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Un jugador del Unicaja defiende una entrada a canasta de Clevin Hannah. Nacho García / AGM
Poca capacidad de respuesta

Poca capacidad de respuesta

El desorden ofensivo del UCAM permite al Unicaja administrar durante todo el partido la ventaja inicial Los jugadores visitantes Jeff Brooks y James Augustine, los más valorados del partido, fueron los dueños del juego interior

EMILIO SÁNCHEZ-BOLEA

MURCIA

Lunes, 2 de octubre 2017, 08:31

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Dado lo accidentado de la pretemporada y las circunstancias especiales de algunos jugadores, el Unicaja no parecía el rival más adecuado para un estreno que pillaba al UCAM Murcia todavía en paños menores, a tenor de sus bajas en el juego interior, donde el Unicaja dio buena cuenta de su potencial, siendo Jeff Brooks y James Augustine los jugadores más valorados del partido.

Pero no era ninguna oculta ventaja táctica la que lastraba la puesta en escena de los universitarios, sino simple y llanamente su falta de acierto, y es que cuando solo se anotan dos puntos en los primeros seis minutos de partido, es la pelota la que no quiere entrar. Claro que, para lograr canastas, primero hay que encontrar situaciones cómodas de tiro, y eso es algo que Charlon Kloof no logró ofrecer a su equipo, con Alberto Díaz, uno de los mejores defensores exteriores de la competición, anticipándose a los previsibles movimientos del surinamés, papeleta que tampoco solventaba Clevin Hannah.

UCAM

64

-

74

UNICAJA

  • Árbitro J.C García González, Juan de Dios Oyón, Martín Caballero.

  • Incidencias Palacio Municipal De Deportes | Público: 5.535 espectadores.

La defensa en primera línea de pase de los malagueños resultaba asfixiante, y aunque su ataque tampoco era lo fluido que a Joan Plaza le hubiera gustado, el bostezante 2-8 en el marcador pasados seis minutos provocaba que fuera Ibon Navarro quien pidiera el tiempo muerto.

Charlon Kloof no encontró situaciones cómodas de tiro y su equipo lo acusóEl dominio interior del conjunto malagueño fue claro, como también su superioridad física

Soluciones temporales

Brad Oleson y Álex Urtasun daban con soluciones temporales al desacierto del UCAM, que no metía ni tres canastas de cada diez intentos, pero a quien mejor sentaban los parones no era a quien más los necesitaba. El Unicaja parece presentarse en la misma primera jornada de Liga con un equilibrado equipo donde parecen estar ya definidos todos los roles, y una vez que los obreros Díaz, Salin o Milosavljevic hacían el trabajo sucio, eran ahora los artistas McCallum o Nedovic quienes disparaban a su equipo, que a poco de empezado el segundo cuarto ya doblaba a los murcianos (13-26, minuto 13).

Cuando la pizarra no funciona, son los líderes quienes tienen que reclamar el balón para mostrar el camino, y eso fue lo que pareció hacer Vitor Benite, que anotó sus ocho puntos en el segundo cuarto para devolver al UCAM a un partido del que parecía estar yéndose (22-28, minuto 17). Sin embargo, solo parecía seguirle un activo Ovie Soko, único jugador murciano en sumar puntos además de Benite, y a tan poca resistencia encontrada, no necesitaba de mucho el Unicaja para volver a poner tierra de por medio, marchándose al intermedio con nueve puntos de ventaja (24-33) sobre un conjunto local que andaba en proyecciones inferiores al medio centenar de puntos en el partido con un porcentaje de acierto en tiros de campo inferior al 30% (9/31).

Ante tal estadística, un hecho impepinable: cuanto más lejana es la distancia, más difícil es acertar en la diana. El UCAM solo lanzó ocho veces desde dentro de la zona durante los dos primeros cuartos, menos de la mitad que el Unicaja (17), y entre los dos pívots puros del UCAM, Tumba y Delía, un único lanzamiento. La amenaza interior no existía, los pívots del Unicaja sudaban lo justo y el UCAM se convertía en un equipo muy fácil de defender si solo lo intentaba desde el exterior, tirando más y peor desde el triple (4/18) que en tiros de dos puntos (5/13).

Juego más equilibrado

En la reanudación, Ibon Navarro cambiaba su quinteto inicial, con Hannah y Delía por Kloof y Tumba, pero igualmente parecía que los comienzos se le resistían al UCAM, y aunque su juego era ahora más equilibrado, la defensa que antes evitaba el descalabro ahora hacía aguas.

Jeff Brooks se aprovechaba y mucho de la circunstancia para volver a amenazar con una nueva escapada malagueña, y con 35-50 en el marcador ya se escuchaban los primeros silbidos del Palacio.

Y para acallarlos, nada mejor que jugadas de las que meten al público en el partido, como el espectacular mate de Ovie Soko en contraataque tras robar un balón en la primera línea defensiva, jugada copiada casi con milimétrica precisión en la siguiente acción por Charlon Kloof, más duro en defensa y vertical en ataque que en la primera parte.

La reacción de un UCAM que ahora presionaba a toda pista era una realidad, pero en el Unicaja siempre había respuesta, y un triple de Alberto Díaz con posterior 'alley-oop' culminado con mate por un Augustine que estaba de vuelta en Murcia daba de nuevo ventajas en dobles figuras para los de la Costa del Sol antes del cuarto definitivo (43-55).

El Unicaja hacía la goma durante todo el partido, y desde que empezara liderando el marcador con ventajas en torno a la decena, cada vez que el UCAM hacía amago de acercarse, este respondía metiendo la quinta marcha.

Pasaría igual en el último cuarto del partido. McCallum anotaba, Lukovic -que finalmente jugó aunque era apreciable que no estaba al 100%- metía un triple... y Salin respondía con la misma moneda. Por números, el UCAM aún estaba en el partido, pero el intercambio de canastas en que se veía inmerso no le era nada favorable conforme iba corriendo el tiempo.

El último intento llegó por manos del argentino Marcos Delía, al que en la segunda parte se le vio pedir el balón mucho más, y con seis puntos seguidos del argentino y 52-62 en el marcador a falta de seis minutos, la remontada aún era posible.

Nuevo apagón

Pero de nuevo, apagón. Ibon Navarro ya había avisado en rueda de prensa de que Hannah aún no estaba al nivel físico de sus compañeros, y los tres minutos en que el UCAM estuvo sin anotar guardaban relación con el desatino de su base, a quien en estos últimos minutos parecía hacérsele largo el partido.

El Unicaja se había puesto una nueva máxima ventaja (52-68, minuto 37), y el duelo estaba visto para sentencia. Oleson surgiría para salvar el orgullo con tres triples, pero Nedovic y compañía impedirían que su el maquillaje pasara a reacción de verdad, cerrando en 64-74 el marcador final de un partido que siempre tuvo color malagueño.

El dominio interior del Unicaja de Málaga fue claro, como también su superioridad física, con uno de los equipos más atléticos de la Liga Endesa, una diferencia que el UCAM pagó caro dadas las ausencias de unos y la presencia camuflada de otros.

Sin tiempo para lamentarse, en 48 horas el balón vuelve a botar en Tenerife, donde el UCAM visitará el miércoles a las 21.30 al Iberostar en una cancha donde no ha ganado nunca en la ACB.

«El Unicaja ha sabido colapsarnos»

Navarro lamentó la falta de consistencia de su equipo, sobre todo cuando en el tercer cuarto este pareció solucionar sus problemas de cara al aro, «pero del intercambio de canastas salen ellos beneficiados». El entrenador universitario dio su justo mérito a «la defensa del Unicaja, con un trabajo en la línea exterior sobresaliente». Al UCAM también le costó mucho percutir la zona. «El Unicaja ha sabido colapsarnos mucho las situaciones de bloqueo directo, y eso nos ha parado». Con el próximo partido en apenas dos días, Navarro «espera llegar lo mejor posible, aunque no podemos entrenar a un alto nivel de esfuerzo». Más allá del plano físico, el entrenador considera que «hay cosas que el equipo tiene que ver», sobre todo en referencia a sus bases. «Kloof ha pecado de ganas de hacerlo bien, y Hannah no ha estado muy acertado en la toma de decisiones».

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