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EMILIO SÁNCHEZ-BOLEA
MURCIA.
Jueves, 21 de enero 2021, 01:07
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La pandemia impide hacer planes a largo plazo. Una de las primeras enseñanzas de un virus que tras más de un año de tener sometido al planeta parece querer seguir por mucho más tiempo entre nosotros. Pasada la segunda, y metidos de lleno en la tercera ola, algo que escapa a las restricciones de las autoridades competentes es el deporte profesional, normalizado ya en su celebración sin aficionados en las gradas.
Un entorno relativamente burbuja, con sus fugas. Los deportistas también quedan expuestos al Covid-19 en su día a día, y sobrepasado ya el ecuador de la temporada, lo que empezó como algún caso aislado se ha convertido también en norma. En el caso del UCAM ha llegado en el momento más inoportuno, despojándole de sus escasas posibilidades de clasificarse para la Copa del Rey, y, una vez que ha tocado, el cuerpo técnico dirigido por Sito Alonso ha visto que no los planes no solo no se pueden hacer a largo plazo, tampoco a medio.
23 de enero UCAM-Burgos
26 de enero UCAM-Manresa
31 de enero Barça-UCAM
2 de febrero Real Madrid- UCAM
7 de febrero UCAM-Joventut
Y es que, después de estar casi un mes sin competir, desde que el 27 de diciembre se enfrentara al Obradoiro, cuando este sábado retome la temporada ante el Burgos, el UCAM iniciará un desafío de cinco partidos en quince días. Todo ello para, después, iniciar otro periodo de tiempo sin partidos mayor aún, puesto que son veinte los días que separarán el encuentro del 7 de febrero contra el Joventut, al siguiente en Manresa, el 27.
Equipo catalán con el que los de Sito se verán las caras el martes que viene, tres días después de recibir al Burgos. Cinco días después, visita a Barcelona para, en 48 horas, visitar al líder, el Real Madrid, y terminar la semana inaugural de febrero recibiendo al mencionado Joventut.
Póker de partidos entre el 23 de enero y el 7 de febrero después de 27 días sin partidos y antes de otros 20 días sin competición, esta vez con la celebración de la Copa del Rey y unas nuevas 'ventanas FIBA' de selecciones, a las que la pandemia les ha quitado el poco sentido que tenían, mediante.
La realidad de una temporada que funciona a tirones y que al UCAM CB le ha tocado vivir en esta ocasión, cuando el coronavirus entró en su vestuario sin margen para hacer arreglos que le permitieran ganarse u olvidar su derecho a la Copa del Rey en la pista, y dando paso después a una semana de descanso en una liga impar.
El UCAM vuelve este sábado, eso sí, si las PCR a las que toca someterse cada jornada así lo permiten. Los de Sito, que llevan entrenando ya diez días con normalidad al margen de los positivos, que son solo dos en una plantilla de trece jugadores, recibirán el sábado al Burgos si no hay nuevos casos.
De haberlos, y aunque la última palabra es de la ACB, el club burgalés ya ha expresado, tanto de manera pública como privada al club murciano, su predisposición a aplazar el partido si los universitarios estimaran no encontrarse aún en condiciones dignas de competir, en retorno al favor por el cual el UCAM puso de su parte para que, en el enfrentamiento de ida, y cuando el equipo de Burgos salía de un brote que había causado ocho positivos en su primer equipo, el choque se disputara en unas condiciones favorables al espíritu competitivo y la deportividad.
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