Acosta se cuela en la fiesta de Augusto Fernández con una sensacional victoria

Más de 92.000 personas vivieron en las gradas del circuito Ricardo Tormo la última carrera de la temporada y la tercera victoria del piloto mazarronero Pedro Acosta en la categoría de Moto2, donde la fiesta en su equipo, el Red Bull KTM Ajo, fue absoluta, ya que el compañero de Acosta, Augusto Fernández, se proclamó campeón mundial. Antes de comenzar la carrera de su vida, Augusto confesó que saldría con la calculadora en la mano. Los 9,5 puntos de renta sobre el japonés parecían suficientes, sobre todo por lo visto durante el fin de semana. Sin embargo, la carrera empezó a torcerse en la salida. Partía tercero pero perdió tres posiciones, una de ellas la de Ogura, el único que le podía arrebatar la corona en Cheste.

Las primeras vueltas fueron una locura, con varias batallas por delante y el español anclado en la sexta posición. Ogura llegó a ponerse segundo, lo que recortaba su desventaja a escasos 0,5 puntos. Si adelantaba una posición más estaría en situación de campeón. Entonces llegó el fallo de Ogura. En la vuelta ocho se fue al suelo solo, en una caída que no tenía mayor explicación que un error propio: «Forcé demasiado del freno delantero y me caí. Es una pena finalizar así, pero necesitaba la victoria», comentaba el japonés al término de su temporada. Con más de la mitad de la carrera todavía por delante, Augusto Fernández ya era campeón del mundo de Moto2.

Y el balear se soltó. Sin toda esa tensión que llevaba dos semanas arrastrando, pasó al ataque y llegó hasta la segunda posición sin aparente dificultad. Pero para celebrar el título desde lo más alto del podio, todavía tenía que superar a su compañero de equipo, Pedro Acosta, que en Valencia tenía un puntito más. El 'Tiburón de Mazarrón' mantuvo a raya al campeón y sumó su tercera victoria del año en un brillante debut en la categoría intermedia.

La traca de Valencia era para Augusto Fernández, que tras cruzar la meta y darse un baño de masas en un abarrotado Ricardo Tormo, todavía tenía que asimilar que había logrado el sueño de su vida. «No tengo palabras para describirlo. Solo puedo dar las gracias a todas las personas que me han apoyado durante toda mi carrera. Lo he disfrutado mucho pero aún no me lo creo», explicaba el campeón del mundo de Moto2.

El nuevo campeón elogió a Acosta. «He aprendido mucho de Pedro, es muy rápido, es talento y él a mí me ha enseñado a ser más rápido, a apretar más, a buscar mis límites. Al principio empezamos fatal y al final tirando de experiencia lo recondujimos y él sé que quería estar más delante, pero tiene que estar contento con el año de rookie que ha hecho. La rapidez la tiene», concluyó Augusto Fernández, quien augura «un gran futuro» al mazarronero.

Acosta dio ayer un recital de pilotaje en Cheste, dejando su sello de nuevo y demostrando que el año que viene parte como claro favorito al título. También hizo una gran carrera Fermín Aldeguer. El piloto de La Ñora terminó cuarto y ofreció sus mejores sensaciones en mucho tiempo. También ha sido una temporada de aprendizaje para él y en 2023 debe dar el salto que todos esperan.

Mientras, el sanjaviereño Borja Gómez acabó en una meritoria duodécima plaza en su segunda carrera en el Mundial. Ayer se confirmó además que competirá durante todo el campeonato de 2023 en el equipo Fantic, en Moto2, como compañero de equipo del italiano Celestino Vietti. Es una gran noticia para un piloto que se merecía una oportunidad así.

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