Pena máxima para ElPozo Murcia en la Supercopa ante el Betis

El equipo de Dani Martínez no encuentra remedio a su caída cuesta abajo y sin frenos. Este sábado los charcuteros buscaban su tercera final en menos de un año con el deseo de al fin romper esa sequía de títulos arrastrada desde la Copa del Rey de Guadalajara en 2017. Lo cierto es que por un momento los Juanjo, Gadeia, Marcel y compañía se ganaron la enésima oportunidad de quitarse esa pesada losa que arrastra ElPozo Murcia desde la marcha del entrenador Duda. Sobre todo porque más o menos el escenario parecía favorecedor contra el Betis.

ElPozo se puso por delante en el marcador en hasta dos ocasiones. Primero en el minuto 8 por mediación de Rafa Santos, quien aprovechó una lío de piernas para enderezar el camino a la final; luego también David Álvarez con un zapatazo sideral de larga distancia para desatascar la segunda parte. Sin embargo, los murcianos nunca fueron capaces de matar el partido, rematar la faena y ampliar la ventaja en el marcador. Por momentos les faltó puntería; y por otros, ambición, decisión y determinación.

Como un saco de boxeo aguantó los golpes el Betis, superior en el cómputo general de los cuarenta minutos reglamentarios. Los verdiblancos, que ya apearon a los charcuteros de la Copa del Rey por 5-1, mostraron una versión valiente, arriesgada y casi siempre propositiva. En la primera parte paradas de gran nivel de Juanjo, de hecho, les privó de un premio mayor al del 1-1. En el 34, no obstante, Pablo Otero sorprendió al guardameta en un momento de desajuste y caos generalizado por la expulsión de César. Los árbitros revisaron en la pantalla una entrada fuerte a Povea y cambiaron la tarjeta amarilla por la roja directa.

En la lotería de los penaltis la suerte no cayó del lado charcutero. Primero Ricardo Mayor y por último Esteban erraron en sus lanzamientos en un baile de porteros del Betis, primero Starna y luego el joven Raúl Sánchez. ElPozo, que aspiraba a jugar su tercera final en menos de un año tras las de la Copa de España y la Liga, se marchó tremendamente golpeado de la pista.

Aplaudieron los menos de mil aficionados charcuteros que presenciaron el partido en el desangelado Palacio de los Deportes de Cartagena. Todo ello fruto de la caótica gestión de la Federación para vender el producto y poner facilidades a la hora de llenar las casi cinco mil butacas de la instalación de la avenida del Cantón.