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Casi le ha dicho adiós del todo el UCAM al 'playoff' con su derrota de hoy en Málaga. Es una victoria más el 'basket-average' ... de distancia con el Baskonia a falta de dos jornadas, pero teniendo aún que disputar los vitorianos esta trigésimo segunda a partir de las 17.00 frente al Barça. Si ganan, los de Sito Alonso habrán quedado fuera de la carrera por los ocho primeros puestos de forma matemática y se tendrán que centrar en pelear la novena, una que habrá sido suya hoy de completar una nueva machada en el Carpena ante el Unicaja al tiempo que el Manresa también se quedaba con la miel en los labios frente al Real Madrid (65-67).
Llena de casis está la temporada del UCAM. El de hoy en Málaga es otro partido ajustado que cayó del lado adverso, habiendo tenido Ennis un triple para ganar que, al menos, Kurucs convirtió en cinco minutos de vida extra en el rebote ofensivo. Pero los veinte puntos encajados en la prórroga son demasiados y el severo castigo a un UCAM que cometió incontables errores de concentración o simple conocimiento frente a un Unicaja que, por muy de resaca que estuviera después de la celebración de un nuevo título de Champions League, funciona como un reloj suizo y castiga inmisericorde la falta de inteligencia del rival.
Unicaja:
Perry (14), Kalinoski (14), Ejim (2), Osetkowski (6) y Kravish (8) -quinteto titular- Pérez (9), Balcerowski (5), Taylor (13), Barreiro (0), Díaz (6), Carter (12) y Tillie (15).
104
-
93
UCAM Murcia:
Hakanson (16), Ennis (18), Kurucs (11), Gates (17) y Birgander (9) -quinteto titular- García (4), Radovic (11), Radebaugh (4), Falk (0), Diagne (0), Stephens (3) y Antetokounmpo (0).
Parciales: 17-13, 19-22 (36-35), 25-22 (61-57), 23-27 (84-84) y 20-9 (104-93).
Árbitros: Jordi Aliaga, Alfonso Olivares y Alberto Baena.
Incidencias: Palacio de Deportes José María Martín Carpena de Málaga, 10.040 espectadores. 32ª jornada de la Liga Endesa.
Después de un comienzo de partido como a quien le cuesta arrancar la mañana después de un madrugón, el UCAM cogió color a partir de las rotaciones y hasta aventajó al Unicaja en cinco puntos de diferencia tanto en el segundo (30-35, minuto 20) como en el tercer cuarto (41-46, minuto 23), pero poco era lo que necesitaba el equipo de Ibon Navarro para recuperar el ímpetu, y un bache de juego entre final de tercer cuarto y comienzo de último disparó a los suyos (72-58, minuto 33).
Poco después, mucho tendría que agradecer el UCAM a Alberto Díaz en su remontada. El capitán malagueño cometió su quinta falta con su equipo en bonus cuando intentaba forzar una personal en ataque, y tan incontenible le fue la frustración de una señalización adversa, que cuando se retiraba al banquillo le cayó una descalificante más que buscada. Entre los tiros libres de la falta, los de la descalificante y el triple de Gates en la posesión extra, el marcador cambiaba del 76-69 al empate, 76-76. Y, en la siguiente jugada, al 76-79 con triple de Hakanson a 2:55 del final.
El UCAM llegaba reforzado al final del partido. Había vuelto de entre los muertos y llevaba el mando en un marcador de alternancias. Pero, si durante el partido el equipo de Sito Alonso había cometido un error tras otro de los que le hacen tirarse de los pelos a un entrenador, en este final no iba a ser diferente. Y es que se ve que alguien hizo pellas en la clase de 'scouting', porque el único jugador que mete más triples de los que falla en la Liga Endesa es Killian Tillie (55,4% de acierto antes el partido), y él fue el que empató primero con un triple liberadísimo, con Birgander acudiendo a la ayuda de un Taylor al que marcaba Ennis (79-79), y luego el que puso por delante al Unicaja a un minuto del final. En este, una gran defensa murciana forzó un mal tiro y, con empate a 81, el balón caía a las manos de Kurucs, sin oposición para hacerse con el rebote. Pero se le escurrió y, en el saque de un balón que daba por perdido, Tillie metió otro triple con el letón picando en una finta de pase.
Del 81-81 y balón para ponerse por delante a un minuto de final, al 84-81. Birgander solo sumaría un punto de sus tiros libres (84-82) y el Unicaja tendría balón para sentenciar después de un tapón de Tillie a Hakanson para empatar después del fallo de su compatriota, en una de las mil revisiones que tuvo el choque. Pero lo que el UCAM perdía por lectura de juego lo ganaba por garra. Suyo fue el balón a 20 segundos de la conclusión, una que quería ya Ennis con un triple para ganar. No tocó ni el aro, pero un Kurucs de lo más torpón a lo largo y ancho del partido palmeaba dentro su única canasta para enviarlo a la prórroga (84-84).
El UCAM era el que equipo que venía por detrás, factor siempre clave en las prórrogas. Pero, por las últimas acciones, el Unicaja sabía que era quien más crudo se lo había visto. Y pisó el acelerador jugando desde el colectivo y con jugadores frescos como la pareja interior Kravish-Pérez o pequeños como Kalinoski y Taylor, con menos kilómetros en las piernas. En solo 3:19, el parcial era 12-2 para una ventaja casi definitiva (96-86) con tres canastas llegadas desde asistencia, una después de rebote ofensivo y dos tiros libres también tras asistencia.
Persiguió el imposible el UCAM, pero la aparición ahora de Carter, exhibiendo el Unicaja no solo profundidad de banquillo, también capacidad del jugador que entra en pista de rendir en consciencia con el contexto que le rodea, no permitió el milagro. A la cuarta, el Unicaja volvía ganar en casa al UCAM y completaba la fiesta de celebración de su segunda Champions League.
Si bien la derrota condena casi del todo la entrada en 'playoff' y otro poco el adelantamiento al Manresa por ser noveno, el UCAM también se lleva de Málaga la lectura positiva de su renovada capacidad competitiva contra los más grandes de la liga. Un jugador irregular este año, pero imprescindible, como es Hakanson, está en su mejor momento. Entre él y Gates sumaron ocho de los trece triples del UCAM, y fueron los más descarados para superar el 10-2 con que empezó el partido, recogiendo Radovic su estela para remontar.
Desde el famoso día de Andorra, el capitán es un efectivo de garantías para Sito, y ocho puntos seguidos con dos triples en el segundo cuarto pusieron por delante a los suyos, quedándole aún un tercero para igualar su récord personal (26-28, minuto 17). El partido avanzaba, el UCAM confirmaba que su juego al despiste con las defensas en zona atasca a los rivales, especialmente a los de mayor músculo, y que en el juego psicológico saca ventajas (30-35, minuto 20). Eso sí, también debe aprender que basta con poco para perderlas. El Unicaja, que falló diez triples hasta meter el primero, anotó dos de sus tres triples de la primera parte en el último minuto de la misma, el segundo, con delito. Osetkowski anotó sobre la bocina para adelantar (36-35) cuando al UCAM aún le quedaba una falta para llegar al bonus y Gates, su defensor, se había ido a ayudar a Radebaugh con Carter a ocho metros del aro.
Gates fue protagonista luego para lo bueno sintiéndose importante. Sito le pidió un esfuerzo para llegar al partido y que se jugaran bloqueos indirectos para él fue su manera de agradecérselo. Sus triples volvieron a adelantar al UCAM, desestabilizado por una técnica ridícula a un Birgander que se quejaba en una caída con razón. Perry, que volvía a sacar tres tiros libres adelantándose a faltas para parar la transición, un tormento continuo para un quinteto con demasiados jugadores a los que el partido se les hacía grande con el rugido del Carpena (61-57, final del tercer cuarto).
Pero el UCAM siempre vuelve y, aunque no le dio para ganar, a punto estuvo. Si quiere volver a Europa el año que viene, ya conoce el camino a recorrer.
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