La gesta del Palau Blaugrana solo es posible para el UCAM con la lección aprendida
El equipo universitario sigue a la caza de la regularidad antes de visitar al Barça, segundo rival de Euroliga y exclub del técnico Sito Alonso
De aprender lecciones va la cosa. Antes de viajar a Barcelona para perseguir una intentona que solo se logró en 2018, la de ganar al ... Barça a domicilio, y precisamente con Sito Alonso en el banquillo rival, el ahora técnico del UCAM prepara a su equipo para que su estado de motivación y confianza no baje la alerta después de encadenar buenos resultados. Empezó como un tiro la temporada, convirtiéndose en el líder de la Liga Endesa las dos primeras jornadas con sus autoritarias victorias ante el Andorra (95-64) y el Girona (71-93), pero la adaptación a la nueva competición europea le ha supuesto la primera piedra en el camino.
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La FIBA Europe Cup es el impuesto consuelo a no haber clasificado para la Champions League. Esto, justo con entrar con el cartel de favorito, no le ha supuesto un estímulo a los hombres de Sito Alonso, al menos en esta prematura etapa de la competición. Venció al Rilski en el debut (77-63) en un partido de altibajos, pero a la semana siguiente, y solo unos días después de caer con claridad en el duelo de líderes en La Laguna (96-80), llegó el peor partido de los murcianos en lo que va de temporada en la visita al Bosna (87-72).
Con nueve caras nuevas en la plantilla, seis de ellas de hombres que no habían jugado previamente ni en la Liga Endesa ni en la FIBA Europe Cup, el equipo universitario también aprende sobre la marcha qué equipo ha de ser. A la fuerza llegó «la lección de Sarajevo», a la que Sito se refería ayer en su última rueda de prensa, convencido de que «es lo que nos hace ganar al Baskonia». Al equipo vasco, al cual dirigió Sito en la temporada 2016-17, el UCAM le derrotó 89-84 ofreciendo grandes minutos de juego por momentos, con un Palacio entregado. Pero, «si en Sarajevo hubiéramos remontado jugando como en Lublin este miércoles, no hubiéramos ganado ni locos».
En Polonia, su equipo remontó una desventaja de dos dígitos, voló en la segunda parte (27-57) y se anotó un triunfo (75-102) de los que llenan de confianza. Ahora, los suyos no deben, pero tampoco pueden, caer en la relajación. Porque quien espera para el partido de mañana a las 17.00 es todo un Barça, «uno de los mejores de Europa». Condición esta a la que alude el técnico para que su equipo no pierda «nuestro punto fuerte, la intensidad», una que reconoce que «muchas veces varía, aunque tú no quieras».
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Intensidad y precisión
«Sin esa intensidad, fuera de casa no puedes jugar», aseguraba Sito Alonso. Cuando quien está enfrente es uno de los grandes históricos del baloncesto a este lado del Atlántico, se debe dar, además, la coincidencia de un mal momento ajeno con uno bueno propio. Con la flecha de nuevo hacia arriba, el Barça que esperará mañana es uno que continúa marcado por la irregularidad. Ocho años después del único triunfo murciano en el Palau (94-97, el 29 de octubre de 2017), el UCAM, al menos, cumple con el contexto propicio para una sorpresa que podría no serlo tanto ante un equipo al que mira desde seis posiciones más arriba en la clasificación (tercero y noveno).
Una intensidad que, además, pondrá a prueba el aguante físico del Barça, que esta semana ha jugado dos partidos de Euroliga.
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