismo, el gasto doméstico en restauración subió un 13,5%. No tuvo el mismo comportamiento el gasto turístico en restauración, que cayó un 23% debido a las restricciones sanitarias. En concreto, la compra de alimentos se disparó en plena crisis de la Covid (un 36% respecto al año 2019). Bajó solo un 1,1% en 2021, mientras que en los dos primeros meses de este año ha vuelto a crecer un 5,5%.

El informe de CaixaBank Research se basa en el pago con tarjetas españolas en supermercados y restaurantes, y subraya que el patrón de gasto en alimentación en los hogares españoles «está prácticamente normalizado». Asimismo, considera que la recuperación del gasto extranjero debería favorecer este año el consumo de alimentos en el canal profesional Horeca (hoteles, restaurantes y 'caterings').

Los datos en tiempo real, apuntan los analistas, muestran una evolución «muy positiva del gasto en alimentación hasta febrero». Sin embargo, avisan de que el alza de los precios y la reducción del poder adquisitivo de la población debido a la inflación, puede acabar mermando el consumo real. En marzo, los datos del IPC mostraban un fuerte repunte de precios, de un 6,5%, de los alimentos no elaborados; y de un 3,5% de los elaborados. «Las presiones inflacionistas no han hecho más que acrecentarse y las perspectivas no son nada halagüeñas ante el nuevo 'shock' energético y el alza de los precios de los productos agrícolas en los mercados internacionales», indican.