«No recuerdo un martes así de movido»

Pero no hace falta que la número 3 del mundo abra la boca para desatar pasiones. Ayer, su simple llegada al resort de Los Belones sirvió para revolucionar un sitio especialmente tranquilo como es La Manga Club, donde el tiempo parece detenerse. La singularidad de este lugar es de tal calibre, que con dejar la carretera que va a Atamaría y cruzar la barrera de control del complejo uno tiene inmediatamente la sensación de estar de vacaciones. Aunque no lo esté.

Lo de ayer fue otra cosa. «No recuerdo un martes así de movido», confesaba en voz alta uno de los empleados del centro de tenis de La Manga Club. Cerca de él, dos operarios en alerta, esperando una orden de la capitana del equipo español, Anabel Medina, quien de vez en cuando les pedía que entraran en la pista para pasar la esterilla y dejar perfecta la tierra batida. Y en las gradas, que este fin de semana se llenarán hasta la bandera, más de un centenar de aficionados, todos pendientes de la gran protagonista de la tarde.

Entre ellos destacaba Paula Pérez, una chica murciana de 16 años que no pestañeó durante la hora y media que Muguruza estuvo entrenándose en la pista central. Llevaba una camiseta personalizada, con fotos de la tenista nacida en Caracas y con un recorte de 'La Verdad', con la noticia en la que se confirmaba la participación de Muguruza en esta eliminatoria. A su lado, su madre. Ambas abordaron a la ganadora de Roland Garros y Wimbledon al finalizar el ensayo y se llevaron beso, vídeo, foto, selfi y autógrafo de recuerdo. Un completo.

Paula forma parte de la escuela que la federación murciana tiene en el José Barnés de Murcia. Y en esta eliminatoria hará de recogepelotas. «Ojalá me toque un partido de Garbiñe. También voy a estar en el torneo de Madrid [del 4 al 13 de mayo] y esta semana no me pierdo ni un entrenamiento aquí», contaba la joven. También andaba por allí, ilusionadísima como Paula, Silvia González, de 15 años. Ella es de San Javier y explicaba que tiene las entradas compradas «desde el primer día, sin saber si iba a venir o no [Garbiñe Muguruza]. A Silvia le encanta el tenis, aunque solo lo practica para «pasarlo bien con amigas». Sus referentes son Rafa Nadal y Garbiñe Muguruza. Y ayer cumplió su sueño, al ver en acción por vez primera a la hispano-venezolana. Este fin de semana la verá competir en un partido.

Muguruza llegó junto a su entrenador, el francés Sam Sumyk, que fue el que dirigió todo el entrenamiento. Anabel Medina, la capitana, estuvo siempre en un segundo plano. La primera jugadora del equipo español empezó peloteando con Ángel Guerrero, una joven promesa de 15 años. Es de Marbella y ha venido a tierras cartageneras a hacer de 'sparring' de las jugadoras del equipo español. El resto del entrenamiento lo hizo Garbiñe en solitario, con Sumyk dándole instrucciones constantemente.

Cuando Muguruza abandonó la pista central -luego siguió practicando un rato más en la pista 10-, entraron en ella la canaria Carla Suárez y la catalana Georgina García. Por su parte, la yeclana María José Martínez, la doblista del conjunto español, trabajó por la mañana en el mismo escenario. Es la dinámica de trabajo habitual en estos casos, pero lo cierto es que la rutina del equipo español de Copa Federación se vio ayer alterada por la aparición de la mejor jugadora nacional de los últimos lustros.

Así, en Garbiñe Muguruza, que acaba de ganar su primer torneo del año, el de Monterrey, estarán puestas todas las miradas este fin de semana, en un equipo que busca la permanencia tras descender el año pasado y caer en la primera eliminatoria de este curso ante Italia.