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Que la Champions League sea una competición que no permita trastabillar dos veces es lo que dice su sistema por el cual, en este 'top 16', los dos primeros de cada grupo avanzan a los cuartos de final y solo el primero lo hace con ventaja de pista en esa eliminatoria al mejor de tres partidos, factor indispensable en las posibilidades de 'Final Four'.
También lo dice la probabilidad. En el tropiezo ante el Nymburk el UCAM estuvo muy lejos del nivel de energía requerido para un duelo entre favoritos (85-70), pero, ayer, la suerte sonrió a los de Sito con la inesperada derrota de los centroeuropeos ante el Nanterre (86-90). Salvo nuevo pinchazo, vuelven a depender de sí mismos para ser primeros. De caer, de nuevo irán a rebufo de un Nymburk contra el que ya no valdrá solo ganar, sino remontar.
Pero también lo dice Ludde Hakanson. El base sueco admite que el partido de hoy en Hungría «no va a ser fácil», pues reconoce que «tenemos poco margen de error». Su rival, el Falco, «ha perdido los dos primeros partidos, por lo que está obligado a ganar», avisa el mejor del UCAM el sábado en Granada, con 17 puntos, 7 asistencias, 19 de valoración y la canasta clave para ganar (82-88).
El de Szombathely no es uno de los desplazamientos más cómodos para el UCAM, aunque tampoco se sale de lo habitual en los viajes de Champions. El equipo de Sito Alonso invirtió ayer cerca de diez horas desde su salida de Murcia hasta llegar a la ciudad húngara, volando desde Alicante hasta Madrid y desde la capital española hasta Viena, encontrando Szombathely al poco de cruzar la frontera austrohúngara en autobús.
Pero su recuerdo no es el mejor. El UCAM ha jugado dos veces allí. La primera fue hace dos temporadas en una de sus derrotas más sensibles de aquella Champions League 2022-23 (104-94) y, la segunda, el año pasado en el cierre a un 'top 16' en que no peligraba su liderato, pero ejerciendo como local el israelí Hapoel Holon (64-60) en un partido de anotación pírrica y al que el UCAM llegó rendido. En esta ocasión, el UCAM no se las vio todas consigo para llegar a Hungría, pues el retraso de su primer vuelo le hizo perder el enlace del siguiente y tuvo que comprar sobre la marcha otro diferente, uno que le llegó a Fráncfort, en Alemania, para coger otro vuelo más hasta Viena. La llegada a Szombathely no se produjo hasta la medianoche, con la expedición universitaria aún por cenar e instalarse.
En el único Falco-UCAM hasta la fecha, el máximo anotador fue un Zoltán Perl imparable con 29 puntos. El húngaro, nacido, criado y formado en Szombathely, era un viejo conocido por su breve paso por la Liga Endesa en la 2018-19 con el Estudiantes, apenas jugando once partidos y convirtiendo solo dos canastas en 16 tiros intentados.
Pero en su tierra es poco menos que una deidad. El escolta es el máximo anotador de su equipo con 20,5 puntos de media por partido (sexto de la Champions) y el más valorado, con 18 créditos.
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