El UCAM Murcia vence pero no convence

Fue en ese momento cuando el UCAM terminó de asegurar el partido. Una falta rápida a 8,8 segundos del final de Shannon Evans, el hombre de la tarde con 27 puntos, 10 asistencias y 36 de valoración, fue sancionada como antideportiva después de la revisión solicitada. Bellas solo acertaría uno, pero, con una posesión extra, el duelo estaba sentenciado.

Sonó la bocina del final, el UCAM respiró aliviado y su afición con él, pero sin quitarse la preocupación de que algo no va bien en el juego de un equipo demasiado volátil, y que tuvo como jugador diferencial a Nemanja Radovic, que hizo su mejor partido de la temporada con 20 puntos y 25 de valoración, y que contó con el don de la oportunidad emergiendo en algunos de los momentos más delicados para los suyos.

Si algo urgía al UCAM corregir, eran los inicios de partido. Las malas puestas en escena estaban costando derrotas ya imposibles de levantar en los primeros minutos y, desde la vuelta del parón por 'ventanas FIBA', todos los primeros cuartos (tres de Liga Endesa y dos de Champions League) se habían saldado a favor del rival.

Primera deficiencia solventada. Tres de los cuatro primeros ataques béticos eran recuperaciones universitarias: robo, pérdida por buena defensa y tapón. Y, pudiendo correr y generar huecos en una defensa aún por colocar, dos triples (otro de los talones de Aquiles las últimas semanas) eran las dos primeras canastas.

Haciendo grande a Pustovyi en la pintura, y acudiendo mucho más rápido en los últimos partidos a las primeras y segundas ayudas defensivas, la energía transmitida por el UCAM era totalmente otra. El Betis resistía (20-18, final del primer cuarto), pero el primer golpe estaba cada vez más cerca.

Sin el Trice más anotador, pero con muchos más jugadores implicados en la anotación, el ritmo impuesto por el UCAM para sí mismo facilitaba y mucho la entrada en juego de los suplentes, a quienes les era más sencillo hacerse parte de una dinámica ascendente. Fue el caso de David Jelínek, muy gris esta temporada, que generó mucho peligro en el segundo cuarto y se ganó los primeros grandes aplausos de su nueva afición.

Pero, puestos a destacar nombres propios, Nemanja Radovic era el hombre del que hablar. Es uno de los jugadores más queridos en la historia del club y su afición es feliz cuando le ve jugar bien. En un contundente parcial de 16-0 a favor del UCAM, la mitad de los puntos eran del montenegrino, que anotaba los cuatro tiros de dos puntos que intentaba y era el líder del mejor momento de su equipo, que abusaba de un noqueado Betis que no podía permitirse ni el más mínimo descanso de Evans, el jugador que más minutos juega en la Liga Endesa. Con más de la mitad de los jugadores del Betis en valoración negativa al descanso, poca historia quedaba por contar (44-26, descanso).

Después de mucho tiempo deseando ganar un partido, el peligro de querer ganar antes de tiempo es más que real. Y, tocando los 20 de diferencia con una canasta de Pustovyi, empezaron los problemas. Destensado, al Betis le era más fácil encontrar jugadas de talento individual para algunos de sus jugadores. Un parcial de 2-13 le ponía a 9, lo que permite creer en la existencia de un partido por decidir, y coincidía en el tiempo con la cuarta falta de Pustovyi (50-41, minuto 26).

Salvando Radovic los muebles con siete de los nueve puntos finales de su equipo en el tercer periodo, mismos serían los puntos que minutos quedaban (59-49, final del tercer cuarto). Y al Betis (o Evans) no le quedaba otra que pisar el acelerador. Los de Casimiro iban a cada ayuda más rápido (la mitad de sus recuperaciones fueron en el último cuarto) y a cada rebote más fuerte, pero en el UCAM la rueda de rotaciones no funcionaba como antes. Al que más se le veían los fallos, a un Diop que daba la de -arena en la discutida de rotación de pívots, haciendo echar de menos a Pustovyi (68-63, minuto 37).

Con siete balones perdidos en el último cuarto, Sito iniciaba la partida de ajedrez de los tiempos muertos tras un contragolpe de Hill que, ya sí, hacía entrar en estado de ansiedad a hasta el más calmado de los aficionados. Dos buenas canastas provocaban ahora el receso de Casimiro, que contestaba igual. Nuevo tiempo muerto de Sito, pero ahora sin buena aplicación, pues las pérdidas y fallos permitían sumar al eléctrico Evans (72-70, 22 segundos).

El UCAM tendría que sellar el trato desde el tiro libre, pues Evans haría falta rápida sobre McFadden, que solo acertaba uno. Con canasta de Hill después, llegaría la antideportiva de Evans con la intención de detener el reloj. No habría épica para el Betis. La victoria, la quinta de la temporada, se quedaba en Murcia, que volverá a acoger el siguiente partido de su equipo el próximo sábado frente al Gran Canaria.