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Jugadores, técnicos y directivos del UCAM muestran sus medallas como equipo tercer clasificado.

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Jugadores, técnicos y directivos del UCAM muestran sus medallas como equipo tercer clasificado. FIBA

El UCAM siempre se levanta

Pese al cansancio y el déficit de pívots, el equipo gana a base de corazón y coraje y acaba tercero en la 'Final Four' de la Champions

EMILIO SÁNCHEZ-BOLEA

Enviado especial a Atenas

Lunes, 7 de mayo 2018, 08:37

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Después de quedarse a un suspiro de la final por un título europeo menos de 48 horas antes, tras un choque envuelto en una polémica arbitral, con varios jugadores infiltrados, y de a Antelo, lesionado, disputar un nuevo partido no era plato de buen gusto. Pero caer y levantarse es la historia de este UCAM. Sea cual sea el premio. Uno, por cierto, de 60.000 euros, dando un acumulado en la competición de 200.000 para el tercero, que no fue otro que el UCAM tras vencer al Riesen alemán.

MHP Riesen

Johnson (17), McCray (2), Walkup (7), Waleskowski (10) y Cook (11) -quinteto titular- Evans (6), Geske (0), Peter-McNeilly (11), Müller (6), Koch (4), Seric y Wiley (0)

74

-

85

UCAM Murcia

Hannah (10), Oleson (3), Rojas (18), Soko (15) y Lima (8) -quinteto titular- Mutic, Urtasun (16), Antelo, Benite (8), Kloof (12), Faverani y Tumba (5).

  • Parciales 17-18, 15-24 (32-42), 21-18 (53-60) y 21-25 (74-85).

  • Árbitros Manuel Mazzoni, Marius Ciulin y Petar Obradovic. Eliminados: Cook y Lima.

  • Incidencias OAKA Indoor Hall de Atenas, 8.221 espectadores. Partido por el tercer y cuarto puesto de la 'Final Four' de la Champions League.

Quien más deseo mostrase en el inicio podía tener mucho ganado, y los primeros en dar fueron los de Ibon Navarro que, atacando el rebote ofensivo y protegiendo el aro propio, encontraban en el dominio de los tableros y el acierto de Sadiel Rojas la ventaja de los primeros minutos, pero conforme avanzaba el partido las revoluciones descendían y el Riesen se acercaba (17-18, final del primer cuarto).

Ese extra de deseo se explicaba en los diez rebotes más que el Riesen (5-15), por lo que con morder un poco más podía bastar. Ese poco era anotar una canasta por minuto, y en cuanto se pisó un poco más el acelerador, el UCAM tocaba ya los dobles dígitos de ventaja (20-31, minuto 16), ocasionando el tiempo muerto de un John Patrick al que le urgía hacer despertar a su apagado equipo, que volvería con una cara más valiente en ataque. El UCAM aguantaría el ritmo para mantener un cómodo colchón al descanso en un tramo final de primera parte muy atractivo con intercambio de canastas (32-42).

No había secretos. La relación entre dominio de los tableros y opciones de victoria en el UCAM Murcia es proporcional, y el 26-12 que reflejaba el marcador reboteador al descanso indicaba la superioridad murciana.

No ha sido la 'Final Four' de Augusto Lima. Y es una pena cuando se trata de uno de los jugadores más carismáticos de la historia del club, pero su sobreexcitación en el partido del viernes no le permitió rendir bien. Ayer, después de una buena primera parte, las faltas le sacaron de quicio. Una segunda seguida sobre Cook le llevó a protestar de manera demasiado airada con un cómodo 34-43 para su equipo en el segundo minuto de la segunda parte. Su merecida técnica llevó a su sustitución, pero su llegada al banquillo jurando en arameo y pateando una silla le costó otra merecida segunda. Expulsado.

De estar cerca de incluso poder romper el partido a que el Riesen lo viera de cerca (38-43). La batería de pívots, bajo mínimos: Delía descartado, Antelo 'roto' y Faverani sin contar para Navarro. Sin embargo, la reacción del UCAM destacó por su bravura, y con el músculo de Rojas y Soko y dos minutos mágicos de Benite, la diferencia volvía a la tranquilidad de los dos dígitos (44-54, minuto 27). Eso sí, algunos jugadores alemanes hasta entonces desaparecidos aprovecharon para despertar justo a tiempo antes del último cuarto (53-60).

Uno de ellos fue Walkup, y suya fue la primera canasta de un último cuarto al que el UCAM entró en la reserva (57-60, minuto 32). Con una rotación reducida a ocho jugadores 'reales', los gestos de cansancio eran claros en Rojas y Soko. Pero el ADN de este equipo no entiende de excusas. Sí de carácter. Como en otras comprometidas ocasiones, fue Urtasun quien diera un paso hacia delante, y un 2+1 que propició una técnica a Waleskowski se traducía en un jugada de cuatro puntos del navarro, que, seguida con dos tiros libres de Soko, dio una nueva ventaja cercana a los diez puntos al UCAM (59-68, minuto 34), con Tumba echando en cerrojo en defensa.

Pero las fuerzas flaqueaban. Un error, un ataque no encestado, daba vida al Riesen, que quiso creérselo hasta situarse a cuatro puntos a 2:07 del final (70-74).

Si alguien debía poner el corazón y el alma que tanto caracterizan a este equipo en un momento como este, era Sadiel Rojas. Nadie más representativo. Un triple suyo daba siete de ventaja (70-77) al UCAM. Además, la recuperación de un balón dividido en la defensa posterior, siendo objeto de falta -aunque solo aprovechara un tiro libre-, dejaba el triunfo muy encaminado en un OAKA donde su nombre resonaba (70-78 a 1:26 del final).

Con el Riesen rendido, Soko y Kloof sentenciarían la victoria murciana y el tercer puesto del UCAM en su histórica participación en esta 'Final Four' de la Champions League, en su segundo año en Europa.

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