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La piedra del 'cañonero'

En sus tres derrotas seguidas el UCAM ha sufrido la puntería de tres jugadores exteriores del rival

EMILIO SÁNCHEZ-BOLEA

MURCIA

Lunes, 28 de octubre 2019, 10:13

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Una semana más toca hablar de la derrota del UCAM con la amargura de saber que el triunfo estuvo en la palma de la mano. De dilapidar en Fuenlabrada quince puntos de ventaja en el último cuarto, que aún eran diez cuando quedaban menos de diez minutos (del 64-74 al 75-74 final), a los seis que había sobre el Obradoiro cuando quedaban 71 segundos para el término del tiempo reglamentario. Once y ocho puntos sin respuesta -hasta el empate de Larentzakis- cuando menos habían de ser las concesiones.

Antes de estas dos derrotas para el análisis mental del equipo, una primera en Burgos que abrió la racha negativa. El UCAM no cayó en el Coliseum desperdiciando una ventaja, pero sí sufrió uno de los denominadores comunes de estos tropiezos: la defensa a los tiradores. Thad McFadden anotó siete triples para marchar hasta 23 puntos. En Fuenlabrada, fue Karvel Anderson quien sumó 18 después de tres jornadas por debajo de los dobles dígitos y, el pasado sábado, Fletcher Magee anotó 32 puntos con ocho triples.

En la actuación de Magee hubo, desde luego, acciones de total mérito del jugador del Obradoiro, que no en vano es el máximo triplista de la historia de la NCAA, con 509 triples en 134 partidos con el Wofford College. Tan cierto como que en los lanzamientos que más pudo hacer la defensa murciana fueron los que cargaron de confianza a un jugador con gran facilidad para entrar en trance.

McFadden, Anderson y Magee. Tres nombres propios que no han vivido grandes días ante el UCAM por puro azar. Tanto el Burgos (18), como el Fuenlabrada (8) como el Obradoiro (18) anotaron ante los de Sito Alonso más triples que ante ningún otro en las seis jornadas que van de Liga Endesa. Casualidad que deja paso a la causalidad.

Errores en la defensa

Con los datos en la mano, se puede dar como oficial el problema que tiene el UCAM en la defensa de los tiradores rivales. Son jugadores en los que el balón no llega al ataque en sus manos, sino que este les es entregado en situaciones ventajosas para la ejecución. Hasta ello, una retahíla de bloqueos indirectos que les liberen son tónica habitual, y son demasiadas las veces que el UCAM parece no tener claro cuándo cambiar la asignación defensiva, cuándo hacer 'flash' por parte del defensor de quien pone el bloqueo, etc.

Pero, desde luego, el mayor problema a la hora de conceder tiros fáciles son los errores en las ayudas defensivas. El UCAM tiene jugadores pequeños que sufren en el uno contra uno y son atacados constantemente, caso de Lecomte, pero también dispone de otros que se desenvuelven bien en el uno contra uno, como Rafa Luz. Sin embargo, da la sensación de que exista la norma de hacer dos contra uno sobre el pívot rival cuando este reciba en el poste bajo, a lo que acude el exterior más cercano. En este momento, si el que viene desde el lado donde está el balón da totalmente la espalda al suyo, existe un tiro muy claro. Lo mismo si la ayuda se hace a una penetración en el mismo lado en el que está uno, y no se hace yendo desde el débil, a donde es más fácil recuperar si el balón es entregado allí. Así llegó el triple ganador de Richotti.

Larentzakis, uno de los señalados por ser el defensor que más tiempo pasó con McFadden en Burgos y antes de ayer con Magee, es quien más cerca está de unos triples que son responsabilidad suya solo parcialmente. Conceptos básicos defensivos que no parecen tener igualmente asimilados todos los jugadores.

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