Final amargo en Hungría

En todo caso, las sensaciones no son malas. El equipo ha cogido envergadura, tiene respuesta en las diferentes situaciones y solo la falta de gol y también los colegiados, demasiado permisivos con los rusos, impidieron el triunfo del conjunto murciano. Al final, sabor agridulce en una expedición que no puede abandonar Hungría con la cabeza baja, ya que los nuevos están cada vez más adaptados y ya son parte fundamental de un equipo que jugando como en el segundo tiempo puede competir en cada partidos contra cualquiera.

Eso sí, la primera parte fue para olvidar. No entró ElPozo bien al partido. Ante un equipo veterano y tan poderoso físicamente hay que estar con tensión desde el primer segundo. No fue así y ya en el minuto tres una de las estrellas de los rusos, Bagirov, marcó el primero del encuentro. Sorprendió Giustozzi con las rotaciones tempranas y los cambios de cuatro en cuatro dieron otro aire a los suyos, pero los rusos eran fuertes e intimidadores, y tenían por principio fundamental terminar todas las jugadas. Los rusos, que tenían numerosos seguidores en las gradas, comenzaron a controlar el partido con mucho pase horizontal, buscando que ElPozo tuviese que adelantar su defensa para matarlo a la contra.

Giustozzi paró entonces el partido, buscando que los rusos no le cogiesen la espalda a su equipo, pero el problema de ElPozo se fue agudizando, porque si realizas veintiséis disparos y no haces daño en ninguno y tu rival tiene doce y te hace dos goles, hay un problema: la falta de efectividad. Además, apareció la figura del portero Tsaider, que sacó tres balones de forma prodigiosa. Todo se puso cuesta arriba cuando en otra contra Razorenov, que acababa de entrar, logró el 2-0 con el que se llegaría al descanso.

ElPozo salió mucho mejor en el inicio del segundo tiempo, dominando, controlando y, lo más importante, llegando con opciones claras de hacer gol. Es un equipo el de Giustozzi que, cuando es vertical y necesita algo más, saca esa impronta que tienen sus jugadores. Así, logró poner contra las cuerdas a un KPRF en el que su portero siguió siendo la gran estrella.

ElPozo estaba perdonando y acabó pagándolo. En otra contra conducida por Paulinho, este logró el 3-0. Era un varapalo muy grande para el conjunto charcutero, que había mostrado mejor cara en el segundo periodo, pero sin efectividad hasta que en el minuto 28 llegó el tanto murciano, obra de Paradynski.

Giustozzi paró el partido con el 3-1 y metió a Álex como portero-jugador. Esto le funcionó al argentino y su equipo empataba el encuentro con goles de Paradynski y Felipe Valerio. El duelo comenzaba de nuevo con seis minutos por delante. Giustozzi arriesgó y mantuvo al ciezano como portero-jugador, pero esta vez la valentía no le salió bien, porque todas las pérdidas fueron castigadas con goles de los rusos desde su campo de Paulinho o bien a la contra. Al final, los jugadores del KPRF se llevaron un partido espectacular, en el que ElPozo demostró que puede competir contra cualquiera, porque tiene armas para ello. Esa es la lección que debe llevarse de esta primera fase de la Champions.