Más de 185.000 murcianos con pensiones privadas logran un 8,7% de rentabilidad anual

Supone una inyección de al menos 103 millones, ya que estos dos tipos de planes sumaban hace ahora un año 1.188 millones de un total de 1.628 capitalizados en la Región para pensiones privadas.

Es la recompensa para quienes trasladaron su excedente de dinero para jubilación hacia posiciones de mayor riesgo; esto es, a planes expuestos a variaciones bursátiles. Ya son el 73,9% de los 251.855 partícipes que había hace justo un año. La legislación permite a los ahorradores cambiar de planes las veces que quieran, sin gasto extra ni tributación. Pueden pasar el dinero a otro plan de la misma entidad o al de una diferente. La de origen no puede poner obstáculos para que los rendimientos consolidados en el plan anterior se transfieran al nuevo.

En el caso de los planes mixtos con buenas dosis de acciones cotizadas, los rendimientos llegan al 11,9% anual, y en los de renta variable, la plusvalía se mueve en torno al 23,4%, algo nunca visto en dichos productos financieros.

Los 53.000 titulares murcianos con planes de renta fija (21,2% del total) no tuvieron suerte el pasado año. Sus rentabilidades medias se movieron entre el –0,6% (bonos) y el –1,6% (títulos de deuda a largo plazo). Los 12.300 conservadores que optan por planes de capital garantizado (el 4,9%) no obtuvieron resultados positivos.

Tras el desplome de los tipos de interés y la reconversión del sector financiero, la oferta de pensiones privadas ha pasado a ser un gancho de bancos y aseguradoras para fidelizar clientes a cambio de menos comisiones. Así, estas entidades han encomendado la gestión de los planes a agentes financieros más ágiles, a fin de dar a estos productos mayor atractivo vía plusvalías. Los gestores se han empleado a fondo y el año pasado lograron rendimientos sorprendentes, por encima incluso de los ofrecidos por los fondos de inversión (su rendimiento medio se situó en el 6,8% a un año).

La actual crisis no altera demasiado las rentabilidades acumuladas de ejercicios anteriores debido a que 2019 se cerró con los mejores resultados de la historia, con una media del 8,8% neto anual (todos los planes dieron entonces saldos positivos). Tal plusvalía sirvió para amortiguar los desplomes generados durante los estados de alarma (aún así, 2020 se cerró con una media del 0,3%). De ese modo los que se suscribieron justo antes, en 2019, acumulan una rentabilidad neta del 6,5% anual en cada uno de los tres ejercicios.

Mirando más atrás, los ahorradores murcianos que están a punto de retirarse con un plan contratado hace un cuarto de siglo acumulan un rendimiento neto del 3% anual por cada año. Quienes lo hicieron hace una década, el promedio anual ponderado es del 4,5%. Otro ejemplo: los que se suscribieron a planes basados en títulos bursátiles hace un lustro se llevan un 'pico' del 9,9% anual por cada uno de esos cinco años.

Pero el entorno se vuelve hostil. El Ministerio de Seguridad Social quiere priorizar el ahorro para la jubilación a través de los planes colectivos (los que se crean en el ámbito de la negociación colectiva en pymes y compañías, o a través de asociaciones de autónomos y colegios profesionales), en detrimento de los individuales. En estos últimos Hacienda ha recortado este año el tope desgravable a 1.500 euros de aportación (antes de la pandemia eran 8.000). Inverco admite que, por primera vez, sale más dinero del que entra en el sistema de pensiones privadas.

Ofrecer las plusvalías más altas se ha convertido así en prioridad para frenar el desaliento de los suscriptores. Una política que funciona de momento. Un sondeo de Inverco entre las gestoras revela que los planes más demandados el año pasado fueron los de renta variable mixta (50% de las peticiones), renta fija mixta (41%) y renta variable (9%). Los parqués bursátiles decidirán mucho este año.