El trampolín de lo imposible

Las condiciones para conseguir un billete de Copa del Rey son las mismas cada año. Nunca cambian. Proteger la casa propia, 'robar' algún partido en la carretera y sacar alguno de esos partidos de los que no entran en las cuentas más conservadoras, ya sea aquí o allá. Uno de estos últimos aún le está por llegar a un UCAM, al que esa necesidad le coge ya carácter de urgencia después de una derrota como la de la jornada pasada ante el Gran Canaria, rival directo y que se hizo dueño del Palacio sacando 20 puntos de diferencia que dejan muy marchito el 'basket-average' de los murcianos, siempre elemento diferenciador entre los equipos que cumplen con los requisitos para ser los últimos pasajeros del torneo de febrero.

Por el momento, el UCAM le ha ganado al Bilbao, el Zaragoza, el Girona, el Andorra y el Breogán. Ninguno de estos triunfos fue una sorpresa. Sí estuvo cerca de serlo el partido ante el Baskonia en el Buesa Arena, pero la victoria se quedó allí. Ahora, el UCAM tiene que jugar de seguido contra el Barça, el Valencia y el Tenerife. Luego se cerrará el año recibiendo al Granada, pero el que viene se empieza con la visita del Unicaja y, dos días después, viajando a una Manresa donde aún no ha ganado nadie. Para terminar, los dos recién ascendidos de seguido, Coruña y Lleida.

De los ocho partidos que quedan, cinco son rivales que están por encima suya. Y, de los otros cuatro (el UCAM es décimo), tres le ganaron y el único que perdió contra los de Sito Alonso, pese a estar por delante, está también fuera de la Copa (el Zaragoza, noveno). Es decir, que no queda otra que sumar en lo improbable e ir haciéndolo desde ya.

Solo ha sido una vez la que ha ganado el UCAM en Barcelona. Sito Alonso la recuerda bien, pues fue a finales de octubre de 2017, cuando él se sentaba en el banquillo rival en una época convulsa para el club blaugrana. Y, si a río revuelto, ganancia de pescadores, si es el UCAM consigue hoy elevar su nivel de la pasada jornada, puede tener su oportunidad, pues el actual no es tampoco el mejor momento del gigante catalán.

Y es que solo una victoria separa a barceloneses y murcianos. El Barça en estos momentos séptimo con cinco victorias y cuatro derrotas, idéntico balance al UCAM, y esos cuatro partidos perdidos han sido en las últimas seis jornadas. Losa que se hace muy pesada teniendo en cuenta que la trayectoria reciente en la Euroliga es casi idéntica: cuatro de sus seis derrotas europeas fueron en las últimas cinco.

Las comparaciones son odiosas, pero, al mismo tiempo, inevitables. El año pasado la gerencia de Mario Fernández y Juan Carlos Navarro hizo una apuesta marca de la casa dándole las riendas a Roger Grimau que, solo una temporada después, ya no está en Barcelona. A mismas alturas de competición de la pasada campaña, su equipo había ganado dos partidos más en cada una de las dos competiciones (siete de nueve en la Liga Endesa y diez de catorce en la Euroliga). Su relación con Willy Hernangómez fue tormentosa, como el propio entrenador desvelaría, y precisamente esta semana se viralizaba un vídeo en el que Peñarroya y Hernangómez discutían airadamente en la pista del Panathinaikos.

Una de las grandes dificultades que atraviesa el proyecto de Joan Peñarroya es la plaga de lesiones que sufre actualmente. Nico Laprovittola, estandarte de la dirección y tiro exterior blaugrana, se lesionó de gravedad en la rodilla a finales de octubre y se perderá todo lo que resta de temporada. Y, en tal que se le encontraba un sustituto también cayó el pívot Chimezie Metu, uno de los fichajes que mejor se habían adaptado al equipo.

Se encontró sustituto para el argentino, un muy buen conocido del UCAM: Raul Neto. El base brasileño jugó en Murcia en la temporada 2014-15 y se convirtió en el primer y todavía único jugador en saltar directamente a la NBA desde el UCAM. Nueve años después ha vuelto a la Liga Endesa, pero ha sido llegar y lesionarse. La semana pasada, ante el Madrid en Euroliga, no llevaba ni cuatro minutos cuando su aductor le frenó en seco. Tiene para un mes. Y, por último, y por menos tiempo, tampoco estará en pista Darío Brizuela, que el domingo pasado ante el Manresa se lesionó el psoas ilíaco.

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